¡One-Shots! [EddsWorld]

04.

🌱❄🌙?

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Pov Tercera Persona;

"Un aburrido viaje"
Eso pensaban los chicos, menos el castaño quién era el piloto.

Tenían más de una hora en el auto, sin señal y con un gato que no paraba de moverse, era la gata de Edd, Ringo.

Nadie sabia a dónde iban a parar, Tom y Edd que estaban en los asientos del copiloto y el conductor, solo hablaban de cosas nada que ver con el viaje, pues el de cuencas no le interesaba.

Mientras que atrás, un pelinaranja y uno con peinado de cuernos estaban recostados uno a otro durmiendo plácidamente, Ringo estaba en las piernas de Tord.

Era una linda escena para el castaño y el de cuencas, quiénes tomaron sus teléfonos y sacaron unas cuantas fotos.

Eran adorables, el aire que entraba bruscamente por la ventana hacia que los cabellos de los dos se juntarán. La música que salía del reproductor era buena, la emisora estaba muy buena ese día.

Sin querer, la gata le estaba golpeando la cara al comunista con su cola haciendo que se despertara algo fastidiado - ¿Ya casi llegamos? -

- Solo un poco más. - respondio el de verde,mirando por el espejo.

Los minutos parecían eternos y el de ojos plateados ya se habia vuelto a dormir en las piernas del narcisista.

En dos horas, por fin habían llegado a su destino. A dos de ellos les brillaron los ojos al ver - ¡La playa! - dijeron al unísono mientras se asomaban por la ventana los chicos de atrás.

- creí que necesitabamos relajarnos despues de tantas locas aventuras. - Tord lo abrazo por detrás del respaldar de su puesto - no hacia falta,eddie. -

Después de un rato, se hospedaron en  un hotel con vista a la playa, lo había elegido Matt, los chicos no se negaron.  Se repartieron los gastos y ya estaban en la habitación.

Solo había una cama matrimonial, pero eso no les incomodaba, en todo caso, eran pareja. Eso sí, la chica que los atendió los miró raro, pues no tenían equipaje, solo un gato.

Tord se tiró a la cama y soltó un leve gémido de satisfacción - uhg, ese viaje me dejo mal,¿cuándo iremos a nadar?.- dijo sentándose en el orillo de la cama estirándose en el proceso.

- No tenemos ropa de baño, tendríamos que ir de compras y eso es aburrido. - el de cuencas se acostó al lado del comunista abrazándolo por la cintura.

- bien, quédate aquí solo. Yo iré con los chicos a comprar, tal vez comamos algo en el camino. - El de cuernos se levantó de la cama tomando al castaño y al peli-naranja de las manos llevándolos a la salida de aquella habitación.

Cuándo estuvieron afuera, Tord cerró la puerta detrás de ellos, y Matt decidió hablar - ¿Lo esperaremos como siempre? -

El de verde asistió, era costumbre que el de azul se hiciera rogar para hacer las cosas. Entonces, salió de la habitación el chico que esperaban.

Todos lo miraron sonriendo, ya estaban listos para ir.

Cuatro horas, esperaban durar menos para poder nadar pero Matt no se convencía fácil cuándo de comprar se trataba. Ya eran las 5 de la tarde, no tenían más opciones que nadar al siguiente día.

Lo bueno era que las compras no fueron en vano, puesto que en el hotel había una gran piscina, y entre ellos debatieron entre si ir o no.

El punto es que ya estaban los cuatro subidos en la entrada del gran tobogán. Estaban en fila, listos para lanzarse como niños pequeños; El de pantaloneta roja estaba de primero, el de pantaloneta verde estaba de segundo con sus manos posicionadas en las caderas del de cuernos, el de pantaloneta azul estaba de tercero y el de pantaloneta morada, pues, de último.

- ¿Listos?, ¡Ya! - dijo el comunista para que los otros hicieran fuerza para poder bajar lo más rápido. Los tubos eran cerrados en algunas partes pero en otras eran abiertas, eso daba más adrenalina a la situación.

Llegaron al final y el noruego no se había percatado la chica que estaba al final, y ya era muy tarde para poder esquivarlos. Cayeron sin querer sobre la chica, todos salieron bajo el agua riéndose y juntándose entre ellos. Tord, por su parte estaba ayudando a la chica. Intentaba ignorar lo hermosa que era, su cuerpo y su pelo rubio mataban al comunista.

Los tres se quedaron viendo como su novio estaba hablando y riendo con otra muchacha, no era raro, pero no les gustaba.

- ¡Hey Tordi!,¿qué te parece si vamos a la habitación un segundo? - dijo el castaño amablemente para no parecer un grosero con la chica. - Uh- Sí, claro. Nos vemos después Mileidy. - dijo haciendo un gesto con la mano.

Estaban de nuevo en la habitación, con tres chicos cruzados de brazos, probablemente enojados - ¿Qué? - preguntó el de cuernitos mientras se secaba con una toalla de lana roja.

- oh, ya entendí. - Tres contra uno, eso no valía mucho pero al comunista no le importaba, no sabía porqué estaban enojados pero nada que un poco de acción lo pueda arreglar.

La felina de Edd la encerraron en el baño, pues les incomodaba y parece que ellos en aquella situación también le incomodaba a ella.

Lo qué pasó en esa espaciosa habitación, solo lo saben cuatro chicos, y en todo momento, Tord no se arrepentio de nada.

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