-¿Qué te pasó en el cuello?
Claramente todo se había ido al carajo, ¿porqué no arruinarlo más?
- Quise suicidarme y me salió mal.
A veces es preferible mudarse de país antes que vivir algo así.
-Bueno, ¿me vas a dejar pasar o no? Te traje ese libro que me prestaste que, por cierto, me dejó bastante desilusionado y por eso te voy a dar uno mejor ¿ Tenes cigarrillos?
Mierda.
-Sí... ¿Por?
- Hoy se van a la basura. No te pienso visitar en el hospital cuando tengas cáncer de pulmón.
- Pero Charly...
- Sí, claro, y yo soy Syd Barrett.
-¿ Quién es ese?
- Un señor raro y pelado. Se va a largar a llover. Decime si me vas a dejar pasar o no porque deje el auto en cualquier lado y mínimamente quisiera darte tus cosas antes de que se te vuelva a ocurrir pasarte para el otro lado.
Un rayo cruzó el cielo y el agua me ablandó un poco.
-Dejá...Pasa.
Bajé la vista mientras su cuerpo se abría paso a la sala , acomodaba sus cosas y tiraba los cigarrillos al tacho. De repente, freno en seco y giró la vista, contemplativo.
-Hoy estás linda.
Me acerqué , lentamente.
-Vos también.
Podia sentir sus articulaciones , el peso sobre la cerámica.
-La próxima vez que intentes hacer autoasfixia erótica , llamame. De última si te moris , estreno mi necrofilia.
No pude evitar reírme. Otra vez todo volvía a la normalidad... de lo impredecible.
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Ad Sidera Visus
PoetryUna piba de 17 años. Un cuaderno. Una clínica de obra adolescente.