Lunada

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Se abre la boca del mundo ,madre.
Yo veo con mis manos como el tajo se perpetua en la mente.
Rosa , violáceo intenso.
Palpita y se descarga , retoza en medio de la sangre , se levanta y el viento choca contra él.
No hay nada.
Ni aquí ni allá.
Nada más que esa luz tenue que constantemente se filtra sobre aquel cuerpo dormido.
Y los rios que le cruzan las piernas se metieron en sus carnes , las flores , los murmullos hicieron su forma , contuvieron el alma hasta dejarla presente sobre el edredón.
Tengo miedo , madre.
Ella existe ...
Sabe a Dios.



Ad Sidera VisusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora