CAPITULO 8

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Betty estaba en un campo cuajado de flores, en el cielo apuntaba un sol radiante y a lo lejos se veía un hombre vestido con camisa, jeans y un sweater rodeándole los hombros, el único detalle es que no le podía ver el rostro

Estaba junto a dos niños, una niña de cabellos negros que saltaba a su alrededor y en cambio el niño estaba en brazos de aquel hombre que lo abrazaba y lo besaba con infinito amor, trato de acercarse, pero le fue imposible solo escucho la voz de él que le decía con voz profunda "Beatriz yo a usted la amo"

Se despertó sobresaltado ese sueño había sido demasiado extraño, pero le había dejado una paz en el corazón. Pudo recordar que había una mujer morena de larga cabellera, pero cuando puso ver sus ojos eran los mismos que los de Beatriz. Y aquellos dos niños que estaban junto a él eran suyos lo pudo ver en aquel pequeño que tenía en sus brazos era igual a él, el corazón le dio un vuelco sabía que eso era lo que quería para su vida y la mujer de seguro era Betty nadie podía ocupar su lugar. Con una determinación que no tenía desde hace años se levantó ya sabía lo que tenía que hacer, conquistar el gran amor de su vida

Beatriz bajo a desayunar con sus padres, pero con una inquietud en el alma, no sabía lo que ese sueño podía significar y la incertidumbre la inquietaba. Se dijo mentalmente que dejaría que pasara lo que tuviera que pasar. Ella sabía que no era muy favorecida, pero en algún lugar había un ser esperando para terminar compartiendo su vida e interiormente esperaba que ese hombre fuera Armando Mendoza

Ambos llegaron al mismo tiempo a Ecomoda y él la saludo con una sonrisa llena de hoyuelos que sin poder ser capaz de negárselo no pudo evitar devolvérsela. Ese hombre cada vez le encantaba más, pero después se hizo la indiferente, tampoco era cosa que supiera que la tenía derretida de amor, así que entro a la empresa, con la mentalidad de que tenía mantenerse alejada de aquel hombre que cada vez más le estaba quitando la voluntad

Armando después de sonreír y que ella se la devolviera sintió, ganas de volver a besarla como lo había hecho antes, pero apretando los puños, trato de controlarse. Sabía que estaba yendo muy rápido y que tenía que desacelerar un poco, ella no era como las otras mujeres que a penas unas palabras y ya después las tenias en una cama. No ella era diferente y él la conquistaría como se lo merecía, aunque esperaba no demorarse tanto, sino la espera se le haría larga

La mañana paso en relativa calma hasta la hora del almuerzo, así que despidiéndose de él se fue con las demás secretarias al Corrientazo a comer, en esas estaban cuando Sandra que había ido con ellas dijo que hoy tocaba lectura de cartas

SA: Bien Mariana empecemos que yo quiero saber si se va a realizar mi deseo más anhelado

MA: Con calma Sandra que las prisas no son buenas, a ver revuelva pues

SA: Ahí está mijita, lo que pasa es que estoy muy nerviosa

AU: No si ya nos dimos cuenta, se les nota a kilómetros de distancia

MA: Bien Sandra aquí dice que su vida es muy buena y que siempre va a ir a mejor con su esposo, que su relación es muy solida y que se aman mucho

SA: ¿Y no dice nada más?

MA: Pues, si pero es algo muy confuso, no puedo descifrarlo bien

SO: ¿Como que confuso? ¿Qué es lo que ve?

MA: Sandra les va a costar mucho cumplir su sueño, pero no se preocupe que lo va a lograr

B: ¿Y que es ese sueño?

SA: Que va a ser, es que quiero quedar embarazada y nada que quedo (saliéndose unas lágrimas) y mi Mario también lo desea, pero nada que pasa

MA: Tranquila no se ponga mal, más pronto de lo que usted cree va a quedar encinta se lo aseguro

CUANDO TE VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora