—mmm ¿Yo? —Dijo Afrodita, haciéndose la bruta— Yo no lo he dado nada debes estar, confundido, Ares —sonríe asustada.
Ares rápidamente va a donde Hera tratando de arrebatarle algo a su madre.
—¿Que te pasa? ¡Déjame en paz, Ares! —dice Hera, tratando de evitar a su hijo.
El tez roja, trató de arrebatarle lo que sea que Hera estuviese guardando, pero se detuvo, al ver que ella no dejaría que se lo quitase.
Ares se separa de ambas.
—Ustedes dos, guardan algún secreto y lo sabré, porque no creas que no me dí cuenta que le distes algo a mi madre, Afrodita —este apunta un momento a la tez rosa y después, apunta hacia la morena—, y créanme que lo averiguaré... pronto.
El se marchó de ahí, dejando a ambas diosas aún asustadas pero no pierden el tiempo, y se van directo a la fiesta otra vez.
【En la fiesta del Olimpo..】
El dios de la velocidad, se había ido de su casa, realmente estaba asustado y tenía que ir a la fiesta, necesitaba ayuda.
Lo que Hermes había sacado de su boca algo muy asqueroso, era una araña, que era realmente horrible, era peluda, sus patas eran largas pero delgadas, era aterrador.
El dios entrando en pánico, fue a buscar que alguien lo examinará, no se sentía nada bien y tenía miedo de que algo malo, le fuese a ocurrir.
Trataba de entrar a la fiesta pero ahí nadie lo dejaría entrar.
—¡Porfavor déjenme ingresar al lugar! —Decía Hermes, desesperado y puso su mano en su garganta con algo de dolor.
Hestia les había dicho que estaba enfermo y que debía descansar.
Básicamente, si lo veían, no lo dejarán entrar y le dirían que se fuera de regreso a su casa.
El chico se estaba rindiendo, hasta que un rato de esperanza estaba a punto de golpearlo, Hera y Afrodita iban de regreso a la fiesta. Rápidamente fue para que talvez pudieran ayudarlo.
—¡Oigan Ayúdenme porfavor! —dijo él con dificultad
Hera hizo una mueca de disgusto y Afrodita parecía asqueada también, Hermes estaba confundido.
¿Porque lo miraban despectivamente?
—¿Que sucede? —Preguntó muy confundido.
Afrodita apuntó a su garganta, el lentamente, bajo su mirada a su cuello y notó, una hinchazón muy grande y una mancha color violeta azulada.
El chico estaba apunto de desmayarse, las dos diosas, no eran doctoras, pero, ellas sabían perfectamente que eso no era normal, ni en humanos, ni en dioses.
Con la mayor rapidez posible, tomaron al chico y lo llevaron a una trasera que había detrás del castillo olímpico.
Colocaron al Dios encima de una banca
Empezaron a examinarlo, Hera abrió la boca del chico y se arrepintió de a ver lo hecho.
Apestaba a putrefacción ahí dentro, algo que hizo que el olor inundará parte del lugar.
Afrodita, tomó una varita limpia y trato de meterla en la boca del moribundo Hermes, para ver si podría ver algo más adentro.
—¡Bingo! —soltó Afrodita, sacando la vara y viendo que en ella había como especie de cascarón roto, lo cual era muy extraño y perturbador—. Esto no puede estar pasando.
Hera, lo examinó, no era algo que haya visto antes, era terrible, ayudó a Afrodita a quitar todo lo asqueroso que encontraban dentro de la boca de Hermes.
—Necesitamos ayuda de algún profesional —dijo en tono asustado.
Hera la vió.
—¿Pero como?, si Apolo se fue de aquí como un cobarde y nadie del Olimpo sería capaz de hacer algo.
—¿Y si le platicamos del tema a Zeus? —preguntó la diosa del amor
El rey olímpico no era un curandero pero tenía técnicas que podían hacer algo curativas.
La morena dudó en unos cuantos segundos, pero, al final aceptó ir a buscar a Zeus.
Afrodita se quedó con Hermes, mientras Hera buscaría a su esposo, por algún lado de la fiesta.
—Muy bien, quédate aquí —dijo la reina a la tez rosa.
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𝐶𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑃𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑╏𝑍𝑒𝑟𝑎
Fanfiction━¡𝚉𝚎𝚞𝚜; 𝚢𝚘 𝚗𝚘 𝚖𝚎 𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚟𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚗𝚊𝚍𝚒𝚎 𝚊 𝚝𝚞𝚜 𝚎𝚜𝚙𝚊𝚕𝚍𝚊𝚜! ━𝐃𝐞𝐜𝐢́𝐚 𝐇𝐞𝐫𝐚, 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐦𝐚𝐫𝐢𝐝𝐨━. ¡𝙳𝚎𝚓𝚊 𝚍𝚎 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚒𝚛𝚖𝚎! 𝐒𝐮 𝐦𝐚𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐞...