Τρία

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I said jump on It, ride like a pony

Sonreí al escuchar como otra chica salía llorando del apartamento.

Compartir piso con Jeongguk era una de las mejores cosas que existían, follabamos como conejos y a la vez me divertía ver cómo este rechazaba a las chicas con las que se acostaba.

En la universidad Jeongguk era conocido por su buen pene y buen cuerpo, ninguna estudiante había podido contra el y terminaban en su cama.

Quizá yo fuera una de esas pero él no me desechaba como a las otras. Yo deseaba a Jeongguk y el a mi.

Me acerqué a él mientras el terminaba de fumarse un cigarrillo, se lo quité de los labios y me dejé inundar por el olor intenso a nicotina.

Besé los labios del mayor cuando el apretó mi cintura y me acercó a él.

Que ocurre oppa -pregunté socarrona.

No me llames así -gruñó-

¿Como oppa? -pregunté inocente.

¿Quieres que tu oppa te rompa el culo? -preguntó mientras besaba mi cuello.

Quizás. -dije pisando el cigarrillo contra el suelo.

El timbre sonó, la chica de antes había vuelto. Que heroica.

Estaré bañandome, no tardes mucho, quizás podamos hacer algo -dije besando sus labios de nuevo.

Abrió la puerta entre bufidos.

¿Qué? Acaso no te quedó claro - dijo mirando seriamente a la chica.

Jeongguk porfavor, tu me gustas -dijo llorando.

Tu a mi no -dijo cortante- te pido que te retires y no vuelvas.

Te denunciaré al consejo Escolar -dijo furiosa.

Entonces te haré la vida imposible, belleza -dijo sumamente tranquilo.

Púdrete Jeon -dijo enfadada.

Si, si, adiós -dijo cerrando la puerta en sus narices.

Subió las escaleras de dos en dos para entrar al cuarto y abrir la puerta del baño.

Vió como su chica, la única a la que quería se quitaba la ropa de espaldas a la puerta, quizá provocandolo.

Jeongguk se acercó a ella lo suficientemente para que notará su presencia. Ella giró y abrazó al mayor besando sus labios.

Después de varios besos entre los jóvenes, ella comenzó a quitarle la ropa al varón. Jeongguk no se quedaba atrás también ayudando a la joven a hacerse un moño.

Besó la tersa piel de detrás de sus orejas y bajó sus besos hasta su cuello.

Acarició su cintura, rodeándola de sus fornidos brazos tatuados. Ambos se sentaron en la extensa bañera mientras se abrazaban.

La joven apoyó su cabeza contra el pecho de Jeongguk, escuchó el latido de su corazón y levantó la cabeza para besar sus labios una vez más.

Ambos sonrieron cuando se separaron, ella volvió a su posición anterior para descansar sobre su cuerpo.

_

Sonreí al verme tumbada en mi cama con Jeongguk a mi lado, nos había sacado de la bañera en algún momento mientras yo dormía.

Me giré para mirar a Jeongguk, durmiendo como un bebé. Su boca semiabierta mientras salía una pequeña baba de esta.

Reí al verle tan sumiso, me subí encima suya y me intenté dormir.

Horas más tarde ambos estábamos intentando hacer pizza, error.

Terminamos con la pizza en la basura, el muy tonto había echado azúcar pensando que era sal.

Malísima experiencia, le doy un 4.

Al contrario que a Jeongguk que cocinaba desnudo, que le doy un 10.

Yo por el contrario llevaba ropa interior y una de sus sudaderas negras.

Como ambos teníamos hambre decidimos ir a comprar una pizza. Cogió las llaves del coche y cuando llegamos a la puerta vimos un grupito de fans de Jeongguk. Algunas veces una de ellas era la elegida para pasar una noche con mi acompañante cuando me tenía que ir a estudiar.

Ambos nos miramos y sonreímos para meternos en un pequeño cuartillo en la recepción del piso.

Jeongguk me ayudó a salir por la ventana mientras él cerraba la puerta tras de sí y salía a mi lado.

Reímos mientras entrábamos al coche. Nos habíamos librado de esas plastas. De nuevo.

Ya casi llegando al establecimiento le dije a Jeongguk que parara. En algún momento me había humedecido y estaba demasiado caliente.

Jeongguk acató mi orden y paró. Me subí al momento en su regazo y suspiré.

Jeongguk, estoy caliente -dije mirándole.

Sin hablar, el mayor me ayudó a quitar su sudadera, como iba con falda solo echó a un lado mi braga, deslizando sus dedos por mis húmedos pliegues.

Jeongguk gimió cuando desabroché su pantalón y toqué su miembro.

Hazlo ya -dijo profiriendo un gruñido.

Debes esperar Jeongguk, no seas impaciente. -dije socarrona.

Entonces quiero que seas paciente cuando te escuché rogar que pare de follarte cuando te desgarre hasta el alma. -dijo

Suspiré y caí rendida. Había ganado.

Con su ayuda quité su boxer, su longitud quedó expuesta después de esa acción golpeando su marcado abdomen, venoso y con gotas de presemen por su hombría.

Gemi suplicante cuando restrego su glande en mi clítoris, mientras me agarraba de sus hombros.

Jeongguk sonrío deleitándose de mis expresiones. Entonces subió mi sudadera y me dejó el sujetador para después pasar sus manos por mi espalda y desabrocharlo.

Suspiré necesitado mientras Jeongguk atendía mis pezones erectos masajeaba uno mientras chupaba de otro.

Baje mi mano hasta mi intimidad donde intenté tocarme pero la venosa mano de Jeongguk me lo impidió.

No, cariño, no te toques hasta que no te haya metido mi polla hasta el fondo -dijo para coger mis caderas y elevarme un poco- ahora, coloca mi puto pene en tu estrecho coño y salta como la buena puta que eres.

Sonreí y comencé a saltar como una loca, lo necesitaba demasiado, a el y a su jodido pene.

Me agarré de sus hombros para saltar con más fuerza y tener más impulso. Sus roncos gemidos me alentaban a saltar con más ganas.

Gemí desesperada, sintiéndome en éxtasis. Jeongguk echó su cabeza para atrás cuando notaba mi coño apretar su polla.

Me miró sumamente excitado, sus pupilas dilatadas y los labios entreabiertos. Pequeñas gotas de sudor caían por su frente y cuello.

Jeongguk, acaba ya, me muero de hambre. -dije saltando sobre el.

El nombrado besó mi cuello, mientras cogía mi trasero y ejercía presión sobre ellos para comenzar a subir y bajar con sus manos produciendo más fricción entre nuestros sexos.

Gemí complacida cuando notaba mi orgasmo llegar. Jeongguk sonrío cuando mordí mi labio al sentir sus dedos entrar sin piedad en mi otra abertura.

Sentí el escozor y fruncí el ceño, a lo segundos el dolor había cesado y no quedaba más que calor y necesidad en mi cuerpo.

Gemí extasiada, terminando sobre Jeongguk, el a lo pocos segundos imitó mi acción y se corrió.

Intenté que saliera de mi pero el negó.

Quiero sentirte así, es muy cómodo -dijo escondiendo su cara entre mis senos.

Jeongguk, tengo hambre -me quejé.

Comeme entonces -dijo besando mi boca.

Jeon Jungkook [One Shots +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora