Jeon Jungkook [One Shots +18]

Ένα

Somebody's watching me

Agotada, me tumbé en la cama.

Después de un arduo día de trabajo llegaba cada fin de semana a las doce de la noche.

No era prostituta claro está, pero tenía una serie de compromisos que necesitaban mi atención.

Mi teléfono comenzó a vibrar, de nuevo el desconocido.

Resoplé y entré en el chat, de nuevo, mandándome fotos de su pack.

Eliminé las fotos mientras me quitaba la camiseta y desabrochaba mi sujetador para meterme en el baño.

Cuando retiré toda mi ropa, me metí a la ducha y mientras me jabonaba el cuerpo sentí mis pezones duros, al igual que mi intimidad húmeda.

Era la primera vez que me sentía así después de ver el pack del desconocido. Tenía que estar loca, otra cosa, imposible.

Lentamente mi mano dejó de sostener la esponja de baño y bajó por mi vientre hasta ubicarse en mi entrada. Cerré los ojos.

Mis pliegues estaban húmedos y la temperatura cada vez era más alta.

Con dos de mis dedos abrí los labios exteriores para toquetear delicadamente mi clítoris, una corriente de electricidad corrió por mi cuerpo y me alentó a seguir con los toques.

Abrí los ojos cuando me di cuenta de lo absurda que estaba siendo, ¿Masturbarme por ese desconocido?

Seguí con mi ducha y a los minutos salí envolviendo mi cuerpo con una toalla.

Recogí mi pelo con una pinza y entré a mi cuarto de nuevo.

Una mano sujetaba mi toalla mientras la otra abría mi armario y sacaba lo necesario para ponerme la ropa.

Me deshice del nudo de la toalla cuando me acerque a la gran ventana, que daba con los otros edificios al frente, y por ende a los ojos curiosos de los vecinos.

Terminé de ponerme la ropa interior cuando tocaron el timbre de mi apartamento. Abrí los ojos sorprendida y confundida y corrí escaleras abajo colocándome lo primero que encontré.

Abrí la puerta echa un desastre, un chico, vecino mío, al que conocía apenas de vista estaba delante mía, mirandome.

Sonrió de lado cuando bajó su vista hasta mis pechos, los cuales solo estaban cubiertos por el sujetador de Hello Kitty.

Me tapé con los brazos y lo miré mal cuando sonrió avergonzado. Era el tío más caliente que había visto jamás.

Pero tenía novia, mi amada vecina de los edificios del frente.

La chica era bruta de primera, celosa, manipuladora y sobre todo dramática. Las pocas veces que la había visto me había caído fatal, pero a diferencia de su novio, ella era insoportable.

¿Que necesitas? -pregunté cuando ya empezaba a incomodarme su presencia.

Este... Yo, apio, necesito apio. -dijo rascando su nuca.

¿Necesitas apio a las doce de la noche? -pregunté sin creerlo.

Bueno, yo -dijo mirandome- que va, no lo necesito.

¿Entonces qué quieres? -pregunté cruzandome de brazos.

¿Quieres venir a ver mi gato? -preguntó.

¿Que significa eso? -dije con confusión.