𝔇𝔢𝔰𝔦𝔯𝔢 𝔗𝔬 𝔩𝔬𝔳𝔢 ༻𝔒𝔫𝔢 𝔖𝔥𝔬𝔱𝔰 𝔇𝔢 𝔖𝔢𝔳𝔢𝔯𝔲𝔰 𝔖𝔫𝔞𝔭𝔢༺

❖25.➽ 𝑻𝒓𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒔𝒐𝒏 𝒎𝒖𝒍𝒕𝒊𝒕𝒖𝒅.

Pedido de: elizabethjimenez07

Gracias a ti, se me ocurrieron muchos escenarios nada puros sobre una relación de los tres. *Enojao* >:b

Después de un duro año en Hogwarts, Lucius y tú ya estaban más que preparados para sumarse a las oscuras filas del Señor Tenebroso. Aún les quedaba dos años de colegio, pero todo habría valido la pena al llegar al poder.
Lucius y tú ya llevaban tres años de noviazgo, sus familias estaban sumamente felices con ellos, ambas era ricas y de sangre pura, así que no era un conflicto, el verdadero problema estaba en que últimamente ambos se sentían incompletos. Durante esos felices años juntos, los dos se complementaban, manteniendo la compostura en público y profesando amor eterno en privado.

Severus, olvidando por completo su enamoramiento por Lily, fijó su atención en ti, sorprendiéndose de la rapidez con la que había olvidado a la pelirroja. Sin embargo, sabía que eras una mujer prohibida, tanto por la edad cómo por el hecho de que eras la pareja de un chico de alto estatus, y que si quisiera, en un chasquido de los dedos, lo mandarían a matar o peor aún, lo expulsarían.
Nuevamente, guardó su amor en lo profundo de su corazón. Pero no desaprovechaba la oportunidad de sobresalir frente a ti cada vez que podía, alardeando de sus habilidades y destrezas.

Un día, mientras charlabas con  Lucius, salió el tema del amor secreto de Severus. "Ay, por favor, claro que no." Te quejaste al escucharlo, Lucius no mostraba ningún indicio de gracia, aclaraste tu garganta y lo miraste lo más seria posible. "En todo caso, es solo un niño de primer año, creo que es normal que piense que está enamorado de alguien mayor. Quizás no lo sepas, pero eso es muy emocionante." Alzó una ceja en tu dirección, juzgandote con la mirada.

Tratabas de entenderlo, pero te resultaba difícil, Luicis jamás se había mostrado celoso, él mismo se consideraba y sabía que era superior a todos los chicos y chicas que alguna vez trataron de cortejarte. Nunca fuiste capaz de pensar que presenciarías una escena de celos de él. "Probablemente no lo notes, querida, pero ese chico busca tu atención cada vez que puede, y ni siquiera le interesa y estoy o no presente." Sonreíste cálidamente, ocultando la sonrisa burlona al saber que estaba celoso de un chico de once años. Acariciaste su mejilla con tu mano, él se apoyó contra ésta a regañadientes, te inclinaste y besaste corta pero amorosamente sus finos labios, terminando el beso con un ligero roce con las puntas de sus narices.

Severus se apretó los puños y se dio media vuelta, tratando de borrar la escena de su subconsciente.
Esa misma tarde, mientras volvías a leer Hamlet, Severus se sentó a tu lado, lo miraste inquisitivamente, esperando pacientemente a que hablara.
"Te he estado observando." Confesó, asentiste sin decir una palabra y él continuó, "y... Bueno, sé que eres muy inteligente, y obviamente muy avanzada en todas las materias y me gustaría..." Lo cortaste allí. Sabías a lo que llegaría, y sinceramente, ya te había dado muchos problemas como para seguir. "Creo que eres consiente de que tengo novio, y siendo honesta, no le agradas. Lo que sea que quieras de mí, no lo obtendrás." Dijiste, cerrando tu libro de un golpe y levantándote de la mesa.
El pánico lo invadió y de reojo, observo tu marca en tu muñeca, esa era la única oportunidad que tenía de acercarse a ti. Trató saliva pesadamente y volvió a hablar, "Yo quería pedir tu ayuda porque quiero ser un mortífago." Soltó, inclínate tu cabeza un poco y te giraste hacia él lentamente, sonreíste burlonamente. No puedo creer hasta dónde llegó solo por estar a mi lado, pensaste, "Hubieras empezado por ahí, dulzura. Ven, caminemos" sin dejarlo responder, te diste vuelta y empezaste a caminar, él, en un momento de euforia por el apodo -en este momento sin ningún sentimiento por detrás- saltó del banco y te siguió casi corriendo.

"Así que, ¿Qué es lo que quieres saber?" Comenzó a pensar a toda velocidad, "No lo sé, nunca había llegado tan lejos...Pero supongo que todo lo que tú sepas, para estar cerca de tu alcance" Sonreíste, esta vez genuinamente, resolviste su cabello amistosamente y te propusiste, a pesar de no ser sangre pura, que le enseñarías todo lo que sabías y lo harías mejor que tú.