Para Gojo Satoru la vida había sido buena, emocionante y llena de diversión.
Desde que tiene memoria había sido reconocido como un genio en el mundo de la magia y hechicería, así como el mayor orgullo de su familia. Era demasiado talentoso y siempre estuvo consiente de eso, los primeros años de su vida fue educado en casa para ser el mejor, para sobresalir y dejar bien en alto el nombre de la más prestigiosa familia mágica japonesa.
Cuando entró a Hogwarts hizo amigos con gran facilidad, desde que puso un pie en el lugar su atractivo y ese exceso de confianza que lo caracterizaba atrajo a los demás como polillas a una lámpara. En su primera noche el sombrero seleccionador gritó bien en alto “Slytherin” y así Gojo Satoru terminó en la casa más orgullosa de la institución, después de eso conoció al que pronto se convirtió en su mejor amigo, Geto Suguru, quien también fue enviado a Slytherin, de descendencia igualmente japonesa y un carisma tan brillante que te hacía confiar en él con mucha facilidad.
Satoru era inmejorable en cada hechizo que hacía, volaba perfectamente y su popularidad crecía exponencialmente, aunque su comportamiento dejaba mucho que desear a sus maestros y al prefecto, la verdad era que Satoru nunca tuvo problemas mayores a unos cuantos castigos.
En su segundo año fue reclutado para el equipo de quiddich como cazador a la par que Geto fue colocado como guardián.
También en ese año accidentalemente conoció al chico que lo volvió más idiota. Delgado y alto (aunque no tanto como él), de ojos que rayaban entre tonos miel y avellana, con el cabello lacio y sedoso de un rubio muy claro que peinaba dejando un pequeño fleco cubriendo ligeramente uno de sus bonitos ojos, el muchachito tenía rasgos asiatico-occidentales y una expresión seria que parecía no cambiar.
No dudó en indagar más del jovencito que a veces se encontraba por los pasillos luciendo una cara de fastidio mientras sostenía algunos libros y conversaba con otro chico de una casa diferente, puesto que el rubio portaba el emblema de Ravenclaw y sus colores mientras que el otro los de Gryffindor.
Gracias a su gran número de amigos le fue fácil descubrir que el nombre del tierno joven era Nanami Kento, de primer año y con una personalidad bastante antisocial puesto que solo se le veía hablar con un miembro de Gryffindor llamado Haibara Yu.Con la curiosidad picándole la cabeza y un sentimiento incómodo en la boca del estómago en cada ocasión que veía al menor, al final no se resistió y terminó acercándose al dúo de chicos, trató de sacarles conversación pero el rubio lo ignoró olímpicamente, al parecer el único que estaba interesado en contestar sus preguntas era el Gryffindor que exudaba energía.
Pero Gojo era terco y cuando se le metía una idea no existía alma que lograra detenerlo, por lo que no se detuvo en acercarse a "conversar" con el rubio en cada ocasión disponible usando cualquier excusa que se le ocurriera.
Tal vez fue por el rostro molesto de Nanami que los amigos de Gojo, Shoko y Geto terminaron uniéndose para evitar que fastidiara demasiado al pobre muchachito.
De una u otra forma todos se volvieron amigos y poco a poco su pequeño grupo fue expandiéndose, con una calculadora Mei Mei que iba igualmente a la casa de Slytherin, una racional Utahime con la que Gojo se la pasaba discutiendo por el mero placer de hacerla enojar y un nervioso Ijichi, el menor de todos.
Pero aún cuando tenía más amigos cercanos, Nanami seguía manteniendo una posición especial en la cabeza de Gojo, haciéndolo querer estar cada vez más y más cerca, ver todas sus facetas y conocer todo de él.
Porque tal vez sabía que Haibara era su amigo de infancia, como era mitad japonés y había pasado casi toda su vida viviendo en el país de sol naciente, que le gustaba leer todo tipo de cosas, principalmente novelas y libros sobre animales mágicos, como sus obras favoritas eran las de Newton Escamander, también que cumplía años el tres de julio y era hijo único. Pero no sabía cuál era su color favorito, su mayor temor o el tipo de música que escuchaba, ni de sus planes a futuro o su más grande sueño, no tenía idea de sus hábitos o si su relación con sus padres era buena.
Sin importar que fueran cosas tontas Satoru realmente quería saberlas todas, como por qué odia el melón y cada pequeño detalle que lo hacía ser tan perfecto.
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All the Love in the World
FanfictionDonde Nanami encuentra la belleza de la paternidad criando a dos pequeños como padre soletero y por azares del destino termina enseñando en su vieja escuela de magia, en la cual también trabaja su viejo primer amor. AU Wizard World (Potter verse) Si...