Capitulo VI

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Hace algunos capítulos les hable de una chica alta y delgada, con la que por más que planeamos encuentros, jamás pudimos estar juntos. Para mí eso siempre ha sido como un aviso divino, si el universo me manda señales para no estar con una mujer, yo desisto y me alejo de una vez.

Aprendí que el mejor sexo llega sin planearlo. Mejor dicho, en planes cortos, las experiencias donde las personas se dejan llevar por sus sensaciones, está planeado tener sexo pero no donde, ni cuando, sólo se dejan llevar por el momento. Eso te define como persona porque te hace liberar tus demonios y tus perfecciones al mismo tiempo.

Poco a poco me fui alejando de aquella muchacha porque me encantaba pero entendí rápidamente que si no se daba era por alguna razón. Y así fue al poco tiempo la chica comenzó a subir fotos con su marido recién salido de prisión, vaya lío que me hubiese metido por hacerle caso a mi miembro.

Recuerdo una vez que andaba con una chica. Iba a mi casa y me hacía todo lo que yo le pidiera era muy complaciente, un día me dijo que no habría nadie en su casa que si quería ir... era casi las 10 de la noche y mi teléfono se estaba descargando; le dije que me dijera como llegar que iba a ir. Me describió el lugar yo jamás había ido solo para allá... En fin, tome un taxi, y el chófer me llevó a un lugar equivocado y pues yo no sabía; la chica llamaba y me decía que estaba esperándome en la parada y yo molesto le decía que estaba en la parada que no me mintiera. Se me apago el celular y yo buscaba donde cargar porque... cuando te digo que me daba de todo, me daba de todo... cada pose y cada espacio de su cuerpo ya había sido conocido por mí. Se hicieron las 12:30 de la madrugada cuando me di cuenta que estaba en el lugar equivocado.

Intente rectificar y tome otro taxi, pero llegue a las 1:30 am. La chica ya no estaba, no había nadie en la avenida, ya casi no tenía dinero, tampoco tenía carga en el celular y ni idea de cómo llegar a la casa de ella. Me toco regresar a casa casi a las 2:30 am. Triste, molesto y con las ganas de estar con alguien.

Una noche más que me tocaba dormir zaceado por mi mano, con mi mente atormentándose sintiéndose asqueada por haberse masturbado. Porque créanme, masturbarse es ir al cielo y al infierno... mientras te tocas te sientes el rey del mundo pero cuando terminas te sientes todo un perdedor, un sucio y un enfermo. Pero eso no impide que quieras volver hacerlo la siguiente vez.

Y ustedes chicas me disculparan pero ese es un sentimiento que ustedes no logran entender jamás. Como algo que nos hace tanto daño mental, es capaz de formar parte de la vida de cualquier hombre en la mayor parte de su existencia.

SátiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora