Esta es mi vida. Soy un chico como cualquiera, tengo un trabajo común, estudio, a veces soy sociable y a veces no, soy un poco ansioso y un poco tímido. Pero hay algo que no puedo evitar... la gran atracción sexual que siento por el sexo opuesto; desde hace mucho tiempo, he pasado los límites y ya hasta tengo miedo.Puse algunos síntomas en internet y pues dice que es un trastorno llamado Hipersexualidad Masculina. Es muy gracioso, sabía que era adicto al sexo pero no sabía que era causado por mis ansiedades y nervios. Es muy confuso para mí hablar de esto pero lo haré.Todo empezó hace 10 años cuando tuve mi primera relación. Solo era un chico de catorce años. Mis primas fueron a casa y allí estaba una de sus amigas, lo más sexy que había visto; su piel oscura era radiante; su trasero como almohadas relajantes. Mientras conversábamos, sentía cómo nuestros cuerpos se atraían, ella me miraba y muy sensual su lengua mordía, no aguantaba las ganas, tenía que decírselo, quería hacerle el amor aunque en eso no tuviese oficio.No quería levantarme, era algo vergonzoso, tenía una erección ese día como ningún otro. Pero debía ir al baño. Me estaba orinando tratando de disimular, me levanté a orinar, cuando regresé, ella se había dado cuenta, me escribió en las notas que había visto al atleta. Le dije sin miedos y sin nerviosismos que sí podíamos hacerlo cuando todos estén dormidos...Me miró y sonrió... y luego otra vez su lengua mordió. Aceptó mi propuesta y en tan solo un par de horas, estaba encima de ella besándole la boca. No sabía qué hacer, era mi primera vez, pero no podía quedar mal, tenía que hacerlo bien... sutilmente traté de tocarla y sentí el momento cuando se mojaba... dije en mi mente, este es el momento, saqué mi pene y lo introduje dentro de ella.Era algo hermoso lo que estaba sintiendo, esa sensación en mi pene mientras iba entrando y saliendo; ella mordía mi oreja y me decía suavemente: "Me vas a hacer gritar, no lo hagas tan fuerte". Le pregunté si la estaba lastimando. Y me dijo que siguiera, que lo estaba disfrutando... en ese momento sentí un cosquilleo en el glúteo, y como electricidad pasó a los testículos; entre más seguía, mi mente no lo creía y algo quería salir... sentía que me venía; y como por cosas de Dios... mi sobrinito lloró y de un solo brinco quedé en el sillón, cuando estaba allí no lo puedo explicar pero solito sin tocarlo pude terminar.Cuando todos volvieron a dormirse, volví hacia donde ella me dijo que estaba saliendo el sol y que no podíamos continuar. Le dije: "Está bien, espero volverlo a hacer...", y ella dijo algo que no podía creer. Ella dijo: "Fue muy lindo estar contigo... no me arrepiento de lo que hicimos, pero esto ya no podremos repetirlo; porque soy la mujer de tu primo".En mí pasó un escalofrío sin igual; se los juro, casi llego a llorar, no sabía de esa situación... si no me la hubiese aguantado como un varón. Todo confundido me fui a dormir... y la verdad no sabía si llorar o reír... estaba feliz por la gran ocasión e impactado por la revelación; así es la historia de mi primera vez... les contaré todo sin ninguna restricción, a ver en qué momento empezó mi adicción.
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Sátiro
Romancela historia de un tipo con un transtorno de hipersexualidad masculina; sus locas fantasias.. crudos deseos y mas profundas anecdotas