– ¡Chicos chicos! –
Se acercó a la mesa donde estamos sentados, teniendo una charla amena.
– ¿Qué sucede Mina? –
– ¿No estás enterada? –
Le contesto a Uraraka con otra pregunta sonando asombrada por ese simple hecho, pero todos aquí nos observamos confusos al no saber a que se refería la chica.
– Al parecer nadie aquí así que habla de una buena vez –
Proseguí a opinar a ver que se traía la pelirosa en manos.
– Prepárense para la bomba –
Hizo una mímica con sus manos y comenzó hablar sobre un antiguo compañero que fue a estudiar al extranjero hace más o menos tres años.
– ¿Me estás diciendo que midoriya va a regresar?
Observe a denki asombrado, quería asegurarme que era el único que había pensando en él y que por tanto mencionarán al estúpido de Monoma, tengo tanta vergüenza al escuchar ese nombre nuevamente.
– ¡Así es midoriya va a regresar en una semana! –
Todos comenzaron a dar gritos de felicidad mientras que el único que se atormentaba por esa noticia era yo.
– Bakugou ¿Te encuentras bien?, estás pálido –
Contemple el cielo un poco desorientado, pase a mirar mis manos que comenzaron a temblar y Sero volvió a repetir la pregunta logrando que fijará mis ojos en lo suyos ansioso.– Estoy bien –
Deku que habrá pasado para que regreses, pero no es que me moleste simplemente... nuestra última conversación fue una despedida que terminó bastante mal.
Recuerdo que me seguía a todas partes desde que éramos unos infantes, al entrar a la secundaria siempre quería que lo observará como mi mano derecha; como mi fiel amigo y no detrás de mí después de todo siempre lo consideraba una piedra en el camino, muchas veces discutiamos porque lograba enojarme.
Las cosas empezaron a cambiar en la preparatoria, dejó de seguirme, hizo nuevos amigos y me dejó a mí por un lado cosa que en sus tiempos me lastimó un poco y que hasta ahora no logró entender porque tuvo que alejarse de ese modo, aunque entiendo que lo llevaba como perro faldero. Al principio no me importaba, pero después me di cuenta que me hacía falta tener al lado a ese estúpido niño que siempre buscaba llamar mi atención.
Pero entonces empezábamos a discutir porque nos molestaba ver al otro en cosas específicas.
Nuestra última conversación fue igual una discusión, de mi parte le decía que porque tenía que irse al extranjero y porque tenía que ser ahora faltando bastantes años para terminar la escuela, y lo que él me contestó es que no soportaba mi comportamiento y que se iría lejos de mis golpes y malos tratos.
Y la despedida fue una pelea a puños limpios porque me alzó la voz y me llamo degenerado, antes se podría decir que no era una persona tolerante y con un muy mal temperamento, nadie supo sobre ese acontecimiento.
Ahora las cosas cambiaron, soy una persona con más paciencia que antes, estoy estudiando en la universidad y pienso un poco las cosas antes de decirlas o hacerlas.
Ya que eso cambió todo de mí, porque por mi mal genio envié muy lejos a la persona que me removía el pecho.
La pregunta aquí es... ¿Habrá cambiado el?.
💣
Me encontraba en el campus de la universidad estudiando para el examen que próximamente haría con mi amigo Denki.
– De veras no entiendo esto Bakugou ayúdame –
— Puedo decir con mucha honra que eres un completo idiota –
No tienes que ser tan rudo conmigo. Lloriqueó dando manotazos al aire frustrado, nada comparado por como me sentía con el anuncio de ayer y valla coincidencia que tuvo que ser en esta universidad aunque no me sorprende; es la mejor del país y bastante reconocida.
Aún me encontraba acostado en el césped escuchando los murmullos de el chico a mi lado intentando buscar una excusa para no tomar el examen.
— Me gustaría ayudarte, pero tú cerebro no procesaría mis palabras –
— Anda Bakugou no seas tan malévolo –
Pude apreciar a lo lejos como Iida y Mina se acercaban a nosotros.
— Ahí vienen tus amigos fieles ahora déjame en paz –
Las hojas que tenía en mis manos cubrían mi rostro al alzarlas un poco y continuar leyendo.
— ¿Cómo van con los estudios? –
— ¡Mal Bakugou no quiere prestarme su ayuda! –
Los chicos intentaron ayudarlo pero al final conversaron sobre la reunión que hará Iida en su casa.
Deje de apreciar el paisaje que me mostraba la ventana del salón cuando el profesor se dispuso a entregar la hoja con la que plasmaríamos nuestros conocimientos.
Escuchaba a algunos quejarse sobre algunos temas pero yo ya estaba comenzando a usar mi lápiz.
Todo el salón estaba bastante callado cosa que agradezco para poder concentrarme mejor, al finalizar el examen espere a Sero fuera de los establecimientos de la universidad para irnos a su casa, ayer decidimos pasar un pequeño tiempo juntos para deshacernos del estrés.
— Bakugou se te antoja pastel –
Lo mire enojado por afirmar aquello colocando lo anterior mencionado en la mesa de cristal frente a mi antes de preguntarme.
— ¿Podemos hablar? –
Asentí saboreando la nata del pastel.
— ¿Qué sucedió cuando fuiste a despedirte de Midoriya? –
— ¿Porqué preguntas esto a estás alturas? –
Me observo dudando si hablar o no así que lo alenté a decir todo lo que tenga para mi.
— Cuando volviste estabas muy tenso y tenías muchos golpes en la cara –
Volví a tensarme, recordar aquello aún tenía efecto en mí.
No respondí, estaba absorto en mis pensamientos, aún no comprendo cual fue la gran idea de estudiar en el extranjero por el simple hecho de mis malos tratos hacia el. Siempre supe que era débil tanto mental como físicamente, me gustaría saber si sigue igual de idiota que hace tres años.
Sostenía el tenedor con mis dedos y lo observaba como si fuera lo más impresionante del mundo, pero este me sacó de mi trance.
— ¿Me estás escuchando? –
Justo sonó el timbre indicando que había llegado alguien inesperado, ya que él me dijo que sus padres se encontraban en un viaje de negocios y que no esperaba a más nadie que a mi.
— ¿Quién será? –
— Pues tu novia quien más –
Me dirigí a su habitación a jugar un poco con su play, ellos recientemente tuvieron una pelea y al parecer la chica decidió hablar de ello.
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¿Qué pasó?
Teen FictionUn suceso separa a dos personas que se aman con el alma y un pasado lamentable puede ser suficiente para aumentar el amor y la lujuria.