— Hace unos días te vi entrar aquí –
— Eso se llama acoso –
Me crucé de brazos y estaba a punto de cerrar la puerta con el pie en su cara pero este no lo permitió pidiendo que lo deje entrar.
— ¿Qué harás aquí? –
— Déjame averiguarlo –
Fruncí el entrecejo y lo dejé pasar para no seguir perdiendo el tiempo aquí, recordé las fachas en la que me encontraba y suspire enojado.
"Quisiera que fuera Deku que me viera así".
— ¿Y que has hecho después de ese día? –
— Me dejaste con un dolor pero pude soportarlo, después de ahí no tiene que importarte nada más, ni siquiera deberías estar aquí –
Intentaba recordar su nombre, pero solo tenía en la mente lo tan salvaje que fue esa noche.
Chasque la lengua y continúe virtiendo la mezcla que había hecho en la estufa. Revisé mi teléfono y Denki me había dicho que vendría a mi casa más tarde, pensaba en una respuesta ya que posiblemente Dabi esté aquí.
"Cierto es Dabi".
— Bakugou me tienes pintado aquí –
— Pues lárgate –
No quisiera que Deku me viera en esto. Que diablos tiene con ese mitad y mitad maldita sea.
Sentí unas manos en mis caderas y un bulto posándose en mi trasero. Dabi que diablos intentas hacer. Así que recuerdas mi nombre.
Rodé los ojos e intente alejarme, pero este no accedió.
— No estoy de humor si viniste a eso largo –
Sujeto más fuerte mis caderas cosa que se sentía rico no lo voy a negar, otra cosa que voy a admitir es que se siente así, porque pienso en Deku.
Al fin y al cabo, después de unos minutos decidió irse ya que no obtenía ni un poco lo que quería.
Rodé los ojos nuevamente y gruñí enojado, escuché claramente cuando se abrió la puerta pero en ningún momento como se cerraba.
De repente comencé a escuchar las voces de Denki y Dabi, obviamente conversando en la puerta.
— ¿Te irás o no?, para que tomes asiento –
No ya me iba. Denki me observó con una mirada interrogativa y suspiré aliviado cuando cerró la puerta y lo invité a sentarse en el sofá de la sala.
— Es raro que tengas tiempo para venir –
— Pedí unos minutos antes de entrar al trabajo –
Coloque el café y un plato con lo que había cocinado sin dejar de mirarlo y tomé asiento seriamente, me sorprende que dejara su trabajo de lado. Debe ser serio.
— Bakugou sabes que yo después de lo que sucedió con Todoroki hace cinco años no me ha interesado ningún chico –
Asentí recordando lo mal que estuvo en esos tiempos. Todoroki Shoto hace tiempo era promiscuo, a pesar de que se le complicó tener a Denki como pareja hizo y deshizo con todo el mundo, obvio cambio porque tal parece que le dolió ver como un chico que es alegre y tan simpático e imperativo se encontraba evadiendo a todos con una cara de tristeza y llorando en un rincón cada dos segundos.
Ellos como pareja llegaron a tener dos años.
— Así es, que pasa volvió a molestarte –
— No, tranquilo –
Negó sonriendo nervioso y me explico que le gusta alguien, intente pensar en quien y se me remueve el estómago al pensar que puede ser el.
— ¿Hace cuánto? –
Pregunte ansioso empezando a tener un movimiento frenético con mi pierna derecha y disimulando tomando dos sorbos del café.
— Hace como... dos semanas o dos semanas y media –
El tiempo que lleva Deku aquí, mordí mi labio inferior y suspiré enojado.
— ¿Quién es? –
— ¿Bakugou estás bien?, te oyes enfadado –
— Estoy bien habla de una vez –
— Es Kirishima –
Lo miré sorprendido y me di una cachetada mental tomando el cojín del sofá donde estaba que era al frente de Denki y escondí mi rostro en este recostándome.
— Enserio te encuentras bien –
— Me relajo al saber que estoy aquí hablando contigo –
Lo observé serio y me quedé pensando.
"Al tener siempre a Deku en la cabeza confundo las cosas".
"Está muy claro que aún me gusta".
— Se que soy precioso pero no te enamores –
— Me gusta alguien, y lo conozco perfectamente –
Exclamé poniéndome de pie a limpiar las tasas y los platos.
— No me recalques eso ya lo conoceré –
La casa quedó en silencio por unos segundos y este volvió a hablar.
— Tengo que irme a trabajar, hablamos después –
— Suerte con Kirihisma –
Agradeció y abrió la puerta y por segunda vez escuché un "Oh hola" y se despidió.
Extrañado salí de la cocina y no pude observar bien y alguien tomó mis caderas y comenzó a besarme desenfrenado.
Tampoco pude abrir los ojos para mirar quién demonios es el descarado porque los cubría con su mano.
Intenté nuevamente alejarme pero este comenzó a dar pasos logrando que retrocediera chocando con la meseta.
— Mm –
Falle al intentar morder sus labios, de pronto la forma en la que introdujo su lengua se me hizo bastante familiar.
— Det- - –
Se acercó nuevamente y me depositó en la mesa, ya no cubría mis ojos y pude apreciar a un chico de cabellera negra.
Finalmente terminó el beso y agitado le dije que demonios le ocurría.
— ¿No puedo besarte? –
— Joder Kaibara no tienes derecho a entrar a mi casa de esa manera y besarme sin saber si tengo novio –
— ¿Y lo tienes? –
Se cruzó de brazos y enarque una eja indignado.
— No te creo –
— Cuídate y largo –
No soy una persona promiscua, pero si de una sola noche, me he acostado con aproximadamente cinco chicos como pasivo y tres como activo.
Suspire y decidí charlar un poco con el.
— ¿Cuántas personas han venido aquí? –
— ¿Porqué preguntas? –
— Ya no hay café, es raro y solo sería así si han venido muchas –
— Algunas sin avisar –
Exclamé sarcástico preparando todo para el café sin dejar de mirarlo. Sonrió un poco y se disculpó.
— ¿Entonces tienes pareja? –
Temblé un poco imaginando aquella escena con Deku.
— Quisiera, pero creo que debería comenzar con el primer paso y no esperar a que sea él –
Después de todo yo fui quien lo alejo en un principio.
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¿Qué pasó?
Teen FictionUn suceso separa a dos personas que se aman con el alma y un pasado lamentable puede ser suficiente para aumentar el amor y la lujuria.