IX

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Como alguien puede ser capaz de seguir enamorado después de haberle roto el corazón de una manera imperdonable.

Ahí estaba yo observando a aquel peliverde sonreír y tener una conversación que a simple vista alegraba su día.

Como fue capaz de ir a rentar a chicos estúpidamente para olvidarse de alguien que lo destrozó. No me siento orgulloso con eso, ni feliz porque a logrado salir adelante después de darse cuenta que estar acostándose con chicos no era la solución.

"Menudo imbecil eres Midoriya como diablos llegó eso a tu cabeza".

Enserio que no logró a entender aquel pecoso de mierda.

— ¿Katsuki porqué estás tan frustrado? –

— Estoy recordando algunas cosas que me molestan mucho –

Ya veo, casi es hora de salir, ¿Alguna idea de dónde iremos?. Tengo pensado ir al parque de atracciones que se encuentra al otro lado de la ciudad. Pero si hacemos eso no será un pasa día.

Tomó asiento para que hablemos mejor ya que él cabeza de brócoli se dio cuenta que me ejecutará el cuello si continuaba mirando sus ojos de pie.

Suspiré y sonrojado le dije que la idea es pasar un día en aquella ciudad.

Me gustaría conocerla mejor solo en ido par de veces y solo al mismo sitio no me he dado el gusto de conocer. Así que iremos como turistas.

Sonrió pero me dio escalofríos, ya que esa sonrisa era una malévola.

— ¿Deku en qué diablos estás pensando? –

Apoyó su perfecta mandíbula en su mano derecha y me miró curioso.

— Katsuki no sé como sentirme, quieres arreglar todo pero quieres ir paso a paso a ver dime, que te incita a llevarme una noche contigo, ¿Tus celos o simplemente fue inconscientemente? –

Gruñí fastidiado y le di la espalda cruzándome de brazos.

— Fue inconscientemente idiota pecoso –

Escuche sus risas y mi sonrojo se hizo más grande al punto de sentir mi rostro tibio. Cerré los ojos fastidiado y salí del salón a toda prisa.

Como es posible que logre avergonzarme de esta manera, como lograré pasar tiempo con él si me avergüenza de esta manera, como diablos termine siendo una persona que se avergüenza de cualquier cosa.

Pensaba mientras caminaba a toda prisa intentando alejarme del pecoso.

— No me sigas –

— Vamos detente fue una broma –

Nuestros gritos no cesaban mientras caminábamos por el pasillo, vi las puertas que me guiarán al campus pero antes de poder salir por ellas Deku me tomó del antebrazo y nos encerró en uno de los cuarto del conserje.

— ¿Qué haces idiota? –

Susurré y aún no se deshacía de aquella mirada divertida y se acercó a besarme sin pudor alguno.

Abrí mis ojos como platos y no correspondí el beso por la sorpresa, posó sus manos en mis caderas y me hizo retroceder hasta chocar con una de las cuatro paredes bruscamente haciendo que suelte un quejido.

Quejido que aprovechó para introducir su lengua invitando a jugar a la mía, una de su manos paso a acariciar mi cuello y después detrás de mi oreja haciéndome temblar al también rozar nuestras entrepiernas que aún se encontraban dormidas.

— Ah~...Deku –

Sus labios descendieron hasta mi cuello depositando besos suaves que se podían tomar como mimos y sus manos fueron directo a mi trasero sujetándolo con rudeza.

Un mes, un jodido mes y solo me da un beso candente por cosas como está se mata a las personas y después los culpables son las víctimas que se encuentran en pie.

— Katsuki me encanta el sabor de tus labios –

Lo observé para que no se de cuenta que me intimidaba y volví a mirar sus labios ansioso.

"Besa bastante bien, lástima que ganó experiencia de la peor manera".

Volví a besarlo pero este en vez de corresponderme solo sonrió evitando mi beso.

— A eso me refiero –

— ¿De qué hablas? –

"Espero algún día matarte"

No dejaba aquella sonrisa y cerré mis ojos sonrojado nuevamente.

Verlo de esta manera solo lo hacía ver más tierno a mis ojos, Katsuki es una persona explosiva y nadie se imaginaría que en verdad es una persona sensible y como dije anteriormente muy tierna.

— ¿Cuándo piensas soltar mi trasero? –

— Mmm a ver, creo que es hora de salir –

Deje de manosearlo y salimos del cuarto de conserje observando que no hubieran personas pasillando.

De verdad quería preguntarle sobre lo que hizo en el extranjero, quiero creer que no fui yo que lo llevo a ser como es pero a quien engaño.

— Yo mismo lo convertí en esto –

— ¿Dijiste algo? –

Negué y continué viendo su espalda tristemente.

Nos encontrábamos camino al parque en un taxi y no dejaba de apreciar el paisaje por la ventana. Deku no decía ni una palabra porque anteriormente me preguntó que pasaba ya que notó mi desánimo y simplemente dio su brazo a torcer al ver que ya no le decía que soltara el tema y no le contestaba.

💣

Estaba sonrojado por la reciente acción del pecoso, sujetaba mi mano fuertemente encaminándonos a la ruleta con una gran sonrisa de oreja a oreja.

No chistaba y me dejaba guiar por el más alto, no me di cuenta cuando nos encontrábamos haciendo fila y observé al chico de al lado curioso.

No dejaba de mirar a Deku y a pesar de que aprecio mi entrecejo fruncido no lo detuvo y continuó mirándolo descaradamente.

— ¿Pasa algo Katsuki? –

Mire sin entender el porque preguntaba aquello así que las siguientes palabras lo desconcertó.

— ¿Porqué rayos preguntas estupido Deku atractivo? –

— Estás gruñendo por lo bajo –

Esta vez lo hice conscientemente y miré al chico nuevamente así logrando que este lo mirara igual.

Dijo que es normal que le piropeen y más con la mirada y bufe observando la ruleta ansioso, todo estaba saliendo como quería, incluso mejor ya que Deku no soltaba mi mano al contrario, afianzó más su agarre sin dejar de mirar al frente.

Por primera vez en el día, me acerqué a tal punto de que nuestros cuerpos quedaran jodidamente cercas.

— Ponte celoso más seguido –

Me sonrojé apoyando mi espalda en su fornido pecho y sin querer posicionando mi trasero justo en la línea, es decir, en su miembro.

— Si, más seguido –

— Jodido pervertido –

¿Qué pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora