VII

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Suspiré guardando en el almacén todo lo de limpieza y terminé de despolvar una de las mesas del mini restaurante donde trabajo.

Quedé maravillado por lo bien que se veía todo, así que con una media vuelta decidí ya largarme a mi casa, pero escuché el típico tintineo cuando se abren las puertas.

— ¡Ya está cerrado! –

— Oh Katsuki, no sabía que trabajabas aquí –

Temblé por escuchar aquella voz tan gruesa que me encanta. Volví a dar media vuelta para contemplar aquellos ojos verdes que me vuelven loco.

Deku se acomodó en una de las mesas notándose lo cansado que se encontraba por la práctica de voleibol y tiró sus cosas en el suelo.

— Se que está cerrado pero dame una ayudita –

Seguí observando aquel pedazo de hombre que estaba sentado frente a mi con una mirada suplicante, pensaba en lo bien que se sentiría estar en una relación con el ojiverde.

— Iremos a mi casa –

Quedé completamente sorprendido ya que según lo que me habían dicho, el gerente de este mini restaurante es muy estricto así que no me atendería porque ya era la hora del cierre, pero valla sorpresa me llevé al saber que el gerente de este restaurante tan famoso era Katsuki.

Aún sabiendo eso sospechaba que me trataría como dicen los rumores así que encantado decidí ir a su casa por algo de comer, ya que no quería llegar a la mía a preparar algo porque estaba súper cansado.

— ¿Torneo? –

— Así es el entrenador nos está acabando a base de entrenamiento ya que después del torneo de fútbol que fue el tuyo sigue el de voleibol luego el de tenis, Basketball y así sucesivamente y estoy cansado aunque ya estoy acostumbrado —

Asintió escuchando atentamente y llegamos a un edificio bien bonito que supuse yo que ahí es donde se encuentra su casa, entonces ingresamos al ascensor y nos quedamos completamente en silencio esperando que se abran las puertas de estas.

Cuando pasó, lo seguí apreciando las paredes desinteresado y recordé que no había venido ni una sola vez a saludar a sus padres, así que comencé a mentalizar todo lo que diría sin dejar de ver las paredes.

— Aquí es cuidado si me atropellas –

Me disculpé por estar andando en las nubes y quise preguntar por sus padres pero ya que estamos aquí mejor decidí esperar a verlos por cuenta propia.

— ¡Estoy en casa! –

Nadie contesto así que cerré mis ojos para que las imágenes morbosas que aparecían en mi cabeza se esfumarán.

— Es raro que no estén, toma asiento –

Dejé pasar aquello y decidí ver la casa que olía muy bien por cierto, los retratos se veían preciosos y ni se diga de las decoraciones que a simple vista trasmitía calidez, amor y confianza.

Observé sobre mis hombros y Katsuki se veía súper bien en aquella cocina, lo que me deja la duda de porque aún vive con sus padres.

No quise hablar sobre ese tema por ahora y me acerqué a la meseta que separaba la cocina de la sala y no dejaba de mirar ni por un segundo aquel chico que remueve todo dentro de mi.

— ¿Deku aún te gusta la combinación de pollo al curry? –

No podía voltear a verme porque después se le derramaría lo que estaba mezclando que era algún tipo de salsa, así que aproveché para acercarme a él, y lo que separa mi persona con su espalda era dos metros de distancia.

— ¿Me estás escuchando nerd? –

— Me excita que aún recuerdes esos pequeños detalles –

Se sobresaltó a pesar de que susurré en voz muy baja y noté que por poco se le cae la bandeja así que tome sus manos acariciándolas con una gran sonrisa de oreja a oreja que este no podía ver.

— Aléjate –

A pesar de que hablé rudamente por dentro sentía no mariposas no, un montón de abejas a punto de salir de mi cuerpo.

Este no hizo caso a mi mandato así que suspiré y volví a decirle que se alejé pero hizo caso omiso y continuó sus caricias en mis manos.

Decidí ignorarlo y continuar con lo que tengo que hacer preguntándome donde estaban mis padres. Al rato pude ver una nota en el refrigerador ya que tenía que tomar algo que se encontraba arriba de este.

— Toma el envase que está allá –

Señale el lugar leyendo la nota que decía que hoy no volverían a casa por trabajo y que me cuide mientras hacen sus horas extras.

Relajado porque no tendré que soportar a mi madre con la cuestión de Deku si lo viera acá. Giré sobre mis talones observando la espalda que tanto me encanta del anterior mencionado siguiendo los pasos que debería estar haciendo yo en estos momentos.

— Siéntate y descansa, porque si fuiste al restaurante fue para no estar en esto –

— Y no te equivocas –

Pues fuera de la cocina bastardo. Lo empujé sintiendo el tacto de su espalda por encima de la camisa y terminé de preparar su cena sin dejar de pensar en eso.

💣

A pasado un mes desde la llegada de aquel cabeza de brócoli que hace que mi corazón lata desenfrenado por él. Cada vez que lo veo me frustra no poder acercarme de la manera que quiero, me enoja ver como el mitad y mitad pudo incluso a ver logrado salir con él al cine, después de eso hasta va a su casa y yo aún ni se donde se está hospedando y apenas acabo de enterarme que vive solo, razón por la cual me molesta cada vez que se van juntos.

¿Qué demonios hacen solos?, ¿Porque se llevan tan bien?. Maldita sea yo soy el que lo conoce muy bien a pesar de que haya cambiado tanto, entonces porque se me resulta tan difícil acercarme a él.

Porque te gusta

Cállate voz de Mina mal nacida, claro que me gusta y no solo eso, estoy completamente enamorado del chico con pecas no tienes que recordármelo.

El bastardo de las mitades lo quiere para el solo.

También cállate debes apoyarme eres mi voz, intermitente, pedazo de basura tengo de valor, solo me gusta no importa, porque diablos me avergüenza ser yo el que se acerqué.

Si no lo haces no te sientas mal cuando te lo arrebaten.

Eso ni hablar. Deku es mío, aún no me pertenece pero es mío.

— Ahora me conocerán –

¿Qué pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora