IV

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Jirou nos explicaba a mi y a Kirishima sobre los clubs.

— Y por último están los de deportes, hay están fútbol, voleibol, tenis, básquetbol y demás –

— Nos interesa el de voleibol –

Cuando Kirishima se terminó de alegrar de que haya un equipo de voleibol en la universidad, decidimos pasar más tarde a ver los establecimientos para empezar a practicar mañana.

Ahora mismo tenía algo que hacer, y era buscar a mi mamá en la oficina del director para terminar el papeleo. Al finalizar me senté en las gradas a descansar un poco y disfrutar ese maravilloso aire desde las alturas de estas.

— ¿Midoriya no? –

Abrí mis ojos para contemplar a un chico peliblanco. Llevaba un balón de fútbol y estaba todo sudado, a pesar de que sonreía amablemente pude notar en su mirada algo extraño.

— Así es, ¿Quién eres y qué se te ofrece? –

Intente sonar lo más simpático posible pero con la expresión que posó en su rostro pude darme cuenta que fue un poco duro.

— Mi nombre es Todoroki Shoto un gusto –

Asentí y este me comentó que le gustaría salir conmigo más tarde, decidí darme un par de vueltas con él.

— ¡Mitad y mitad! –

Giré a ver a Katsuki y valla vuelco, esos pantalones le quedaban a lo justo pudiendo apreciar esas maravillosas piernas y no esta de más mencionar el gran trasero que tiene, la camiseta era fina y se transparentaba y estaba ceñido a su cuerpo debido al sudor mostrando a la luz sus pezones y su abdomen.

"Estás en buena forma".

Fruncí el entrecejo porque Deku no despegaba su mirada de mi.

Nuevamente llame al idiota de las mitades ya que "accidentalmente" golpeó el balón hacia allá y aún no regresa.

Me enoja ver como estos conversaban felizmente y me molestaba aún más saber lo que buscaba el.

💣

— ¿Quieren que los guíe? –

— Claro no hay problema –

Sonreímos y partimos hacia el club de voleibol, pasamos a un lado del laboratorio de química y una de las chicas salió de prisa a detener a Jirou.

— Necesitamos tú ayuda –

— Ahora mismo estoy ocupada Tsuyu –

— Lo que sucede es que provocamos un desastre –

Logramos ver humo negro saliendo del laboratorio y observamos a Jirou comprensivamente. Miro sobre su espalda a ver si encontraba una solución y Katsuki estaba caminando a la salida.

— ¡Bakugou ven un segundo! –

Contesto el llamado con una mirada y al vernos a nosotros les juro que casi pude ver como se sobresaltó, se acercó a nosotros y en sus ojos se podía notar su nerviosismo.

— Que –

¿Podrías encaminarlos hacia el club de voleibol por favor?, no te desvías así que me harías un gran favor.

Gruñó y me observo de manera extraña exclamando que no tenía todo el día.

Emprendimos camino hacia el club y no dejaba de hablar con Kirishima sobre las chicas que no paraban de mirarme y de pedir mi número, el me decía que tengo que presentarle algunas ya que los chicos no le hacen caso; el va en ambos lados.

— Te digo que deberías considerarme Izuku–

— Como digas –

Tenía una sonrisa de oreja a oreja por el ambiente alegre que manteníamos.

— Aquí es –

Estuvimos apreciando como los chicos golpeaban los balones y Kirihisma se mandó a volar en busca de una de las pelotas que se dirigió hacia lo último de la cancha.

— ¿Estará loco?, son más de 70m –

— Llegará tranquilo –

Y así fue, nosotros somos muy buenos en este deporte.

— Mi trabajo aquí terminó me largo –

Sonreí y cuando giró lo acorralé en la pared y me acerqué peligrosamente a él. Este me miro confundido pero sus manos se movían inquietas.

— ¿Qué haces imbécil?, aléjate y déjame ir –

Comenzó a forcejear y yo acerqué mi rostro al suyo al punto de que nuestras narices rozaran y nuestros miembros sintieran el calor del otro.

— Deku diablos –

Descanso sus manos en mis hombros e hizo presión dándome entender que estaba perdiendo el control.

— ¿Ya por esto estás descontrolado? –

— Cállate y vete con el imbécil de las mitades –

Estuvimos manteniendo esta conversación con nuestros labios rozándose, tenía mis manos en sus caderas y apreté estas gruñendo en sus labios y este jadeo acercándose más.

— Que te valla bien Katsuki –

Susurre en su oído y después de dejarle un suave beso en este me alejé camino adentrarme al club.

Observe su fornida espalda un poco agitado, chasque la lengua porque casi se da cuenta que estaba como celoso y me dirigí a colocar mi asistencia en la práctica de hoy para largarme.

Mamá me esperaba en casa junto a mi padre y mantuvimos una charla sobre los estudios, les comenté que Deku estaba en mi clase y que había cambiado mucho.

— ¿Ya lo besaste? –

Me sonroje apartando la mirada hacia las escaleras de mi casa pensando en escapar.

— ¿Aún no?, que lento eres –

— Mitsuki –

Suspire y decidí mejor usar la computadora que se encontraba en mi habitación.

Respondí algunos mensajes desde mi teléfono y observé el baño con un suspiro de alivio porque ya estaba casi listo.

Organice las tareas que tendría que hacer para mañana y hurgue entre mis ropas para acomodar la de dormir en la cama.

— ¡Katsuki la cena está lista! –

— ¡Colócala en el microondas cenaré después! –

Volvió a gritar que no sea tan tarde y afirme que cenaría, el agua se encontraba caliente y me sumergí relajando todo mi cuerpo y acomodando mi cuello en la cabecera de la tina.

Suspire súper aliviado y a mi mente llegaron las buenas poses de Deku, hoy los chicos del equipo de voleibol los examinaron a ver si tenían experiencia jugando.

Deku es un demonio en la cancha, a pesar de que no fueron preparados para jugar se arremangó la camisa y los pantalones viéndose aún más sexy.

El como buscaba todas las pelotas para que no impactarán con el suelo y el como atacaba al punto de que al principio no veían la pelota para recibirla fue muy caliente.

Deku es caliente y eso me vuelve loco, lo que me cruzo los cables al final fue la manera en la que se despojó de la camisa toda sudada que estaba ceñida a su pecho y se pudiera apreciar esos perfectos abdominales y esa espalda tan aruñable.

Deje de acosar y me dirigí a casa para atormentarme menos.

¿Qué pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora