Capítulo 13: Manjar.

14K 1.4K 437
                                    

Katsuki frotó sus dedos por ese botón suave y pequeño, estaba caliente y viscoso. El Omega en sus brazos temblaba lleno de espasmos y jadeaba suavemente mientras mordía su labio inferior para contenerse un poco.
El rubio sonrió con malicia llevando su boca al oído del peliverde para lamer y chupar, eso lo hizo gemir tembloroso.

—¡Hgm!, K-kacchan, más fuerte por favor, sé más rudo. —Izuku trató de inclinar sus caderas hacía adelante para presionar más su piel y sensible botón queriendo tener más firmeza.

Sin embargo, los dedos de Katsuki se burlaban separándose y dando suaves fricciones, Izuku estaba chorreando, daba gracias haber tenido en su escritorio toallitas húmedas y haber puesto cuatro bajo su trasero para no ensuciar su asiento. El propio aroma de las toallitas no le dejaría huellas a su lubricante.

El alfa estaba allí, recostado tras suyo y usando sus manos para volverlo un manojo de nervios derretidos. Era increíble cómo algo tan sencillo podía destruirlo tan fácil, debía de ser un buen Omega, terminar de revisar los papeles y poner su firma en ellos para después enviarlos a Aizawa, así tendría ganado su orgasmo, sin embargo, era más fácil pensarlo que hacerlo.

—Por favor, Kacchan… baby… —el mayor suplicó por lo bajo, el lapicero temblaba en sus manos y no podía ni siquiera poner una letra. Una risa baja y oscura resonó en su oído derecho e Izuku supo que su petición fue denegada.

—No creo que eso sea posible, sabes cuál fue el trato, pero no haz hecho nada aún, ¿Como quieres que baby recompense a su mommy así? —Katsuko recibió un gemido lastimero como respuesta.

Usó su dedo del medio e índice para pellizcar un poco el sensible botón cambiando el anterior para obtener un pequeño gemido de placer por parte de Izuku. Pero el pellizco fue momentáneo y volvió a solo frotar sus dedos sin hacer mayor presión, Katsuki sonrió de manera perversa al ver como el rostro del pecoso se arrugó en un puchero.

—No es justo… ¡Anh! —los dedos gruesos del rubio bajaron hasta llegar a la apretada entrada de Izuku y presionaron contra ella, eso fue lo que sacó el gemido de sorpresa, pero aún así no fue demasiado, y el Omega quería más.

—No pongas esa carita, hace que mi autocontrol se vaya, además, si mommy hace su trabajo rápido puede que Baby use su boca para llevarlo a ese orgasmo que tanto quiere. —Katsuki propuso notando como una mirada esperanzadora aparecía en el rostro de Izuku.
Bueno, no era exactamente algo que fuera un sacrificio para el alfa, en realidad, extrañaba un poco el sabor del dulce coño que tenía ese Omega.

Podía notar con sus dedos como una ligera capa de vello púbico estaba creciendo, lo que era algo raro ya que Izuku siempre cuando tenían sus encuentros su piel estaba completamente limpia, pero eso no le desagradaba en lo absoluto. Izuku volteó su rostro hacia él, sonriendo con su rostro rojo.

—¿De verdad Kacchan? —el pecoso le preguntó y el alfa asintió dando su confirmación, eso hizo que Izuku regresará a sus papeles con determinación para acabarlos de una vez.

Pero Katsuki siguió con su trabajo frotando y pellizcando levemente ese coño sensiblemente húmedo para hacerlo temblar a propósito. Al cabo de unos quince minutos llenos de espasmos y jadeos, Izuku al fin pudo terminar de revisar los papeles que le envío Aizawa y anotar los cambios que quería hacer en un correo, lo envió con las manos temblorosas y cuando lo hizo, se recostó contra su silla soltando un gemido por lo bajo.

—A-ahora baby, cumple tu parte. —demandó el mayor y Katsuki solo sonrió empujando levemente la silla hacia atrás para poder tener espacio de agacharse.

—Mommy ha sido bueno, muy obediente. —el alfa se arrodilló entre las piernas del Omega—. Tendrás tu recompensa, haciéndote correr en mi boca. Lo advierto, no voy seré amable así que será mejor que trates de no alzar tu voz.

Sugar mommy. (Bakudeku./Omegaverse.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora