Capítulo 1: Sugars.

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Había olvidado mencionar, es temática Pussy, omegas intersex.  xD

(...)

El club privado estaba lleno, era una zona segura y de gente con bastante beneficios, no cualquiera podía tener una membresía para estar allí. Cierto pecoso tomaba sin detenerse de su gran vaso de cerveza.

Su mejor amigo estaba preocupado de lo que podría causarle a su hígado si seguía tomando de esa forma, y es que no era algo nuevo, casi todos los fines de semana Shouto tenía que mirar como su mejor amigo tomaba hasta el desmayo por su nueva conquista fallida.

—¡Ni quince centímetros, shouchan! ¡No le media no quince! —se lamentó el Omega colocando su vaso vacío sobre la mesa con algo de fuerza, sus mejillas estaban rojas y su ojos aguados, Izuku quería llorar—. ¿¡Por qué tengo tanta mala suerte!? A este paso moriré solo y con cien gatos.

El Omega de cabellos bicolor suspiró profundamente tratando de calmarse, a veces tenía ganas de amarrar a su mejor amigo a la pata de una cama y dejarlo allí por un mes, por lo menos así tendría un tiempo de tranquilidad y menos quejas.

—Quizás si no fueras tan exigente con tus expectativas tendrías una buena relación con alguien. —habló el bicolor y palmeó la espalda de su amigo—. Ya tienes treinta y cinco, y yo hijos. No podemos seguir haciendo esto.

—¡No me refriegues en la cara mi vejez y tu buena vida! Sé que Inasa no es pequeño en ningún sentido. —Izuku hizo un berrinche como niño pequeño, lamentaba su existencia y su mala suerte con los alfas, ¿Desde hace cuánto había sido la última vez que tuvo una buena cogida?

¡Nunca! ¡Ni siquiera disfrutó de su primera vez! Y eso que lo hizo pensando que sería la cosa más maravillosa que le iba a pasar, también creyó que el alfa con el que lo hizo sería el padre de sus hijos.
¡Pero el bastardo no duró ni dos minutos!

Desde ese entonces el pecoso pasó de relaciones en relaciones, no duraba ni quince días con una, ¡Nunca estuvo satisfecho con nada!, No duraba en el sexo, su aroma era hostigante, no la tenía muy grande, no sabía moverse, y miles de cosas más.

Shouto debería de haberse dedicado a ser psicólogo y además de cobrarle cada una de las secciones que tuvo y sigue teniendo con su amigo pecoso, quizás fuera el millonario más poderoso de todo el planeta, desde la primera vez, el bicolor siempre fue la persona que tuvo que aguantar ese tipo de situaciones.

—Yo solo quiero un alfa que me trate como un príncipe en la calle, pero que en la cama me haga gritar hasta quedarme sin voz, ¿Es demasiado pedir? —Ahí iba de nuevo, Shouto tuvo que sacar el pañuelo que ya tenía preparado para dárselo al pecoso.

¿Cómo era posible que la mitad de su fortuna se fuera en pañuelos que serían arruinados con lágrimas y mocos?

Aún así, Shouto no cambiaría a su mejor amigo por nada, Izuku fue la primera persona que se acercó a él sin segundas intenciones, se volvió su mejor amigo y siempre lo apoyó en todo, también fue su hombro para llorar cuando se sentía triste o frustrado por algo.

Pero, eso no significaba que Shouto no tuviera pensamientos asesinos hacia él, ¡Lo desesperaba como nadie!, ¡Si no le ayudaba a conseguir una pareja pronto, su pelo se volvería blanco por completo!

—Ya, ya. Mejor vamos a casa, es tarde y se suponía que hoy le iba a leer un cuento a mis… mejor no digo nada. —el Omega bicolor volvió a suspirar, tomó de los hombros al pecoso quien seguía secando sus lágrimas con el pañuelo que le había prestado.

Izuku siguió quejándose por todo el camino a su hogar, el gerente del club solo les deseó suerte y las buenas noches, ya eran parte de la familia del lugar. El bicolor metió al pecoso en su auto y condujo hasta el penthouse del pecoso, tuvo que hacer maniobras para poder pasar su tarjeta de acceso y poder entrar.

Sugar mommy. (Bakudeku./Omegaverse.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora