Wrong destiny

Capítulo 8

Omega y Alfa despertaron en una cama completamente desconocida. Lo que provocó que el Alfa se levantara a inspeccionar la habitación, el pasillo y los alrededores, dejando a su omega sano y salvo en el cuarto, no sin antes haberlo marcado con su aroma a él y la puerta de entrada; probablemente estaba siendo muy posesivo, pero había sido su primer celo juntos, sus sentimientos estaban a flor de piel.

Cuando el alfa revisó que todo estaba en orden y no había riesgo alguno, regresó por su omega, se bañarían y comerían, pero primero tenían que ir a la otra habitación por sus cosas.

—Pero no quiero bañarme, quiero comer —dijo el omega con un puchero en el rostro.

—Omega, ya te dije que primero debemos alistarnos, quiero salir a dar una vuelta contigo.

—¿A dónde me vas a llevar?

—A bañarte —respondió, al tiempo en que cargaba al castaño y se lo ponía en el hombro.

—No se vale, me tomaste desprevenido —reclamó.

Cuando el alfa abrió la puerta de la otra habitación quedó con la boca abierta, su silencio provocó que el omega se removiera.

—Alfa, bájame, ¿qué sucede?

Cuando el omega observó el desastre que era la habitación quedó igual de sorprendido que su alfa.

—¡Vaya! Y nosotros somos los salvajes e irracionales —se burló el omega.

—¿Qué mierda hizo ese par?

—No lo sé, tal vez... —se calló cuando su alfa comenzó a inspeccionarle el cuerpo de pies a cabeza—. ¿Qué tengo?

—Estoy buscando.

—¿Qué cosa?

—Si no te hice nada.

—¿Hacerme? —preguntó, quitando su mano.

—Omega, si Harry y Louis rompieron la cama no quiero ni pensar en todas las marcas que has de tener —con desespero siguió intentado buscar algún daño en Louis.

—Alfa tranquilo —dijo el omega tomándolo de la barbilla —. Tranquilo ¿si? Mira, estoy bien, no tengo nada.

—¿Seguro?

—Si Alfa, al contrario, se me antoja una noche como la que tuvieron ellos.

—Omega —reprendió el alfa.

—Bien, bien, iré a bañarme, entre antes lo haga antes como.

—Omega —llamó, cuando tuvo su atención le dijo —: Hablaré con Harry, no me gusta que te trate mal, ni a ti ni a Louis, los dos son mis amados y a los dos los protegeré.

El omega solo pudo sonreír ampliamente y seguir su camino a la ducha.

—Sal pequeña mierdilla —ordenó el alfa para sus adentros, al no tener repuesta dijo—: Harry, sal ahora.

Comenzó a soltarse leves golpes en la cabeza para que el inútil humano saliera a flote.

—Auch —se quejó —. Deja de hacer eso ya estoy aquí ¿qué es lo que quieres?

—¿Me puedes explicar que mierda pasó aquí?

—¿De qué hablas?

—Harry, mira a tu alrededor, la habitación está hecha un asco —se dio otro golpecito cuando ladeó una sonrisa lujuriosa —. ¿Qué es tan gracioso?

—Estás celoso.

—¿Qué?

—El alfa está celoso.