Encantamiento

1.3K 63 2
                                    

No tardé para lanzarme en la cama y forzarme a dormir, no quería verla llegar. Desperté con la luz del día golpeándome de una forma violenta en el rostro, pero siento mucho decir que no era más violenta que mi dolor de cabeza. Casi podía abrir los ojos.

Rodé en la cama y estiré mis brazos, bostezando lentamente para evitar empeorar el dolor. Todo mi cuerpo me dolía, qué me quedé haciendo? Era posible haber perdido la conciencia y pasar dando volteretas toda la noche? Seguramente.

"¡Buen día!"

Escuché su voz baja y melosa, haciéndome suspirar. ¿Buen día? ¿Buen día para quién?

"Sólo si es para ti, porque te puedo afirmar que para mí será un pésimo día."

X


Ads by SavePass v2.2

Dije bajo un gemido mientras masajeaba mis sienes. Lauren respiró hondo y a mi lado, tomando un poco más de la sábana para ella. Me estaba negando a verla.

"¿Tienes mucho dolor? Puedo traerte un analgésico si quieres."

Cerré los ojos y froté mi frente.

"Yo hago eso después, no te molestes."

Quería que dejara de hablar por un momento, escuchar su voz después de la noche que pasó estaba siento un punto más en toda esa situación infeliz.

"Por qué no respondiste mis mensajes ni llamadas? Me preocupé."

Resoplé y me senté en la cama, restregando el rostro con las manos para despertar.

"No empieces por favor." Pedí casi en tono de súplica, amarrando mi cabello en un moño alto. "No quiero hablar sobre-."

"Pero yo sí quiero."

Ella casi que gritó, haciéndome volver a verla, y de haber sabido mejor no la hubiera visto. Sus ojos estaban rojos, parecía que había pasado toda la noche despierta. Su cabello estaba despeinado de una forma tan linda que mis manos temblaron por acariciarlo. El labial rojo que usaba la noche anterior aún estaba en sus labios, un poco más borrado, y en el cuerpo tan solo una camisa azul y su ropa interior. Fue ahí que recordé que yo estaba solamente con sostén y ropa interior, lo que me llevó a tomar las sábanas.

X


Ads by SavePass v2.2

"Quiero disculparme, Camz." Negando, ella bajó la cabeza, rodando el anillo que tenía en su dedo índice. "Fui una estúpida contigo y eso era justo lo último que quería ser."

Deslicé mi dedo entre mis cejas cuando bajé la cabeza, intentando deshacer los latidos que sentía dentro para poder pensar.

"Sé que parece que no me importa, que le estoy prestando poca atención a todo esto, pero mira..." Sentí el colchón hundirse a mi lado cuando ella gateó sobre él, acercándose. Contuve la respiración para no inhalar su olor, una dosis de recaída era lo menos que quería tener. "Me importa, créeme. Me importa mucho."

"¿De verdad te importa?" Pregunté con una sonrisa de lado. La pregunta salió tan sarcástica que acabé sintiendo asco de mí misma. "Chistoso, pero estoy casi segura de que no te importa."

Desvié nuestras miradas y me levanté de la cama, sintiéndome tonta. Llevé una de las manos hasta mi nuca y presioné, respirando hondo.

"No digas eso." Su voz ya no era baja. "Después de que me dejaste sola en la fiesta y saliste sin, por lo menos, decirme a dónde ibas, ¿tienes noción de cuánto me preocupé por ti? Dios, Camz, no sabes lo importante que es para mí. Necesito que me disculpes, pasé toda la noche en blanco pensando si debía despertarte o no para poder disculparme."

Reí tristemente y me volví hacia ella. Nos quedamos viendo por un tiempo, el verde en el castaño, mi respiración azotando mi nariz. Veía sus manos inquietas sobre su regazo, su pecho subiendo y bajando bajo la camisa azul. No sé decir si estaba sintiendo rabia, lástima, odio de mí, ganas de besarla por tiempo determinado o si tan solo eran ganas de salir corriendo y regresar a casa.

"Fue un error haber venido sin las chicas, Lauren." Me crucé de brazos, pestañeando lentamente para controlar las ganas de cerrar los ojos por el dolor de cabeza. "Creo que no sería una mala idea tomar mis cosas y regresar a casa. Tal vez un mes lejos nos haga bien. Será mejor pasar el resto de nuestras vacaciones con mis papás."

En el fondo no creía eso, en el fondo quería pasar el resto de todos los meses en compañía de ella, pero esa opción era más racional. No sé contar cuánto tiempo, pero no tardó mucho más de tres segundos para tener a Lauren de pie frente a mí, sus manos calientes en mi cabello preso, sus ojos en los míos de una forma tan intensa que me sentí incómoda. Podría ella quitar las manos de mí, ¿por favor? Ella me tocaba porque sabía que era débil.

"No quiero que te vayas." Sus dedos bajaron hacia mi cuello, erizándome. "Por favor, no te vayas."

"Laur..."

"Discúlpame, Camz. Dime que me disculpas, ya sé que soy una tonta y bla, bla, bla, pero... perdóname. Quiero que te quedes. Tan solo quédate. Vine aquí para aprovechar contigo, quería un tiempo a solas para las dos lejos de todo. Aprovechar el tiempo libre que tengo desde que cumplí dieciocho años junto a ti." Ella sonrió mañosa, los ojos brillando en sus conocidas lágrimas. Mi corazón latía rápido y suave. ¿Suave? ¿Qué carajos era lo que ella estaba causando en mí? "Estamos en Paris, pink princess, ¿existe un lugar mejor para hacer turismo y divertirnos?"

Ah, Lauren Jauregui, quería saber qué hechizos usaste para hacer mi vida un eterno desorden. Sonreí de lado negando con la cabeza.

"No, no existe."

¿La sonrisa que ella abrió era boba y enamorada? Suspiré.

"Entonces, aprovechemos todo esto, sólo tú y yo." Ella me miró durante un tiempo antes de chocar sus labios en mi frente, manteniendo sus dos manos en mi cuello. Cerré los ojos e inhalé ese olor hermoso que solo ella tenía. Olor de mujer. ¿Cuándo ella se iba a dar cuenta de que teníamos todo un mundo solo para nosotras? Y yo que pensé que gustar de chicas era más sencillo. No es que me haya gustado algún chico antes. "Me perdonas por lo de ayer?"

Después de sentir sus labios sellando mi frente, levanté la cabeza para mirarla, bajando mis manos por sus brazos.

"Te perdono."

"Eso." Mordió su labio inferior llamándome la atención. "Tan solo vamos a aprovechar y olvidar el resto, Camz. Nadie sabe qué va a suceder mañana, ¿no? Tan solo ten presente que no estás sola en esto, yo no me mentí en aquel juego. No quiero volver a lastimarte nunca más."

Después ella acabó con la poca distancia que había entre nosotras dándome un abrazo, y yo me dejé llevar por sus brazos a mí alrededor. Era tan bueno y desesperante, que escucharla decir que no estaba sufriendo de amor sola, me hacía querer sonreír.

"Te odio Lolo, te odio."

Dije con la boca muy cerca de su cuello. Ella rio bajo contra mi oído, acariciando mi cabello.

"Es recíproco, Cabello." Sonreí. "Completamente recíproco."

"Ya lo sabía."

"Habla menos. Voy a cuidarte de ese dolor de cabeza, al final, si Ally se entera que te dejé beber, puedo considerar mi extirpación de útero a sangre fría."

Reímos juntas cuando nos alejamos un poco, la maldije a los cuatro vientos cuando mi cabeza retumbó.

No era como estar sanada de mis vacaciones, ni como creer que Lauren estaba a salvo de ser cobarde y un poco egoísta. Era como darnos un poco de paz, aunque el mañana me obligara a exigir más. Tal vez la magia de Paris funcionaría para nosotras, y yo imploraría internamente por eso.


Falling In Love For The Last TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora