Capítulo I

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Ya hacía un mes qué no se cruzaba con Volkov, desde que se cambió de turno evito cualquier tipo de contacto con él. Estaba agradecido que durante ese mes no hayan habido reuniones importantes que le hubiesen dificultado su plan de olvidar a la única persona que amó.
Los primeros días fueron los peores, luego de una jornada laboral nocturna, ya que se había cambiado al turno noche, llegaba al departamento se tiraba a la cama viendo el sol salir mientras su mente y su corazón se unían para destrozarlo por la mala decisión que sentía que había tomado. Alejarse de Víctor Volkov era más doloroso que los disparos que recibió durante toda su vida por querer ser un Héroe. Nunca recordaba en que momento se quedaba dormido de tanto llorar, pero el dolor de cabeza con el que despertaba le ayudaba a olvidar un poco a Volkov.
Sus compañeros de trabajo estaban muy preocupados por la salud de su jefe, cada vez lo veían más delgado, sus ojos apagados los cuales ni siquiera se preocupaba por maquillarselos o al menos tapar sus ojeras, su cresta ya no existía, no se tomaba el tiempo en arreglarla ni cambiarle a algún color nuevo como cada semana solos hacer.
-H ¿Te sucede algo? ¿Quieres decirme que cojones pasa con usted?- Exclamó Blake exasperado por el comportamiento de su jefe y mejor amigo -¿Pasó algo con V?-.
Horacio sintió una punzada en su estómago al escucharlo mencionar a Volkov.
-Blake... ¿Podemos simplemente concentrarnos en patrullar?-
-No, ¡Hasta que me digas que cojones sucedió entre ustedes!- Dijo casi gritando y frenando el patrulla a un lado de la carretera
-B ¿Hace falta que te recuerde que estamos en servicio y te estás dirigiendo a un superior?- Dijo Horacio mirando fijamente a Blake -No estamos fuera de servicio no eres mi amigo, en este momento, eres un compañero, nada más. Concéntrate en el trabajo-.
Blake lo miro consternado a su jefe, era la primera vez que H le hablase de esa forma y con un tono tan severo y firme.
-10-4 Directo Pérez...- mientras encendía el patrulla y nuevamente lo colocaba en la carretera. No sé volvieron a dirigir la palabra hasta terminar el turno, ni aun fuera de servicio volvieron hablar en esa semana.
Horacio pasó todo ese mes llorando, bebiendo en soledad sin fiestas, sin amigos, sin barrio, sin nada que antes provocaba felicidad en él. Pero aún así estaba logrando que sus sentimientos negativos se enfocarán en Volkov, mientras se preparaba para la reunión que tenían todos lo agentes federales, incluyendo a Viktor, solo pensaba en cuanto lo odiaba, en cuanta tristeza le podía provocar una sola persona, en la rabia que le daba saber que V no sufría como él. "¿Por qué simplemente no me diste una respuesta negativa?¿Por qué me llenaste de falsas ilusiones?¿ Por qué me destruiste de esta manera?¿Tanto me odian?" Pensaba mientras lágrimas traicioneras caían por sus mejillas delgadas, "Gustabo, Conwey, mi padre y ahora tú ¿Tan malo soy?¿Tanta vergüenza les doy?" Mientras se tiraba de rodillas en los azulejos del baño, apoyando su frente en éstas y pegaba puños al piso, no paraba de pensar que todo era su culpa, no podían ser ellos el problema, el problema claramente era Horacio y por fin lo estaba entendiendo.

Ya era la hora de la reunión y Horacio se encontraba en la habitación se reuniones de la sede del FBI esperando a que llegarán todos los federales, apoyado en el escritorio leyendo los archivos no se percató que desde la puerta un ruso lo estaba mirando petrificado. Es cierto que había pasado más de un mes desde que Horacio se alejo de él, entendió sus razones cuando lo último que le dijo fue "¿Cuando entenderás que en la vida no todo es trabajo? Yo a eso lo entendí el día que te conocí" para Viktor su vida era el trabajo y nadie iba a cambiar eso, pero al ver a un Horacio tan delgado, sin rastros de su cresta, su pelo con una tintura de pelo tan lavada, aún se notaba por el tono que la última vez que se lo cambio fue al rojo cuando fueron a su primera cita, no había rastros de maquillaje pero si unas ojeras bien marcadas y su cara parecía casi esquelética sin su máscara habitual. No entendía que estaba pasando con Horacio pero ese hombre de ahí no lo era.
Sintiendo que alguien lo observaba, levantó su cabeza y ahí estaba, tan perfecto y correcto como siempre. Se notaba que no le había afectado en nada su distanciamiento, sintió como algo dentro suyo se terminó por quebrar. Agachó rápidamente su cabeza intentando que sus ojos no se empañarán en lágrimas. "Aquí no, mantén la compostura, Horacio" se decía mentalmente. Al Cabo de unos minutos empezaron a llegar todos los agentes y la reunión comenzó.

Luego de dos horas donde se comentó nueva información sobre las distintas infiltraciones en mafias que se estaban llevaban a cabo y sobre los casos cerrados que se resolvieron con éxito, Horacio dió un último aviso.
-Bueno gracias a esta reunión pude notar que todos y todas ustedes lograron hacer buenos trabajos, realmente estoy orgulloso de mis federales- Todos empezaron a sonreír y aplaudir por las palabras de su jefe -Por eso tomé la decisión de que puedo dejarlos sabiendo que todo irá bien y seguirán haciendo un buen trabajo- Ante tan repentino silencio y preocupación en rostros de sus compañeros añadió -Me llamaron para hacer una misión en London, estaré ausente por un tiempo... Para ser más exactos si todo sale bien, 3 meses fuera. Otra noticia a parte de ésta es que se abrió un nuevo puesto...- Con miradas curiosas a su alrededor Horacio exclamó con una gran sonrisa -El puesto de Sub-Director- Todos empezaron a aplaudir emocionados por la noticia, nadie se esperaba que un puesto como ese hubiera en la sede del FBI. Empezaron a sonar muchos murmullos en toda la sala.
-V yo creo que ese puesto debería tenerlo usted eh!- Exclamó Alanna.
-Si si, yo apoyo lo que dijo Alanna, usted es el candidato ideal- Dijo Parker dando una palmada en el hombro del ruso. Volkov por la situación que estaban pasando con Horacio no creía que él podría tener ese puesto, sabía que no sería una opción aún que quisiera, poder tener el control de una malla y no de cualquiera si no el mismísimo FBI.
-Por supuesto que tuve que pensar en quien podría llegar a ser el candidato, tuve muchas opciones pero tuve que elegir a alguien que haya tenido experiencia y sepa manejar toda una malla, ¿Saben?- dijo un poco menos animado. Sus ojos se tornaron tristes antes de seguir continuando -Por eso les presento a su nuevo Sub-Director, el Agente Federal Viktor Volkov- dijo levantando su mano señalando el asiento dónde se encontraba el ruso.
Todos estallaron en aplausos y vitoreos por el nuevo Sub-Director de la sede, Volkov aún no creía que había dicho su nombre, bajando los escalones lentamente asintiendo con la cabeza a sus compañeros que lo felicitaban por ello. Horacio le tendió la delgada mano casi huesuda a Volkov para felicitarlo con una sonrisa que se notaba a leguas que era falsa, una corriente eléctrica recorrió por toda su mano cuando ésta y la del ruso se tocaron, ambos se miraron a los ojos antes de retirarla y dirigirse a sus compañeros nuevamente.
-Felicidades Viktor Volkov y espero que te sea leve mientras estoy ausente-.
-Gracias Horacio, no esperaba esto para nada, sinceramente... No lo voy a defraudar- Exclamó algo nervioso V.
Horacio solo asintió y se volvió a dirigir a sus agentes -Damos por terminada esta reunión, vuelvan a sus actividades-.
Todos hicieron el saludo correspondiente antes de retirarse de la sala y dejar a los Jefes hablar en privado.
-Horacio... Quería agradecerte por el puesto, aun que la relación que estamos teniendo no sea buena en estos momentos...-
-¿No sea buena? Volkov... ¿Tu crees que existe alguna relación? Lo único que existe aqui- dijo señalándose a ambos - Es la del trabajo, somos trabajo ¿Recuerdas? Te di este puesto solo porque sé que tienes experiencia en esto, pero es solo por el echo de que me voy y si algo me pasa tu automáticamente serías el director jefe de aquí, solo me preocupo por mis agentes, nada más... Ahora con tu permiso tengo un vuelo que tomar- Dijo cerrando la maleta y yéndose.
Volkov lo tomo del brazo -No digas esas cosas como si no fueras a volver, Horacio. Yo no sé que te hizo tomar la decisión de alejarte de mí, pero tú volverás-.
-Viktor... En estos momentos solo quiero darte un golpe para que me sueltes, pero antes de reaccionar así te lo pido amablemente, suéltame y déjame ir ¿Acaso no es suficiente?¿No entiendes el dolor que me causa el tener que olvidarte y sacarte de mi corazón?-.
-Horacio no me jodas, ¿POR QUE TE ESTAS HACIENDO ESTO? ¡MÍRATE!- Gritaba mientras le levantaba la manga de la campera del FBI y le hacía ver su brazo delgado -¿Que coño estás haciendo contigo? ¿Crees que me gusta verte así?-.
-No tienes derecho a decirme nada, Volkov. Ya entendí que soy una vergüenza para ti, como lo fui para Conwey y para... Y para Gustabo... Así que suéltame- dijo mientras se quitaba la mano que lo sostenía.
No iba a derramas más lágrimas por más que sentía un calor interno que le provocaba como si lo estuviesen quemando, ni la tortura que le dió Pogo fue tan dolorosa como la indiferencia que sentía por parte del ruso, que durante todo un mes intentó siquiera hablar con él para aclarar el tema, aún que sus sueños lo traicionaban con imágenes de Viktor pidiéndole perdón y diciéndole que lo amaba, sabía perfectamente que Volkov jamás haría tal cosa, porque jamás sentiría algo por él. Volkov se quedó mirando la puerta por la que acaba de irse Horacio, sintiendo de repente un dolor en su pecho "¿Vergüenza? ¿Por qué tendría vergüenza de Horacio? ¿Yo soy el causante de ese pensamiento tan autodestructivo?" Llevando su mano a su pecho para sostener lo que sea que se estuviese rompiendo dentro del él. "Lo siento H".





Buenas estoy escribiendo que no va a lo que está sucediendo en el rol, es algo que inventé luego de la cita que tuvieron en la que el hotel se estaba incenciando. Espero que disfruten y lloren mucho gg.

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