🦋Dead Butterflies🦋

Capítulo Final

Pov Horacio

Hace dos años que dimos el "Si acepto" cada día era más perfecto que el anterior, vivir junto a la persona que más amo y con mi madre apoyándonos en todo, realmente soy feliz. Pero mentiría si dijera que no extraño a cierto ruso con el que aún comparto un tatuaje, me gustaría saber cómo está, como le estará yendo en el FBI. Jamás hablo de ello con Alanna, ni Parker o Blake. Vuelvo a mirar la pantalla del celular con su nombre y lucho conmigo mismo por si lo llamo o le mando un mensaje, me gustaría saber algo de él.

10 minutos y sigo mirando el móvil, aún no lo llamé temo que no quiera hablar conmigo, pasaron 5 años desde que renuncié y lo deje a cargo del FBI. Si no lo hago ahora no lo haré nunca. Y aprieto el botón verde.

-Priviet ¿Quien habla?- contestó del otro lado de la línea del teléfono.
-Hee... Priviet Volkov soy Horacio. ¿Co-como estas?- por dios ¿Más nervioso no me puedo escuchar? Del otro lado de la línea solo escucho su respiración, creo que me odia me va a cortar la llamada lo sé.
-H... Estoy bien... Hace mucho tiempo que no se nada de ti ¿Co-como estás tú?- mi corazón se calma, bien al menos no me mandó a la mierda.
-Estoy bien, es que... Hace mucho que no hablamos y...y quería saber de ti ¿Sabes?- No puedo dejar de tartamudear, este hombre me sigue poniendo nervioso.
-Si es verdad eso- silencio. No me pregunta nada más ni yo a él esto se está poniendo incómodo.
-Estamos por ir a Los Santos un viaje de 3 días, iba a llevar a mamá a ver a Loki y a su hermano, los extraña y esta vez no pueden venir aquí... ¿Quizás podríamos vernos?- ay no, lo dije sin pensarlo. Escucho como deja escapar un largo suspiro.
-No lo sé Horacio, esto... No creo que sea posible. Tengo trabajo que hacer, hee... luego hablamos.- me cortó.
De acuerdo esto salió mejor de lo que pensaba pero peor de lo que creia. Me tiro a la cama y dejo escapar un largo suspiro, será mejor que vaya a ver a mamá que debe estar preparado la cena no falta mucho para que Andrew vuelva del trabajo.

Llegamos a Los Santos, Loki y Thor nos esperaban en el auto, ambos abrazaron a mi madre, se nota que la quieren y que ese sentimiento es mutuo, los 4 nos dirigimos al hotel donde nos quedaremos por 3 días.

Era de noche había hablado con Andrew por teléfono, ya lo estaba extrañando, me vesti para irme a la sede, quería ver cómo estaba él y saludar a mis colegas. En mi mente era una buena excusa.

La sede estaba algo cambiada, parecía más formal con los colores de los edificios y los vidrios eran ahora negros, muy ruso para mí gusto. Aparco el auto que me prestó Loki y voy directamente a la entrada donde pregunto por Viktor Volkov, hay más agentes que antes, realmente está haciendo un buen trabajo.
-Señor Pérez ¿Puede acompañarme por favor?- le dijo una bella mujer de cabello rosa -El director Volkov lo espera-.
Por dios lo poderoso que suena eso, la sigo hasta una oficina con vidrios polarizados por dentro es muy pulcra, ya que Viktor no se encuentra aprovecho para revisar toda su oficina, veo que no tiene fotos ni nada que muestre algo de lo que fue su vida durante estos años.

Me sobresalto cuando escucho la puerta abrirse y ver a un ruso de 2m. mirándome fijamente, desentonó muchísimo en esta oficina, sigo con mi cresta violeta, un crop top amarillo, pantalón ajustado blanco y con zapatillas del mismo color que mi cresta, realmente se nota que no pertenezco en este lugar.
Ambos nos quedamos mirando sin decir nada pero no nos quitamos los ojos de encima, tiene más arrugas que lo hacen ver un hombre imponente al que hay que temer, tiene la barba perfectamente cortada y arreglada con canas le queda perfecto, está con una camisa azul oscuro, con corbata negra y pantalones de vestir de igual color, también tiene las pistoleras de siempre, me recuerda a los personajes de historias eróticas dónde hay un súper millonario sexy quien se fija en la pobre chica sencilla.
-Priviet Horacio- saludo cerrando la puerta lentamente -Toma asiento por favor- dijo señalando los sillones que adornan la oficina, prefería mantenerme alejado de él así que solo me apoye en el escritorio.
-¿Cómo estás V?- pregunté cruzandome de brazos. -La sede se ve genial-.
-Estoy bien, gracias. Si hicimos unas remodelaciones y pusimos más seguridad luego de un atentado fallido-. Abrí los ojos sorprendido por eso. ¿Un atentado? Eso no me lo esperaba.
Comenzamos a relajarnos de a poco y la conversación fue por buen camino, los nervios desaparecieron, terminamos entre graciosas anécdotas.