🦋Dead Butterflies🦋

Capitulo X

Era viernes por la noche, con un cielo oscuro lleno de estrellas y una luna que brillaba como farol, aún que Charlotte estaba feliz de compartir esa noche con su hijo a pesar de las risas, sabía que algo lo tenía triste, esos ojos bicolores no podían mentir.
-¿Hijo? ¿Te pasa algo?- pregunto preocupada.
-Ehh... ¿Por qué preguntas, mamá?- fingió no entender a que venía esa pregunta.
-Pues hemos estado casi todo el día juntos pero pareces no estar aquí conmigo ¿Te aburro? Si quieres podemos jugar a algo para que te diviertas o... O podemos bailar o te puedo leer poesias. Loki me regaló un libro de poesias y algunas me las memorice-
-¿Enserio te lo memorizaste?-Pregunto sorprendido con una sonrisa.
-Si si. Loki me está ayudando a no olvidar con ejercicios ¿Sabes? Y algunos poemas me los acuerdo- Contestó orgullosa.
-Me pone contento que me digas esto.- Dijo Horacio pasando un brazo por encima de su madre atrayendola a su pecho y abrazarla con fuerza.
-Gracias hijo, pero aún no contestaste mi pregunta ¿Que te tiene malito?-
-Bueno... ¿Te acuerdas del ruso?¿Del que me gusta... O gustaba...? O... Bueno ¿Te acuerdas de ese ruso?- Pregunto soltando a su madre y sentándose en el pasto.
-Mmmm... Creo que sí, el... El... Comisario Bombón ¿Verdad?- Pregunto sentándose a su lado.
-Ehh... Si ese mismo. Bueno, él y yo tuvimos una cita hace varios meses. Pero no funcionó me dejó en claro que solo le importa el trabajo ¿Sabes? Yo creo que jamás seré importante en su vida.- dijo mientras se acostaba y apoyaba su cabeza en las piernas de su madre. -Y pues eso rompió mi corazón, por eso no había venido a verte durante unos meses, realmente estuve muy mal y luego me asignaron una misión en London.- El crestas prosiguió a contarle la historia de los últimos meses, sobre Andrew, el beso con Volkov, el accidente y las noches en su departamento, la confesión del ruso y la  confusión que le provocó éste. Charlotte lo escuchaba atentamente mientras acariciaba con delicadeza la cresta que ese día la llevaba violeta.
-Cariño, ¿Tú quieres a Volkov?- Pregunto su madre.
-Si lo quiero.- Contestó el menor.
-¿Y quieres a Andrew?-
-Si, también lo quiero pero...- dudó.
-Entonces quieres a Volkov. Porque si quisieras a Andrew no habría peros. Y con Volkov no hay peros. No es justo que te lastimes tú por no querer dañar a otros. Hagamos está prueba, Dime ¿Con quién miras el sol al atardecer?- Pregunto Charlotte ayudándolo a qué se siente.
Horacio cerró sus ojos y se imagino estar en el mismo lugar con Andrew.
-Estoy con Andrew, el toma mi mano, me mira y sonríe, mientras yo tengo la vista en el sol y disfruto su compañía- Sonrió el hijo.
-Ajam... Y ahora haz lo mismo pero con Volkov- miro curiosa la madre.
El menor volvió a cerrar los ojos e imaginar una puesta de sol junto al ruso.
-Siento el sol en mi rostro, se siente cálido como la mirada que él tiene, no puedo apartar mi mirada de su sonrisa, nunca lo ví sonreír de esa manera.- Imaginó con una gran sonrisa.
-Asi que... ¿No miraste el sol?- preguntó.
-¿Por qué lo preguntas?- Habló el menor con curiosidad.
-Pues si ignoraste algo tan hermoso como una puesta de sol, por ver la sonrisa de alguien más....- Dijo mirándolo fijamente - Creo que ahí tienes la respuesta que buscabas ¿No creés?- Dijo sabiamente su madre.
Horacio la miro directamente a sus ojos, no pudo evitar llorar, se recostó y apoyo su cabeza en las piernas de su madre, mientras ésta le cantaba y le acariciaba la cresta nuevamente, no para calmarlo, si no para que se sintiera seguro con su mamá.

Eran la 1:15am. Y Horacio aún estaba en el aparcamiento del hotel. Tenía dos llaves en sus manos una era la de su apartamento donde Andrew lo esperaba y la otra era la de Volkov "Cuando quieras venir, sin importar  el horario o el día, aquí estaré" recordó cuando en su último día con él, le dió un juego de llaves de su departamento. Tenía que tomar la decisión.