Μιχαήλ

CAPÍTULO 16 - Narra Aitana

3 años después:

Ya era doctora, había terminado todo y ahora estaba de jefa de planta en un hospital, de los mejores de España

En cuanto a Miguel, ni había sabido de el, ni hice nada por verle

En cuanto a mi corazón, seguía hecho añicos

En cuanto a mi, solo me centraba en lo profesional y en ayudar a la gente que era mi máxima prioridad

Y en cuanto a Marta, la tenía en frente, diciéndome y convenciendome de salir una noche

La verdad no había vuelto a salir desde hace mucho. Entre la carrera, la oposición y el trabajo, mínimo dos años atrás que no me acostaba con nadie

Cuando le supere, entre comillas, arrase con todos los tíos, los usaba como tampones, me los metía entre las piernas y al día siguiente a la basura

Para mí no servían para otra cosa

Aitana: bueno, está bien
Marta: por fin te convenzo de algo
Aitana: si tú lo dices-suspire
Marta: ah, y ya se que Miguel te hizo mucho daño, pero el resto de tíos no tienen culpa, tratarlos un poco mejor
Aitana: los trataré como me salga del coño
Marta: dios mío, que bien te va a venir un buen polvo

Salimos de la cafetería y me fui al hospital a terminar mi guardia  ya por la tarde me prepare

Me puse un vestido rojo pegado, con sugetador y bragas a juego, unas botas negras y me puse un poco de rimel

Metí algunos condones en mi bolso y terminé de maquillarme

Sali y cogí mi coche el cual porfin había conseguido, al igual que mi casa, también había conseguido independizarme

Entre a la discoteca y después de dar varias vueltas porfin la encontré y nos sentamos en una mesa, era una especie de reservado

Marta: dos rones-dijo alzando la voz

Había un ruido asqueroso, no se podía ni hablar y eso lo odiaba

Después de que pasaran varias copas y chupitos porfin me decidí a mirar a algún chico

Muy feo, muy gordo, muy pesado, muy Miguel

Pensé mis palabras y volví atrás intentando verle pero ya no había nada

Joder, pero que llevaba esto-dije mirando la copa

Aitana: Marta, me has echado algo en la copa?
Marta: no
Aitana: marta que te conozco
Marta: solo un poquito de alucinógenos, para divertirnos
Aitana: Marta, que tú te quieras drogarte no me incluye a mi
Marta: anda no te quejes y disfruta

Empecé a ver doble a ratos, ahora solo veía cuerpos amorfos, creo que podría acostarme con la persona más fea del mundo que no me enteraría

Me levanté y me puse a bailar con Marta y divertirme un poco, ya eran como la 1 de la mañana y solo había bebido

Debía bailar muy bien porque empezaron a hacerme corrillo hasta que unas manos me agarraron y me sacaron rápido de allí

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