CAPÍTULO 6 - Narra Aitana

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Miguel: cuanta comida-dijo al abrir la nevera
Aitana: quieres que haga algo?
Miguel: ducharte, ayer me dejastes con ganas de mas-sonrio
Aitana: decía de comer idiota
Miguel: entonces si, unos sándwiches
Aitana: está bien

Paso por mi lado rozandome y me dio un escalofrío haciendo que se me quedara toda la piel de gallina

Termine los sandwiches y los servi en la mesa

Aitana: haber si te gustan-sonrei

Probó el primer bocado sin quitarme la mirada y le salieron lágrimas

Por dios, tan mal me había salido? Si no estaba nada quemado

Miguel: todo lo contrario, está buenísimo
Aitana: te voy a pegar que lo sepas
Miguel: encima de que te elogio-rio
Aitana: uy si si, y lo puedes seguir haciendo, pero sin meterte en mi mente
Miguel: no es lo mismo-rode los ojos

Terminamos de desayunar y el resto del día fue simplemente risas y anécdotas que me contaba

Aitana: y una cosa-dije apoyada mi cabeza en sus piernas
Miguel: dime
Aitana: como es ser dios?
Miguel: normal, sin contar cuando le tienes que hacer caso a niñas que hacen rituales tan penosos como el tuyo
Aitana: no era penoso, era lo que lei-murmure
Miguel: mira, solo aparecí porque sentí una mínima presencia y me llamaste la atención
Aitana: entonces la invocación?
Miguel: eso no sirve, y una cosita?
Aitana: que pasa?
Miguel: qué hacías con un tanga en la mano mientras intentabas llamar mi atención

Mis mejillas cogieron un tono más rojo y aparte la mirada de el

Aitana: es que salía en internet-susurre
Miguel: como sois los humanos, pero la verdad, me hizo gracia
Aitana: uy si, tu tan bien te vas a reír de mí?
Miguel: claro que no, yo siempre te protegeré-sonrei
Aitana: está bien esto de estar maldita
Miguel: tú crees?

Me cogió de la cintura y me acerco a el apretujandome a el, tanto que a veces mis labios chocaron contra su piel

Empezó a clavar sus dedos por algunas partes y me saco risas incontrolables

Aitana: no...paraaaa... jajaja...no-no...jaja....aguanto la-las cosquillas jajaja

Él me miró y paro dejando nuestros ojos conectados y nuestros labios muy cerca

Me volvió a tumbar con su fuerza que era superior a la mía y me dejo debajo de él

Miguel: eres mi humana favorita-susurro en mi oído

Por...

No, no iba a leerme la mente

Cerré mis ojos y pensé en el dedo del medio y me imaginé sacándolo

Toma, ahora lee eso, pervertido

El río, imagino por lo que había pensando y en ese despiste pude escaparme de el

Miguel: no podrás escapar siempre de mi-dijo alzando la voz más cada vez que me alejaba de el

Yo sonreí negando y me tiré en mi cama suspirando

Y después de un rato largo vinieron mis padres, cenamos como todos los días, esta vez sin Miguel y me acosté

Entrelaze mis dedos ya metida en la cama y cerré mis ojos

Porfavor Miguel, dame un buen sueño para hoy-dije como una niña pequeña que todavía sigue teniendo mucha ilusión

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ΜιχαήλDonde viven las historias. Descúbrelo ahora