Μιχαήλ

CAPÍTULO 26 - Narra Aitana

Las semanas fueron pasando y no nos dirigiamos la palabra. Bueno, el si, yo no

Deci que hasta que no entrara en razón y me dejara ir no iba a volver a hablar con el

Chantaje emocional, se siente

Flashback

Eros: otra vez aitana?
Aitana: te he dicho que quiero ir
Eros: y yo que no
Aitana: cuando tienes que ir?
Eros: en un mes creo que estaré preparado
Aitana: pues-
Eros: que no vas a ir, punto final
Aitana: serás cabezón
Eros: no te voy a poner en peligro
Aitana: pero eso es decisión mía

La discusión cada vez se iba acalorando más

Eros: pero el que tenía la opción de llevarte soy yo y digo que no
Aitana: pues más te vale, porque hasta que no recapacites no volveré a hablarte

Final del Flashback

El hacia todo tipo de cosas para contentarme pero sabía muy bien que eso no me valdría

Lo único que quería era que me dejara ir con él

Cerré el portátil y apague la luz de la consulta y justo cuando salí me encontré a una señora con su hijo que estaba pálido

Los niños siempre me han dado mucha ternura así que aunque era tarde y los síntomas no parecían muy graves acabe atendiendole para que se quedará más tranquilo

Le tumbe en la camilla y empecé a ocultarle

Aitana: que te pasa peque?
X: me duele la cabeza y me cuesta respirar

Termine de ocultarle y le tome los valores necesarios para dar un diagnóstico

Aitana: ya puedes ponerte la camiseta-dije mientras me sentaba en la silla
Señora: es algo grave?
Aitana: no, solo alergia al polen seguramente
Señora: menos mal-suspiro aliviada

Estaba rellenando el informe cuando sentí una presencia en mi oído

Eros: estás muy guapa hoy

Mire a los lados y la señora me miró extrañada

Señora: pasa algo?
Aitana: no no, un escalofrío-forze una sonrisa

De repente note como Eros apareció delante mío pero ellos ni se inmutaron

Igual solo le podía ver yo. O igual estaba loca

El se acercó hacia mi y yo intentaba disimular que no veía a un hombre que estaba en la sala pero solo veía yo

Se quedó muy cerca y me mordió el lóbulo de mi oreja

Apreté mis dientes para no soltar un gemido

Aitana: para-susurre
Señora: como?
Aitana: ah no, no era nada, el ordenador que no me hace caso, pero ya pueden irse, está todo bien, en unos días se le pasará
Señora: de acuerdo, gracias doctora

Recogieron los abrigos y cerraron la puertas al irse

En cuanto cerraron la puerta, mi mirada fue directa a Eros

Aitana: como vuelvas a hacerme una cosa de estás no sales vivo
Eros: oh vamos, admite que ha sido muy divertido
Aitana: pues no, y además yo no te voy a hablar, ya te lo dije
Eros: creo que ya lo has hecho
Aitana: uy, hola? No oigo nada-dije tapándome los oídos

Sali corriendo de la sala medio riendo y pedí un taxi para llegar a casa antes de que me alcanzará

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