Recordaba los sucesos del pasado.
La oscura y fría habitación.
Las gruesas cadenas que no le impedían obtener su libertad.
Y.... el sonido de los tacones acercándose, ese maldito ruido que solo le recordaba como su cuerpo al igual que su dignidad eran degradados día a día sin descanso.
Lo único que podía hacer era complacerla y dejarse, sin importa cuán sucio se sintiera y cuantas veces deseaba morir. Porque la maldita tenía su talón de Aquiles, y si no la contentaba podía pasarlo peor.
En aquel cuarto, solo se escondía en una esquina con los brazos alrededor de su cuerpo, se sobaba los moretones que adornaban casi todo su cuerpo y se delineaba con delicadeza las marcas causadas por ella.
Esa es su rutina, ya estaba acostumbrado.
-Colombia.
¿Eh?
- ¿Colombia?
- ¡¿Colombia?!
¿Quién me llama?
- ¡Papá!
- ¡Colombia despierta!
¿Qué son esas voces?
¿Voces?
¿Dónde estoy?
Narrador
Mientras tanto en la sala.
Ante la llegada de intrusos, los agentes y organizaciones arman una barrera para que los countrys y ciudades puedan huir de inmediato.
La Onu junto al FBI son los encargados de dirigirlos a todos por un túnel que conduce a la salida de emergencia en el subterráneo, mientras que se quedan en la superficie para apoyar a sus colegas.
Rusia que se encontraba con el colombiano le agarro la mano y empezó a tirar de el para correr, pero el moreno ni se inmutaba.
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¿¡Qué es la vaina con ustedes!?
Teen Fiction-¡Estos pelados solo me quieren coger! -¡A ver echen pa' lla malparidos!