Tesoro perdido-severitus (Traducción)

Capitulo 3

Traduccion: Tesouro perdido- severitus

Este fanfic no me pertenece mas que su propia traduccion, todos los creditos a su respectivo/a autor/a.

Link directo(portugues): https://www.wattpad.com/story/272175146-tesouro-perdido-severitus

Autor: LoucaSensivel

Traduccion autorizada <3

CAPÍTULO TERCERO 

Visitas

La semana transcurrió lenta y agónica mente. Severo no sabía qué hacer, Harry definitivamente no parecía un niño como los demás, si antes tenía dudas, ahora la certeza reinaba en cada acto del menor. Severo solo podía acercarse al niño si dejaba ir a su excelencia, de lo contrario su hijo se encogería cada vez que se acercaba.

Harry, por otro lado, nunca había recibido afecto en toda su vida, Snape entendió que no sería día a noche que curaría a su hijo. Pero, de hecho, el maestro de Hogwarts temía que el caso de Harry no fuera tratado. Un curandero vino a examinar al pequeño heredero, trató sus heridas más recientes, dejando las más viejas menos visibles, pero no lo suficiente como para calmar el alma de Severo, que sintió que su pecho ardía de angustia al ver la pantalla blanca de Harry, todo marcado. Harry tendría esas cicatrices por el resto de su vida, que no molestaron al pequeño, aterrorizaron a su madre. El sanador dio un informe completo de la salud de Harry, el niño tendría que tomar una poción calmante, ya que había desarrollado el síndrome de pánico, aparte de los diversos huesos que, según el, se habían roto varias veces. Su brazo izquierdo se rompió más de cinco veces. Harry no solo estaba físicamente colapsado, su psicológico era mucho peor ... Mucho.

El sanador reveló que Harry probablemente tendría una anomalía rara, su mente no funcionó como un niño de casi 11 años. Desafortunadamente, la mentalidad del morena rayaba de 5 años. Ingenuo, roto y temeroso de todo, fue en estas condiciones que Snape encontró a su hijo.

¡INEXCUSABLE!

Esto hizo que la furia venosa de Severo se rascara la piel, el instinto protector lo consumió día tras día y sintió que necesitaba hacer algo. Pero para vengar a tu pequeño cachorro, tendrías que dejar al niño solo ... y por ahora era un tema imposible. No estaba separado de Harry ni por un segundo.

Snape necesitaba ser paciente, sabía que hasta que su veela se sintiera segura con el cachorro, no podría alejarse por mucho tiempo o probablemente se volvería loco con pura preocupación. Severo no pasó dos minutos sin tener los ojos puestos en el hijo, era una necesidad casi incontrolable tener al más pequeño en su campo de visión, incluso saliendo a buscar al pequeño por la casa, aunque el mismo saliera de la habitación y, cuando lo hiciera, era quedarse en la habitación a petición del propio Severo Snape. Ayudó mucho... pero no lo suficiente.

Harry tampoco comía adecuadamente, a pesar de que la madre insistió en que comiera más, el niño simplemente no podía, el sanador había dicho que esto era el resultado de la mala alimentación que tenía, que sería con el tiempo que el niño volvería a digerir la comida normalmente. Paciencia... era algo que no se estaba quedando con Snape.

El moreno mas alto tenía miedo, un sentimiento que no había sentido en años. Continuó viendo el sueño de Harry todos los días y apenas durmió durante cinco horas, Severus estaba inconsolable y no respondió a ningún búho que le enviaran. Su atención era su cachorro. Solo él. El resto que explota.

Al tercer día que estaba en casa, Severo sorprendió a Harry despertándose a las cinco de la mañana —el cielo aún oscuro y estrellado— limpiando la casa, que ya estaba limpia. El niño tenía una franela en sus manos y desempolvó los muebles de la sala de estar. Cuando Snape le preguntó qué estaba haciendo, el moreno dijo que no había encontrado la fregona y que terminaría incluso antes de preparar el desayuno. Harry pensó que había estado atrapado demasiado tiempo, asumiendo que su madre en un momento u otro se cansaría de él y se iría de nuevo. Harry no quería eso, por mucho que no controlara el miedo, realmente le gustaba la presencia del padre. Era agradable y reconfortante, le encantaba el olor a menta y canela que exudaba Snape.

Merlín, la parte veela de Severus, había estado furiosa —no con el pequeño, por supuesto— sino por lo que los muggles poco mundanos lo convirtieron. Harry no podría ser comparado incluso con un elfo doméstico, esclavo sería una buena colocación. Snape tuvo una larga conversación con su hijo, tuvo que repetir muchas veces que Harry no necesitaba hacer ninguna tarea doméstica, porque tenían un elfo para tal acto. Harry realmente no entendió, tenía miedo de hacer algo mal y comenzó a llorar sin parar. Fuerte como un llanto de bebé que acababa de nacer. El más alto calmó a Harry, el mismo que solo dejó de llorar después de que su madre le dio el regazo y arrulló su pequeño cuerpo durante largos minutos, haciendo que Harry durmiera con hipo.

El pequeño Potter Snape era un niño asustado y extremadamente obediente: en la cabeza de Severus, esta se convirtió en la peor característica que Harry podía mostrar. Prefería que sea un rebelde, saltes hacia atrás y al cuello, riendo y divirtiéndote con cosas inútiles que generalmente reavivan a los niños. Snape odiaba el ruido y el desorden —sus alumnos lo dicen— nunca imaginó querer que su hijo fuera un poco como los gemelos Weasley. Me encantarían los dos pelirrojos, pero no sabía que siempre estaban sonriendo, felices de jugarle malas pasadas a todos. Ni siquiera el temido profesor Snape escapó de las travesuras de esos dos, ni siquiera cuando el adulto se fue de ambos todo el año de detención se detuvieron. Ahora que lo pienso, no fue una buena idea que Harry se pareciera a ellos. Draco. Sí. Sería perfecto si fueras más como su ahijado. El hijo de Malfoy estaba un poco malcriado, pero no cambió que era un buen chico que, aunque libertino, vivía con una sonrisa en su rostro.

Merlín, Harry no había abierto una sola sonrisa desde que llegó, no es que Severus Snape sea la mejor persona para hacer sonreír a un niño, definitivamente no, pero estaba luchando y se inclinó en dos para hacer una broma, algunos del niño incluso no entendieron porque era algo del mundo mágico. Incluso Dobby lo intentó, pero tuvo el mismo resultado que su maestro.

Harry era un títere. Haciendo sólo lo que se le dijo.

Snape sintió y vio que no había luz en los ojos negros del niño, era solo una pantalla negra ... sin nada. Para una madre que vio esos ojitos tan vivos un día fue un castigo. Tal vez el universo no estaba culpando a Severo por ser una madre terrible. De todos modos... era una veela y bien podría haber matado a Lily Evans, pero fue patética esa fatiga nocturna ... que le quiten su pequeño paquete.

Estaba en su laboratorio privado preparando un nuevo envío de pociones cuando el sonido de la chimenea anunciaba una visita. Snape se puso rígido al mismo tiempo, dejó la habitación en posición de ataque. Estaba a punto de volar a quien fuera cuando reconoció a las tres personas. Frente a él, elegantemente, estaba la familia Malfoy. Lucius con su aire indefenso y serio, Narcissa con una tierna sonrisa en su rostro y Draco, el niño estaba inquieto.

"Papá dijo que encontró a Harry, padrino. — dijo el niño, con su tono claro habitual. "Quiero conocerlo."

"No sé si es una buena idea, Draco. Snape se dejó caer en la silla más cercana.

Sus invitados, ya acostumbrados, se sentaron en el sofá más grande, menos Draco. El niño quería conocer a su nuevo y futuro mejor amigo.

"¿Por qué no? "

"Simplemente no. "

— Pero...

Draco Lucius Malfoy, ¿no ves que este no es un buen momento para esto? Hablamos antes de que yo viniera. — el padre lo regañó, haciendo que el niño resoplara y se apoyara contra la chimenea analizando sus propias uñas limpias.