SUKUNA

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Sukuna miró a su alrededor con una expresión indiferente en su rostro antes de apoyar su barbilla sobre el dorso de su mano mientras bostezaba suavemente sintiéndose aburrido. No había nada en ese lugar, pero tampoco le molestaba el estar ahí, sabía que tarde o temprano se apoderaría del alma del mocoso así que no estaba preocupado por ello

Sin nada especial que hacer empezó a cerrar los ojos lentamente solo para tomar una siesta, pero su lugar sagrado fue perturbado cuando algo extraño invadió su espacio o más específicamente su alma. Abriendo los ojos de golpe frunció el ceño y miró debajo de la gran pila de cráneos solo para ver a una mujer de espaldas a él

"que insolente"

La vio mover su cabeza de un lado a otro antes de que su voz llamará su atención haciendo que se diera vuelta para mirarlo. Sus ojos se encontraron y él frunció el ceño al ver la expresión desconcertada de su rostro, a pesar de que la mujer era hermosa odiaba que haya entrado a su espacio sin permiso

"desaparece"

Hizo un pequeño movimiento con su muñeca esperando que la mujer terminará cayendo muerta en rodajas solo para terminar viendo como los cortes que hizo chocaron contra algo antes de siquiera poder llegar a la mujer. Al instante alzó una ceja intrigado y un poco molesto

"¿Qué hiciste?"

kagome simplemente hizo una pequeña mueca con molestia. No sabía cómo había terminado en ese lugar, y antes de que siquiera pudiera preguntarle a ese hombre extraño repentinamente la atacó con algo invisible, eso había sido grosero

"me protegí" kagome habló con voz fuerte mientras lo miraba "y lo volveré a hacer, no intentes eso de nuevo"

Sukuna sonrió levemente ante la actitud de la mujer, un poco curioso se acomodó mejor en su "trono" mientras la miraba. Kagome se dio cuenta casi al instante de su cambio de actitud, no sabía exactamente qué había hecho, pero sabía que él era peligroso. Ni siquiera sabía que era o dónde estaba, y lo único que logró notar es que el humor de ese extraño parecía haber mejorado por alguna extraña razón

"¿Dónde estamos?"

Kagome inspeccionó el lugar levemente, había agua por todas partes, en el techo parecía que había una especie de columna con costillas u algo así, y el lugar más impresionante (tal vez) era el gran trono que había sobre una gran pila de cráneos

"estamos en mi alma"

Su voz era casual mientras la miraba, y en cuestión de segundos una sonrisa divertida apareció en su rostro al notar la expresión sorprendida y avergonzada de la mujer. Kagome lo miro con vergüenza no sabía qué significaba para él, pero para ella entrar o tocar el alma de alguien era algo muy íntimo

"yo... lo siento" la situación se estaba volviendo más extraña y no sabía cómo volver a casa "¿sabes cómo puedo salir de aquí?"

Él se encogió de hombros mientras apoyaba su barbilla contra el dorso de su mano en una pose perezosa, pero aun así toda su atención estaba en la mujer frente a él. Kagome suspiró levemente con decepción y molestia ante su actitud, pero aun así no preguntó nada más. Alejándose del extraño trono camino alrededor de todo el lugar sin tocar nada temiendo hacer algo indebido

Sukuna la observó moverse por todo el lugar con una expresión perezosa en su rostro y después de un tiempo por fin decidió levantarse de su lugar, en menos de un segundo estuvo a su lado asustándola completamente. Kagome lo miró con el corazón palpitando con fuerza ante su repentina aparición, se quedó completamente en silencio viéndolo directamente a los ojos y él también le regreso la mirada sin decir una palabra

"tu..."

Sukuna ni siquiera pudo terminar de hablar cuando la mujer repentinamente desapareció sin dejar rastro. Frunciendo el ceño con ira miró a su alrededor buscándola, incluso recorrió todo el lugar intentando buscar un rastro de ella, pero no logro encontrar nada haciéndolo sentir más irritado que antes

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