GETO

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 Una mueca apareció en su rostro mientras se adentraba a una casa de aspecto lujoso. Al entrar fue atendido por unos sirvientes con rostro nervioso, al verlos una pequeña mueca apareció en su rostro. Se sentía cansado, solo quería exorcizar esa maldición e irse a casa para no hacer nada en los próximos días

"aquí estás, llegaste un poco tarde"

Al escuchar el pequeño reproche su rostro se oscureció ligeramente al ver la pareja de ricos que se estaban acercando a él

"bueno, ya que estas aquí no importa" le hicieron una seña para que los siguiera "esa cosa está allá abajo, tiene una forma de mujer, pero es como una maldita bruja"

Los escucho a medias mientras los seguía a lo que parecían ser las escaleras al sótano. Observando ligeramente a su alrededor miró a la pareja con cansancio, un hombre y una mujer de alrededor de 50 o 60 años, repentinamente habían dicho que habían encontrado a una maldición que podía tomar forma humana así que lo enviaron a él

"casi estamos ahí"

Asintiendo distraídamente no pudo evitar fruncir el ceño al sentir una esencia familiar. Cuando abrieron la puerta del sótano al llegar al último tramo de las escaleras su cuerpo entero se quedó paralizado. En el suelo casi en completa oscuridad estaba kagome completamente llena de sangre, con el cabello enredado y sucio, su rostro estaba lleno de moretones al igual que el resto de su cuerpo y podía ver marcas de lo que parecía ser un látigo en sus espalda, brazos y piernas. En una de sus piernas podía ver una cadena fuertemente ajustada llena de sangre y con su piel amoratada

"esa maldita bruja se hace la dormida"

Antes de que pudiera reaccionar vio cómo el hombre le daba una patada en el costado haciendo que kagome gimiera con dolor mientras se acurrucaba contra sí misma luchando por respirar

"esa maldita cosa estaba curando a un niño, pero seguramente estaba poniendo una maldición en él" la mujer comentó con desgrado mientras miraba el pequeño cuerpo tirado en el suelo "seguramente quería ser venerada como un dios al hacer un acto tan puro, pero todo era un acto hecho por un monstruo. Deshazte de esa cosa"

Geto que estaba en completo silencio miró a la mujer a su lado que estaba dándole órdenes solo para terminar rompiéndole el cuello de un movimiento. El hombre que estaba por patear nuevamente a kagome se detuvo mirándolo con horror

"¿q-que...?"

"eso que llamas monstruo, es el ser mas puro que alguna vez habrías conocido en tu patética vida"

Fue lo último que dijo antes de hacer que una de sus maldiciones empezará a comérselo haciendo que gritara y chillara de miedo. Ignorando lo que estaba pasando geto se acercó rápidamente a kagome solo para tomarla entre sus brazos mientras la apoyaba contra su regazo y su pecho

"¿kagome?"

Alzando una mano aparto suavemente el cabello que cubría su rostro solo para gemir silenciosamente al ver el desastre que habían hecho en ella. Su ojo izquierdo estaba hinchado, su mejilla estaba amoratada, tenía sangre en su frente, nariz y boca

"perdón, llegue tarde, lo siento"

Se suponía que kagome había salido de misión hace 2 semanas, pero no había hecho contacto después. Se suponía que después de que el terminara esta misión la buscaría, pero ahora estaba ahí sosteniendo su cuerpo herido

"¿geto?"

Kagome apenas pudo hablar y mirarlo con un solo ojo

"si, soy yo, lo siento kagome"

A pesar de estar herida, cansada y agotada ella le sonrió suavemente haciendo que quisiera llorar al verla. Esos malditos humanos de mierda la habían tratado horriblemente cuando ella solamente había curado un niño, si tan solo no existieran. Ese pensamiento que apenas era algo leve en su cabeza creció a pasos agigantados después de haber visto la crueldad con la que habían tratado a kagome

"te sacare de aquí"

Una de sus maldiciones rompió la cadena y fue entonces cuando se levantó con ella en brazos ignorando los cuerpos destrozados en el suelo

"¿Qué pasó con... la pareja?"

Kagome que estaba casi inconsciente cuando los mato estaba confundida ellos repentinamente desaparecieron

"... se arrepintieron de que te hicieron" Fue lo único que dijo mientras salía de la mansión con ella "duerme, cuando despiertes estarás en un mejor lugar"

Siguiendo el tono suave de su orden, Kagome se quedó dormida. Al ver eso la expresión de geto se tornó oscura, en silencio sacó un par de sus maldiciones solo para ordenarles que mataran a todos los de la mansión, sin dejar a nadie con vida. El pequeño plan que había ideado hace un tiempo se volvió más sólido en su mente 

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