Rocio por fin estaba aliviada de recibir a alguien en su fría habitación en el hospital, y era su madre. Ella lloro mas de lo que su hija lo haya hecho. La abrazo con angustia y también emoción. Le dijo que temia haberla perdido para siempre. En ese momento, Rocio logro sentir lo que era el amor y afecto natural por primera vez en mucho tiempo.
-Mama. ¿Que me paso?-
En los ojos de su hija, ella vio tristeza aun. La mujer no sabia que responder.
-Eh... ¿entonces en serio no te acuerdas de nada?-
Rocio negaba la cabeza como una niña completamente inocente.
-Emm... bueno... me dijeron los doctores que... seria mejor no darte todos los detalles...- Dijo su madre algo inquieta mientras que Rocio solo suspiro de fastidio.
-Pero mama, estuve todo el dia sin poder saber. Yo ya quiero saber que me paso para quedar asi- Dijo la pobre al borde de la desesperación.
-Bueno...-
Pareciera estar resignada a contarle los acontecimientos. Pero la enfermera entro al momento justo.
-Eh... perdón, madre, pero ya llego la comida para su hija. Dos horas después se le inducirá los fármacos para que recupere la movilidad de sus piernas-
-Esta bien... ¿y cuanto tiempo tardara en recuperarse?-
-Si ella responderá bien a los fármacos y a la fisioterapia, entonces dentro de dos semanas estará mucho mejor-
<Dos semanas...>
Rocio deseaba que se la llevara el Diablo mejor. Ademas de ser interrumpidas en una conversación importante, le toco enterarse de que se quedaría en ese lugar solitario pero infernal por aquel tiempo prolongado.
A los tres días, avisaron a la paciente que tendría la visita de alguien que no fuera su madre. Una amiga suya. De parte de su progenitora se entero que al dia de haberse despertado del coma, esa amiga suya tuvo que irse por urgencia del trabajo. Como fuera la cosa, la muchacha tuvo permiso de entrar.
Tenia alrededor de la edad de Rocio. Quizas veintitrés años.
Su cabello era castaño marron claro. Mas claro que el castaño de Rocio, sumado lo lacio. Alta y guapa.
-Hola-
La chica sonreía. Parecia feliz de verla finalmente. Rocio daba un efecto contrario.
-Eh... hola-
La paciente se vio insegura al respecto, pero no estaba demás responder sonriendo al menos un poco.
-¿Te acuerdas de mi?- La mujer mantenía su sonrisa de cumpleañera. Mientras Rocio solo sonreía por amabiblidad ante un completo extraño.
-Emm... me dijeron que sos una amiga mia... pero...-
-Ah... ya veo. Bueno... me apena un poco que no me recuerdes. Pero si, fuimos muy buenas amigas. Desde la universidad-
-¿Universidad? ¿Y yo que estudiaba ahí?-
-¿No lo recuerdas? Estudiabamos ingeniería-
-No, no lo recuerdo-
<<Ya paren de preguntarme que carajos recuerdo. ¡No recuerdo ni tu cara!>>
-Pero... me alegra saber que tengo una amiga que se preocupo por mi. ¿Cuál es tu nombre?-
Para entonces, la sonrisa de su amiga ya no se notaba tanto. Se lo vio algo melancolica teniendo que presentarse a ella como una desconocida.
-Me llamo Cecilia. Y estoy feliz de que estes bien. Estuvimos muy preocupados por vos. Fueron cuatro meses sin que despertaras y no supimos que pensar-
-¿Ustedes? Osea, ¿Vos y quienes mas?-
Cecilia volvió a sonreir, pero esta vez como si de un chiste se tratase.
-Bueno, además de mi, tenes un circulo de amigos esperándote afuera. ¿No los recuerdas tampoco?-
-No recuerdo nada... Cecilia-
<<¡Ya estuvo!>>
-Entonces... ¿sabes algo de lo que paso?, ¿Por qué termine asi?-
Cecilia desvio la mirada, insegura al respecto.
-...Los doctores me dijeron...-
-...que no pueden darme detalles aun. Bueno, lo se-
Todo era tan frustrante.
-Pero si puedo decirte que yo estuve ahí...-
Rocio fijo en ella sus ojos bien abiertos por escuchar algo inesperado.
-Yo estaba ahí... y te vi en el suelo. Estabas sangrando. Yo te juro que estaba desesperada, y llame al novecientos once-
Los ojos de Cecilia se cristalizaron un poco al ver la nada, recordando los acontecimientos con amargura.
-¿Y eso donde paso?- Rocio no se podía contener en querer indagar mas.
-... Eso... fue cerca de la ruta trece... recuerdo que había un caballo furioso cerca-
Rocio sintió su sangre helarse de repente.
<<Un caballo>>
Al desviar su mirada a la ventana, recordó nuevamente aquel inquietante sonido bestial que provenia de ella, aunque no haya habido realmente ningún alma allí.
-¿Rocio, estas bien?-
La paciente espabilo de sus pensamientos y la vio a su amiga nuevamente.
-¿Y... por que había un caballo ahí?-
-Rocio, no puedo decirte mas. Lo siento. Sabras cada detalle al tiempo-
A Rocio ya se le formo un nudo estomacal. ¿Qué cosa abominable habrá pasado como para que no le quieran decir todo?
-Esta bien- Dijo ella resignada con su mirada abajo. Cayo luego a recordar los regalos en la mesita de la esquina.
-¿Si podes decirme si esos regalos me los diste vos?- Dijo casi ironica.
Cecilia, al darse la vuelta y ver los objetos bonitos acumulados, volvió a sonreir.
-Ah... ¿no te dejaron recibirlos?-
-Mas bien no hubo tiempo- Rocio finalmente rio. Ya se sentía a gusto con aquella muchacha.
Cecilia fue a recoger uno de los regalos. Uno pequeño. Era una bolsita pequeña conteniendo algo ligero.
-Toma. Esta es mia-
Al abrirla, vio que era una piedra para colgante tipo Agatha. Finalmente, Rocio se sintió iluminada, tanto que sus ojos se aguaron un poco y su corazón se encogio.
-Gracias-
Que ella sepa que era una persona amada y estimada a pesar de no recordar a casi nadie, significaba todo para ella. Un sentimiento que necesitaba obtener. Una herida que necesitaba cicatrizarse antes que la de su cabeza.
-¿Y ese peluche de alla?- Lo apunto. Aquel osito marron con un corazón esponjoso en el pecho que llevaba escrito "te amo".
Cecilia suspiro, pero también paso a sonreir con un poco de picardía.
-Parece que sos especial para alguien que te esta esperando afuera- Se rio un poco.
Rocio se sonrojo pero mantuvo su sonrisa inevitable.
-¿En serio?-
-Aja-
Si, para la paciente pos comatosa, su dia mejoro muy abruptamente. Tenia una madre muy atenta, un circulo de amigos regalándole cosas y esperando no solo su despertar, sino también verla. Y por sobre todo, entre ellos hay un interés amoroso con los brazos abiertos.
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Paper Flower
Mystery / ThrillerRocio se desperto de un coma de cuatro meses. Su cabeza dolia y su mente estaba en blanco como un nuevo lienzo. Se le informo la preocupante noticia de que sufria amnesia traumatica. Su aparente circulo de amigos agregaron que ella fue pateada por u...