Tanto Venti como Stormterror habían llegado al castillo; exactamente al atardecer de ese día, Venti por el frío se había colocado la manta a modo de capa mientras llegaba.
— ... ¿Es aquí, Stormterror?... — El caballo le asintió suavemente estando asustado, a lo que el pelinegro solo se bajó. — Eres muy valiente al traerme aquí, espérame. — Entrando al castillo, por alguna razón sintió más frío estando adentro que afuera de éste. — ¿Hola?... Estoy buscando a mi madre, no quiero molestar... ¿Hola?... ¿Hola?... No sé que fue lo que sucedió pero solo quiero llevarla a casa y no volveremos a molestar nunca jamás, si hace falta. — Viendo como todo el lugar estaba a oscuras, mientras que observaba todo lo que podía estando aún cerca de la entrada.
"Clink clink clink".
Pudo divisar perfectamente una luz moviéndose hacia el lado izquierdo de las grandes escaleras; Venti sin dudarlo empezó a seguirla. — ¡Hey! ¡Espere señor o señora! ¿Sabe dónde está?... ¡No me dejes en suspenso! — Trata de seguirle el ritmo a la luz.
Unos minutos antes; Keching, rondando la entrada del castillo aún apenada y sintiéndose culpable por lo sucedido con Jean pensaba si tenía la cara para ir a hablar con la prisionera, escuchar una voz nueva hizo que su atención se dirigiera al primer piso; casi gritando pero tapándose la boca a tiempo al ver al joven doncel entrando y preguntando por su madre... Ahí le vela se le encendió, y junto a ella una idea: atraer al doncel hacia la torre de prisioneros y presentarse adecuadamente y explicar la situación... Y siendo un pelín egoísta, él podría ayudarlos con la maldición.
— "No será el mejor de los planes pero al menos nos dará una oportunidad." — Pensó para empezar a atraer al jovencito hacia el segundo piso...
Luego al ala este del castillo...
Pasando por unos cuantos pasillos...
Y llevándolo a la torre de prisioneros. Colocándose en una apertura para antorchas cerca de la celda en dónde estaba Jean, asustando accidentalmente a la mayor y provocando que moviera sus grilletes. Alertando al pelinegro de paso.
— ¿Hola? ¿Señor, a dónde me guió? — Preguntó preocupado el pelinegro, podría jurar que mientras subía podía escuchar unas cadenas moviéndose. - ¿Hola?
— ... Ti...
Venti se estremeció al reconocer en ese eco esa voz. — ¿Mamá? ¡Mamá! — Siguiendo el tono de la voz, el ruido de las cadenas se hizo más fuerte. — ¿Estás aquí? ¿Mamá?
— ¿¡Venti?! ¿¡Eres tú?! ¿Cómo llegaste?... ¿Cómo me encontraste? "Cof cof". — Jean se asomó al borde de la celda, el pelinegro tomó una antorcha adjunta para visibilizar mejor en la oscuridad del lugar; quedó atónito, estaba pálida, entre el frío y el estrés de estar en un lugar así, y esos grilletes a pesar de todo estaban más ajustados de lo que deberían.
— Stormterror me trajo... — Quitándose la manta de los hombros y se la puso a la rubia; inmediatamente sintió el rostro de la mayor. — Dios mío, estás helada... ¿Qué pasó? ¿Cómo terminaste aquí? Espera, voy a buscar algo para aflojar las cerraduras. — Se iba a levantar pero es retenido por su madre.
— Eso no importa, sal de aquí, Venti. "Cof cof". — Moviendo como podía una de sus manos para taparse la boca de la tos. — Antes de que él aparezca...
— ¿Él?
Unos pasos pesados y ruidos alertaron a ambos; sobre todo a Jean.
— Venti, vete, por favor... — Suplicó la mayor recibiendo una inmediata negativa de Venti.
— ¡No pienso abandonarte! Buscaré la forma de que... ¡Wahh! — Algo tomó bruscamente al pelinegro en la oscuridad y lo alejó de la celda, soltando la antorcha. — ¿¡Qu-.
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El doncel y la bestia.
FanfictionEn algún lugar en el corazón de Francia, un atractivo príncipe de una actitud explosiva, sin corazón y hasta cierto punto completamente desinteresado con su pueblo fue convertido en una bestia por una hermosa y poderosa bruja dejándole en claro que...