28. Oscuridad creciente

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Cassandra tenía círculos oscuros debajo de los ojos, durante días tuvo problemas para dormir. No era porque Naza estuviera en un momento especial, pocas veces para los de su especie, donde ansiaba el amor físico de Miach, algo llamado "el Calor". Bueno, tal vez era parte de su problema para dormir, ya que Naza a veces se ponía muy ruidosa...

No, Cassandra tenía problemas para dormir debido a la sensación de que se acercaba la muerte. Más y más malos presagios surgieron mientras dormía y cada uno se hizo realidad en días. Los intervalos se hicieron más cortos, y cada noche veía algo oscuro en sus sueños.

Al principio no podía darse cuenta de lo que era, pero cada noche la imagen se hacía más clara.


Escamas... muchas escamas negras...

Un estruendo profundo... Dos cuernos largos...

Chispas ardientes en el aire...

El grito de un gigante enojado...

Humo sobre Orario...

Una torre de reloj que se rompió y empezó a caer...

Un rugido titánico...

Fuerte silbido...

El grito de un espíritu...

Las armas chocando entre sí...

Una gran explosión y el llanto de un gatito...

Y luego... las escamas se movieron... una cabeza salió del humo... una titánica cabeza de dragón con escamas negras, vista de lado, con un solo ojo rojo.

Bajo una de sus garras yacía un hada herida, la cabeza gigante se volvió lentamente hacia el hada y...


Una voz sonora despertó a Cassandra.

"¡Aaahhnn! ¡Lord Miach, más... más!"

"¡Naza! ¡Ah... no tan fuerte mi dea-!"

Aaaah... ¡eso no los está ayudando a ustedes dos!

Simplemente la puso un poco celosa, verse obligada a escucharlos.

yo también quiero a alguien para mi...


Al día siguiente, Cassandra y Daphne entregaron algo para Miach a un "cliente muy especial". No les dijo quién era su cliente ni qué le entregaron, era un paquete cerrado.

Tuvieron que caminar hasta una vieja casa abandonada. De alguna manera, esa casa le resultaba familiar a Cassandra, aunque nunca antes había estado aquí.

"¿Estamos en lo correcto aquí, Daphne?"

"Sí... el capitán escribió cómo se vería la casa... hmm..."

Con cautela, entraron en la casa y miraron a su alrededor.

Lentamente subieron las viejas escaleras, nadie parecía vivir aquí.

"Una luz".

Una de las habitaciones del fondo estaba medio cerrada, de la cual caía luz por la rendija de la puerta.

"H-hola..." Cassandra miró con cautela hacia la habitación y vio...

Un esqueleto... sentado en un sillón y leyendo un periódico

Oh no... oh queridos dioses... ¡NO!

¡Ese fue uno de los grandes presagios!

A Cassandra se le puso la piel de gallina y casi pudo sentir que se le congelaba el corazón. El hecho de que ella se paró frente a un esqueleto viviente "desnudo" no tenía importancia.

Like a Fairy (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora