Like a Fairy (Original)

11. El pueblo

Era el tercer día de su viaje a Edas Village.

Después de la lluvia de la noche, el clima volvió a ser agradable, el camino comenzó a subir más empinado, las montañas se cernían ante ellos.

Si mantenían la velocidad, podrían llegar al pueblo antes del anochecer.

Y aquí estaba el problema, cuanto más se acercaban, más nervioso parecía Ryuu.

Bell la conocía desde hace bastante tiempo y había visto algunos lados de Ryuu, serio, enojado, emocional, etc. Pero nunca la había visto así.

Al principio caminaron a su velocidad normal, luego notó que ella se estaba volviendo más rápida, Ryuu casi comenzó a correr antes de que se calmara nuevamente y volviera a su velocidad normal.

Esto se había repetido durante una hora, Bell no estaba seguro de si decir o qué decir. Por ahora la siguió y ajustó su velocidad cuando fue necesario.

El camino se estaba volviendo pedregoso y sinuoso, justo cuando Bell pensó en ponerse su abrigo de viaje, Ryuu se detuvo.

"No puedo hacerlo..." Sonaba insegura.

Bell esperaba junto a ella. "¿Ryuu?"

"Bell, yo... ¿por qué estamos parados? ¡Date prisa!" Ryuu sonaba frustrado y prácticamente se apresuró hacia adelante.

Esto era algo nuevo que nadie le enseñó a Bell, su abuelo compartió su sabiduría sobre cómo hacer feliz a una mujer. Durante su tiempo en Orario, incluso aprendió a tratar con una mujer enojada... bueno, la mayor parte del tiempo.

Había aprendido a consolar a una niña que lloraba o esa vez, el desesperado Ryuu.

Pero él nunca estuvo en una situación como esta, su estado de ánimo cambió a pasos agigantados. A veces inseguro, luego frustrado o enojado.

¿Hay algo que pueda hacer?

Una vez su abuelo le había dicho. Escucha Bell... cuando una mujer está estresada, solo escucha, necesita algo para aliviar su estrés.

¿Era esta una situación como la que le dijeron? Estaba bastante seguro de que Ryuu sentía estrés.

Vio cómo ella negaba con la cabeza. "Bell... lo siento por gritarte".

"Está bien."

"No, no debería descargar mi ira contigo..."

Continuaron caminando en silencio, era bueno que tuvieran su Falna, sin ella caminando un sendero de montaña tan rápido como lo hacían, Bell estaba seguro de que le darían calambres en las piernas.

El terreno se volvió inclinado, lo que había frente a ellos era como un pequeño valle lleno de rocas, a cierta distancia podían ver un letrero con una linterna de piedra mágica roja, tal vez era para mostrarle a la gente la dirección correcta.

"Supongo que tenemos que escalar".

Ryuu no le respondió, solo medio resbaló, medio se fue por la pendiente.

Bell no tuvo más remedio que seguirla, tuvieron suerte de que no lloviera.

Rodeaban rocas más pequeñas o saltaban sobre ellas, siempre siguiendo la dirección. Cuando una roca del tamaño de una casa bloqueó su camino, Ryuu comenzó a escalar sin decir palabra.

Al principio, Bell quiso seguirla, pero cuando levantó la vista se dio cuenta de que el viento empujaba su capa hacia un lado. Ryuu vestía sus pantalones verdes y botas de cuero como siempre.

Podía moverse muy bien con esta ropa, pero el problema de Bell era que mostraba la línea de su cuerpo... muy bien. Trató de no mirar su trasero, pero solo tenía que mirar hacia arriba para subir.