Like a Fairy (Original)

32. Caos

"De alguna manera tengo un mal presentimiento". Bell se inclinó a la vuelta de la esquina y miró el edificio al otro lado de la calle.

Durante una hora habían observado cuántos hombres entraban en el edificio, pero estaba demasiado silencioso.

"No he visto otra salida".

"Deberíamos tener cuidado".

"Por supuesto, ¿listo?"

"Vamos."

Se arrastre con cautela hacia el edificio, estaba demasiado silencioso para intentar un ataque abierto. El edificio parecía un bar normal con baile desde el exterior. Ryuu usó algunas técnicas de las que no estaba tan orgullosa y abrió la puerta en silencio. Estaba oscuro adentro y no escucharon ruidos.

"¿Tal vez es una trampa?" Bell susurró tan suavemente como pudo.

Hubo un golpe suave... en algún lugar debajo de ellos. En el resto de la casa no se encontró a nadie, revisaron todas las habitaciones y armarios, incluso el baño.

"El sótano.."

Continuaron escabulléndose, lo que no fue fácil para Bell en su armadura. Después de buscar unos minutos, disfrute de una puerta abierta con escaleras que conducían hacia abajo.

"Déjame ir primero". Ryuu sostuvo su espada al revés, como siempre cubierta con el vendaje.

"Ten cuidado."

Despacio y con cuidado bajaron las escaleras, afortunadamente los escalones no crujieron. El sótano era de piedra, como en muchas casas de Orario. Estantes y barriles estaban alineados en la pared, no había nada sospechoso aquí.

"Ahí..."

Uno de los ladrillos de la pared parecía haber sido ligeramente empujado hacia atrás. Bell sacó su espada cuando se detuvo frente a la pared y Ryuu empujó suavemente contra el ladrillo. Esperaban un ruido fuerte, pero cuando empujaron el ladrillo, una parte de la pared se balanceó hacia atrás en completo silencio. 

"¿Nos vamos?"

Ryuu asintió y juntos bajaron. Las escaleras conducían a lo más profundo, mucho más profundo que las alcantarillas. Después de unos minutos escucharon voces silenciosas, justo cuando las escaleras detuvieron la ronda construida y se trabajaron en una escalera normal. Bell y Ryuu miraron hacia una enorme sala de almacenamiento. Alrededor de cincuenta hombres y una mujer estaban allí abajo... pero no parecía que hubiera ningún luchador fuerte entre ellos.

Lo más silencioso posible, saltaron de las escaleras detrás de unas cajas enormes y observaron a los delincuentes mientras trabajaban , notaron una gran puerta en el otro extremo de la habitación.

"¡No, por favor, no! ¡Por favor, déjame ir!"

Una mujer joven fue arrastrada por un hombre enorme a un rincón de la habitación, donde habían construido una especie de cárcel.

"¡Oy Ed! ¡No dañes los productos!"

"¡Sí, señora!"

Tan pronto como Bell vio a las personas encerradas en las jaulas, quiso actuar, agitado.

"Bell, espera... Tenemos que observar para asegurarnos de que no haya trampas aquí, entonces podemos rescatarlas".

"Grrr..." Era raro que Ryuu viera a Bell tan enojado, pero ella lo entendió. 

"¡Mis queridos muchachos! Vengan vengan, tengo que anunciarles algo." La mujer alta caminó hacia adelante y saludó a las otras personas, aparentemente ella era la jefa aquí.