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POV. JACKSON
- ¿Molesta?, me sorprende que aun estés preguntándome eso – Con un poco de enfado Layla ordenaba los papeles sobre el escritorio de su de nuevo, la incomodidad en aquella pequeña oficina en su casa incremento.
Aquel uniforme de enfermera sobre su cuerpo pero arrugado y aquel cabello en un moño alto pero un poco desordenado, me hacía ver que había tenido un día ajetreado por completo en el hospital donde estaba realizando su pasantía. Sabía con certeza que la chica fácilmente pudo haberme lanzado la puerta en la cara una vez me vio allí de pie, aunque tenía mis llaves supe que entrar de la nada no iba a ser la mejor opción.
Pero contrario a lo que pensaba me había dejado entrar, seguro por el olor aun de la calle sobre su cuerpo no había tenido muchos minutos de llegar, se notaba cansada, pero a pesar de eso estaba teniendo la madures que yo carecía en aquel momento, por sus ojos sabía que lo que hablaríamos dentro de esas cuatro paredes no saldría bien para ninguno de los dos.
- Y por lo que más quieras, no te disculpes, sé que no lo lamentas -- La silla del escritorio fue hacia atrás cuando esta se levantó.
- Mi intención no era dejarte en el restaurante de verdad lo...
- Pero aun así lo hiciste – Le había seguido hasta la cocina, ella me tendía una lata de cerveza, si, la necesitaba – Jackson, yo de verdad ya no sé qué pensar, ¡No, si lo sé! – Se corrigió rápidamente -- Pero quiero que me digas la verdad, ¿en serio piensas que no sé dónde fuiste?, ¿piensas que no sé qué me dejaste en medio del restaurante por ese chico?
No podía negar eso, ir al aeropuerto para intentar evitar el que Mark se marchara de mi vida de nuevo, de una forma tan egoísta, era completamente cierto, pero simplemente no llegue a tiempo, solo pude ver a Jimin y a YoJin cruzarse conmigo en una de las entradas, ambos mirándome con confusión, antes de que Jimin la cambiase a una de pena.
El avión hacia ya minutos que había despegado.
Y lo pensé, por largo rato en el auto, completamente solo en la carretera de camino a casa, toda la tarde en aquel lugar, obligando a mi mente de que aquello era lo mejor, Mark en corea y yo aquí, con Layla, tarde fue cuando me había dado cuenta de lo que había hecho, reprochándome los días en los que ella me ignoro por completo, pero me lo merecía.
