Demostrando quien soy

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En este momento, Aang estaba sintiendo como los ojos los tenia abiertos a mas no poder, pues lo que tenia frente a el era algo que no esperaba ver.

Algo que, la verdad no lo hubiera creído posible en el principio, pero que ahora era algo que aparte de tener ante sus ojos sin duda aun era algo difícil de creer.

Frente a el tenia a dos chicas que se hallaban acostadas, una era de mas o menos su misma edad, con el cabello castaño oscuro atado en una cola con un flequillo recto, la ropa que llevaba puesta era sin duda proveniente de la Nación de Fuego.

Sin embargo, había otra chica que estaba también inconsciente y, la verdad es que en si era algo que no esperaba.

La otra chica tenia el cabello castaño mas largo que la otra y, al parecer lo tenia recogida en una trenza, pero al verle la cara fue que al final lo termino entendiendo todo.

Se trataba de Ty Lee, la amiga de Azula.

Realmente no estaba decidido de que es lo que debía de pensar, sabía que el haber vuelto al pasado y hacer las cosas diferentes a como fue en el primer momento iban a traer cambios pero...

Aun así no dejaba de ser algo inesperado.

-Oiga, usted había dicho que solo había una chica aquí. -dijo Aang a la vez que el y sus amigos volteaban a ver a Oyajii, quien solamente atino a rascarse la nuca con pena.

-Si lamento eso, las hemos vigilado por si las dudas pero, debido a lo inesperado de su visita  y, pues a causa de eso se me paso jeje. -dijo Oyajii con lo ultimo a la vez que dejaba escapar una sonrisa nerviosa.

Aquello hizo que mas de uno incluidas algunas de las guerreras Kyoshi vieran al hombre con una cara de "¿es en serio?", pero dejando eso de lado, el joven Avatar comenzó a caminar hacia donde se hallaban las chica pero una mano sostiene su hombro y ve que se trata de Suki, la líder de las Guerreras Kyoshi.

-No te ofendas pero, que les mostremos esto no significa que en serio estemos confiando en ustedes. -dijo Suki con un claro tono de seriedad en su voz.

-Si, en eso ustedes tienen mucha razón, y por eso les pido que al menos me den la oportunidad de demostrar que mis amigos y yo no somos sus enemigos, y mucho menos vinimos aquí para causarles problemas... por favor. -dijo Aang con lo ultimo casi suplicando y manteniendo firme la mirada.

Por un momento, el ambiente dentro de aquel lugar se quedo en silencio, como si todos estuvieran pensando y meditando en lo que estaba pasando, y al final es Oyajii quien termina por romper aquel hielo.

-Bien, pero mas te vale no intentar nada, porque sino el Unagi tendrá un aperitivo, por el precio de tres. -termino de decir Oyajii con lo ultimo a la vez que volteaba a ver tanto a Katara como a Sokka.

Al tomar en cuenta la amenaza que el hombre le acababa de dar, el joven Maestro Aire era consciente de que debía de ser sumamente cuidadoso con lo que fuera a hacer en este momento, porque con el hecho de que próximamente se iba a terminar involucrando con la Nación del Fuego, debía de asegurar que nadie lo viera como el enemigo aquí.

Solo esperaba en serio hacer las cosas bien en esta ocasión.

...

En este momento, todos acaban de volver a la que era la playa de la isla, y la verdad es que por el lado del grupo del Avatar los nervios mas o menos eran mas que evidentes.

-Aang, ¿estas seguro de querer hacer esto? -pregunto Katara preocupada por lo que quería hacer el joven Maestro Aire.

-Si, sigo no se que es lo que va a pasar ahora pero, creo que si así puedo lograr de que vean que no buscamos lastimarlos, entonces que así sea. -dijo Aang decidido con lo que iba a hacer.

Ya una vez que terminan de hablar, al final es que el joven Avatar se aleja un poco de sus amigos para luego sacar un vara de madera, y frente a el estaban Oyajii, las guerreras Kyoshi, y varios de los aldeanos del pueblo que había en la isla.

-Bueno chico, demuestra lo que sea que tengas. -dijo Oyajii con lo ultimo a la vez que lo decía en un tono que sonaba un poco desafiante.

Tras haber escuchado lo que el hombre le acababa de decir, Aang se quedo callado e inmóvil durante unos instantes, hasta que al final deja salir un leve suspiro y se pone en posición. 

Da unas cuantas vueltas alrededor de su eje, para luego terminar haciendo una especie de movimiento con su vara del planeador directo hacia el mar, y es cuando una especie de corriente de aire  que era visible en el agua.

Ese acto había dejado a mas de uno sorprendido, al punto en el que los ojos de cada uno de los ahí presentes tenia expresiones de incredulidad al igual que en el resto de sus respectivos rostros.

-E-Eso era... -trataba de decir Oyajii hasta que termina siendo interrumpido.

-Si, eso que ustedes acaban de ver era Aire Control, no un intento de imitación ni nada por el estilo. -dijo Aang hablando con tono de tranquilidad.

-Ya veo pero, no entiendo como es que esto siquiera es posible, si los Maestros Aire se extinguieron al inicio de la guerra. -dijo Oyajii no entendiendo debido a ese punto de la cuestión.

A pesar de ser algo que ya le toco vivir, Aang mentiría si dijera que el pensar en eso no le dolía, porque la verdad es que sin duda le pesaba, el recordar que todo lo que el tenia y conocía antes de ser el Avatar, sus amigos... su cultura... su hogar...

Ya no estaban mas.

Aun así, sabiendo que iba a haber gente que no iba a recibir exactamente con mucha alegría la noticia de su regreso, pero eso no lo iba a detener de cumplir con su deber.

Ya no mas.

-Es cierto, si los Maestros Aire se extinguieron en los primeros días que comenzó la guerra, y es difícil hasta casi imposible, creer que alguno de ellos tuvo descendencia que sobreviviera durante este tiempo  y es verdad. -decía Aang hasta que termina dejando salir un suspiro y luego comenzar a hablar de nueva cuenta. -La razón por la que yo se de esto y por la que estoy aquí es... porque yo soy el Avatar. -termino de decir dejando al descubierto quien era.

Fue ahí, justamente tras haber dicho aquello ultimo, en el que el ambiente en aquella playa se quedo totalmente en silencio, como si toda clase de ruido se hubiera quedo bloqueado por alguna clase de barrera o muro invisible.

Para Aang, eso era algo mas que comprensible debido a que no siempre viene alguien frente a un pueblo a hacer demostración de Aire Control y luego decir que era el Avatar.

-Escuchen, yo se que todo esto que apenas están comenzando a ver, pero les aseguro desde lo mas profundo de mi corazón que, si soy quien estoy diciendo ser, y no alguien que por medio de las mentiras busca el hacerles daño. -dijo Aang con tono compasivo y una leve sonrisa en el rostro.

Sin embargo, en ese momento se comienza a sentir como una especie de calor se acercaba a ellos, y cuando se percatan todos se hacen a un lado.

Era para esquivar un ataque de Fuego Control.

-Puede que no, pero yo si en caso de que se metan entre tu y yo... Avatar. -dijo una voz joven y masculina.

El ataque libero cierta cantidad de humo, del cual termino emergiendo un joven de piel caucásica y cabello negro atado en una cola alta, pero lo mas notorio era que usaba  ropa que obviamente era de la Nación del Fuego, y la cicatriz de quemadura que tenia en el lado izquierdo de su rostro.

Al verlo, Aang no tardo ni un instante en reconocerlo.

Era Zuko.

...

Y Fin.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

La verdad, es que el final de este capitulo, fue uno que en ultima instancia se me termino ocurriendo pero, creo que quedo muy bien aunque lo digo yo.

Es todo por hoy, los invito a que dejen sus votos si les gusta el capitulo, ademas de que también los invito a que escriban sus opiniones sobre el capitulo en los comentarios, nos vemos.

Bye.

Avatar: El Renacimiento de Aang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora