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Con total desesperación Anahí siguió su búsqueda, pero nada se sabía de la niña. Volteó hacia un lado y encontró a Príncipe, el cachorro de Nicky pero de ella no supo nada.
Se tomó la cabeza y sintió que todo le daba vueltas. La niña... no parecía.

-¿Se siente bien? - Una mujer con un niño en brazos se le acercó, preocupada.

-No... no encuentro a una niña. ¿La ha visto? Tiene el cabello rubio y largo, ojos verdes... es pequeña de estatura... tiene cuatro años. Iba con un conjunto rojo - Explicó desesperada.

-Tranquila ¿Ha buscado por el parque?

-Miles de veces y no la encuentro - Lloró. -¡Dios! No puede desaparecer así.

-¿Ese es su perro? - Any asintió. -Creo que la vi. Iba con un helado en su mano... iba persiguiendo al cachorro.

-¿Por dónde?

-Por aquí precisamente - La mujer miró hacia todos lados. -Es muy pequeña, no se puede ir muy lejos.
Poncho apareció agitado a donde se encontraban las dos mujeres.

-Mi amor ¿Has avisado?

-La policía está en camino - Ambos miraban hacia todos lados tratando de ubicarla. Buscaron infinitas veces más, muchos se le sumaron a buscar a la niña desaparecida hasta que la policía llegó e hizo su trabajo. No había rastros de la niña, no lo hubo ni en el parque ni sus alrededores.

-Señores, es mejor que se vayan a su casa. La niña no está en el parque, nosotros nos encargaremos de la búsqueda - Habló uno de los oficiales. Any estaba ahogada en lágrimas siendo contenida por Alfonso.

-No me iré, no quiero irme - Exclamó Anahí.

-Ya dieron los datos que necesitamos, nosotros lo haremos y prometemos encontrar a la pequeña. Es mejor que vaya a descansar, es muy tarde ya - Eran pasada las ocho de la noche y aún seguían en el parque. Any se abrazó al abrigo de la pequeña, un pequeño saco color rosado. Olía a bebé, la colonia de la pequeña.

-Prometan que la encontraran - Pidió la castaña.

-Lo harán mi amor. Nicky aparecerá - Prometió Alfonso. Por más que estaba desbordado y asustado, trataba de mantenerse fuerte y calmado delante de Anahí.
Tomaron al cachorro, las demás cosas que habían utilizado para el pic-nic y subieron al auto rumbo a la casa de Alfonso.
Éste había avisado ya a su familia, y cuando llegaron a la casa se encontraron con todos ellos. Any se abrazó a Dulce sin dejar de llorar mientras Alfonso contaba lo sucedido.

-Te tienes que calmar ¿si? Toma - Le ofreció un vaso de agua y una pastilla en la cocina.

-¿Qué es?

-Te sentirás más relajada. Tómalo - Insistió la pelirroja. Any lo aceptó y lo tomó.

-Me siento tan culpable, fue un descuido nuestro - Sollozó. -Tenemos que encontrarla Dul - Dulce era igual de paciente que su hermano, sabía que la iban a encontrar, algo le decía que la niña aparecería sana y salva y que los oficiales harían bien su trabajo.

-Any, vamos a la habitación. Te duermes y cuando despiertes tendremos noticias de Nicky.

-¡No puedo Dulce! - Se quejó. -¿Le avisaron a Natasha? Es su madre.

-Poncho la llamó pero no contesta su celular, y no tiene otro medio por donde comunicarse. Llamó a la casa de sus familiares y ellos no saben nada... así que no sabemos dónde está.

-Tiene derecho a saber - Susurró apoyándose en la mesada de la cocina.

-Pero no la localizamos. Any tú eres la madre de Nicky, ella te ha elegido a ti y nos damos cuenta que estás sufriendo como una verdadera madre - Dulce le acarició la espalda y la obligó a caminar. Any comenzaba a bostezar y tener sueño.

ABRE TUS BRAZOS A LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora