Despertando

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Hola, again... 

Es gracioso que se llame despertando el capitulo considerando que voy a ir a dormir jajaja

Bueno, acá la actualización, diviértanse porque ya solo quedan risas y unos dramas jajaja 



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Decir que los días siguientes fueron un infierno para el maestro de Qing Jing era decir poca cosa, lo mandaron buscar, pensando que estaba poseído. Y, para peor de males, se llevó el cadáver de un mestizo de demonio. Todo apuntaba a que era un plan del mundo demoniaco para hacer el mal.

—Estupideces... —susurró, recostado en una cueva con apenas un poco de luz de una fogata— Si tanto prefieren que destruya todo, será mejor así. Pero yo tendré lo que deseo...

A un lado, envuelto delicadamente en una túnica estaba descansando el cuerpo de Luo Binghe, su cabello sobresalía y su rostro pálido se calentaba con las llamas del fuego espiritual que el maestro creó para calentarse.

Desde que escapó, notó que la espada le transfería su fuerza vital, pero nada más. Debió ser algún hechizo o una orden impregnada en esa arma para proteger a su víctima fatal. Era algo impensable, pero no imposible.

En un momento, oyó el murmullo de alguien, el susurro de un movimiento en el suelo como arrastrándose y supo que la persona, si se podía llamar a esa criatura así, había llegado.

Shen QingQiu pasó por muchos mundos, aprendió de cada uno y, al menos, no estaba falto de recursos por lo que cuando se escapó con el cuerpo inerte del discípulo asesinado, solo se le ocurrió una sucia pero astuta idea.

Mientras un Shen QingQiu con sus sonrisas amables hizo que su discípulo fuera total y absolutamente leal a él; otro lo hizo cargarse a todas las sectas y nombrarse emperador manipulándolo de una manera más retorcida, entonces lograr que Luo Binghe se pusiera de su lado no debería ser tan complicado si actuaba a consciencia.

El único problema eran los efectos que provocaron sus dos primeras variantes: enamorarlo.

¡Asqueroso!

El jamás sería tan lamentable, primero se moriría -otra vez-.

Shen QingQiu sintió que escupiría sus órganos de solo pensar que usaba el cuerpo de uno de esos idiotas que embelesaron a sus discípulos. Recordar eso hizo que se sintiera sucio y usado pero le servía para explicarse por qué el emperador Luo Binghe lo atrajera un poco...

Era culpa del cuerpo, no de su mente libre de esos pensamientos.

Su rostro se arrugó un poco ante el fastidio.

¡Indecentes!

¿Por qué todos los Luo Binghe terminaban enamorándose de él?

¡Era estúpido!

¿Acaso nadie sabía criar un niño?

Él torturó a Luo Binghe, es cierto pero no entendía en qué momento ese odio que se tenían se dio la vuelta en hasta convertirse en una extraña atracción sexual. En su caso, murió antes de que ese tonto se diera cuenta pero, aún así no podía entender cómo pasó...

Podía comprender que buscara humillarlo, pero querer poseerlo por necesidades más emocionales era...

Era inadmisible.

¡Una deshonra!

¡La más grande ridiculez de todas!

Algo debía estar mal con él.

Fallo y reconfiguraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora