Complicaciones

446 63 106
                                    

Cuando todo parece que está bien, siempre algo sale mal (?)



-------------------

Encontrarse en medio del área de entrenamiento de nuevo le parecía novedoso solo porque su contrincante no era un demonio de hielo cualquiera, sino que el mismísimo MoBei Jun quien no paraba de atacarlo ni un segundo, poniendo a prueba su resistencia que aumentó bastante con respecto a la última vez que enfrentó a alguien poderoso en la montaña donde vivía antes, pero no lo suficiente.

Recibió otro golpe de lleno y terminó contra la pared de hielo quebrada tras él mientras veía a MoBei Jun acercándose. Se removió sin poder evitar ser golpeado varias veces más. Cada puñetazo que le daba lo dejaba sin aire y pensaba que podría morir si siguiera, pero seguía sobreviviendo uno tras otro.

Al final, cayó semi inconsciente de nuevo y MoBei Jun lo levantó del suelo con fastidio. Creó una espada de hielo que crujió y despertó al joven que se retrajo al ver el filo cerca de él, poniéndose en guardia de nuevo.

—Eres resistente —admitió el demonio de hielo— pero, ¿de qué te sirve?

—Dijiste que no podía usar mi cultivo, ¿qué más puedo hacer si no usar las artes marciales?

—Usarlas no está mal, pero te contienes...

Luo Binghe frunció el ceño sin entender antes de volver a evadir sus ataques hasta ser abatido de nuevo por el demonio, desesperándose porque llevaba días bajo esa misma situación. Incluso tuvo que rogarle a Shang QingHua que le diera una habitación diferente para que Shen QingQiu no fuera capaz de ver la gravedad de sus heridas y eso causó que el mayor se perturbara por el repentino alejamiento.

Era incapaz de mostrarle lo mucho que sufría, pero la razón principal era que temía más que el mayor Shen fuera a atacar a MoBei Jun por usar su fuerza contra él. Entendía y amaba con toda su alma el hecho de que lo quisieran proteger con tanto ahínco, pero en esta ocasión no podía permitir que interviniera.

Levantó la cabeza tras escupir una bocanada de sangre y miró a MoBei Jun al cual le brillaron sus ojos azules antes de dejar escapar un bufido.

—Deja de contenerte.

—Estoy tratando —se quejó y el demonio le respondió con una patada que lo hizo rodar.

—No, no lo haces. Estás con la mente en otro lugar y piensas demasiado en cómo defenderte. Lo que quiero es que dejes de hacer eso, que escuches a tu interior y hagas lo que desees.

La expresión del joven demostró incomprensión absoluta y se rindió porque si lo seguía lastimando no podría esconder sus heridas de su maestro.

—Si no avanzas, no serás nada más que un chiquillo llorón e impertinente —soltó el demonio a lo que Luo Binghe apretó los puños en frustración.

—Es que eres demasiado fuerte.

—Esa es una excusa de demonios débiles.

Shang QingHua metió la cabeza a la sala de entrenamiento al dejar de escuchar la paliza que normalmente llevaba a cabo su señor y notó al joven que tenía una mirada cargada de tristeza por lo que palmeó un par de veces para llamar la atención de los dos.

—Mi rey, si ha terminado lo necesito un momento.

—Ni he comenzado pero Luo Binghe no está siquiera listo —se quejó antes de darle la espalda e irse a paso veloz con la capa ondeando tras él.

Shang QingHua le tendió una mano al más joven que se negó a tomarla y cruzó a su lado, intentando no cojear.

—Mmm... No sé si tu maestro te lo ha dicho pero, ¿sabes que los demonios de sangre celestial pueden curar sus heridas más rápido?

Fallo y reconfiguraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora