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Shuichi pensaba en qué estaba mal con él, hasta que, claramente, se dió cuenta de que era pura cosa de Kaito, y que no servía de nada estar pensando en ese inservible astronauta.

Se le ocurrió ir a la biblioteca, así que se levantó de su cama, se acomodó su gorra, y salió de la habitación.

Al llegar, vió que adentro estaba un estudiante que no conocía, supuso que era de otra clase. Le daba algo de vergüenza saludarlo o presentarse ante él, pero finalmente lo hizo.

––Ehh...hola. ––– Dijo el detective con la voz baja, mientras se sentaba al lado de aquel chico.

El chico se sorprendió al ver que alguien de otra clase lo saludaba, pero igual saludó a Shuichi. Este le preguntó su nombre, al parecer, se llamaba: Hinata Hajime.

Los dos se la pasaron hablando sobre libros hasta que Hajime tuvo que irse a su última clase del día. Se despidió del detective amablemente y salió.

El peliazul suspiró y se puso a leer el libro que antes estaba leyendo, poniendo todo su empeño en comprenderlo.

Kaede estaba en su sala definitiva, tocando el piano, pero...el estar enamorada de Shuichi, no la dejaba concentrarse en las notas.

Al ver que se distrajo, suspiró fuertemente y empezó de nuevo a tocar el piano.

Kokichi, por su parte, estaba anotando cosas en una pizarra blanca que tenía en su habitación con un rotulador negro específicamente para pizarras.

En realidad, no estaba anotando nada, estaba practicando dibujo y anatomía con videos de YouTube.

Eran las 17:29, la mayoría estaban aburridos, pero algunos, perdían el tiempo haciendo cualquier cosa.

El detective terminó de leer el libro, así que salió de la biblioteca, cerró la puerta y suspiró al salir. Cuando menos se lo esperaba, se chocó con alguien...

––– ¡Auch! ––– Gritó la persona con la que se había chocado Shuichi.

––– ¡Lo siento mucho! ¿Estás bien? ––– Le preguntó Shuichi estando preocupado por si esa persona se había golpeado fuerte.

––– Sí, estoy bien. No te preocupes... ––– Esa persona era un chico más alto que él, tenía el cabello blanco y una chaqueta verde oscuro. Tenía una sonrisa amplia.

––– Está bien, te pido disculpas por eso. Ehh... ¿cómo te llamas? ––– Le cuestionó el detective con la cabeza un poco inclinada a la izquierda.

––– Me llamo Nagito Komaeda. Un gusto conocerte. ––– Le dijo aquel chico haciendo una pequeña reverencia.

––– Un gusto, igualmente. Yo soy...Shuichi Saihara, y soy el detective definitivo, ¿cuál es tu talento?

––– Soy el afortunado definitivo.

––– ¿Enserio? Espera...¡¿hay dos afortunados definitivos?!

––– ¿Con "dos" te refieres a Naegi Makoto? Tienes razón, hay dos. Noté que también hay dos detectives...¿conoces a la otra?

––– Sí...somos amigos.

––– Ya veo, Kirigiri-sama es encantadora e inteligente.

––– Tienes razón...

––– Estoy yendo tarde a clase...¡te veo después, Saihara-sama!

El peliblanco se despidió del detective y se fué, trotando sobre el piso y avanzando.

El detective volvió a su habitación y estaba muy aburrido, así que se puso a usar su celular, buscando algún gramo de motivación para hacer algo.

Mientras estaba con su dispositivo móvil, escuchó que alguien tocó su puerta, él gritó "¡Pase!" Al escuchar.

Era Amami Rantaro. Le tenía que decir algo muy importante al detective.

––– Oh, Amami-kun, ¿pasó algo? ––– Le preguntó Shuichi levantándose de su cama.

––– Tengo que decirte algo, Shuichi. ––– Le respondió cerrando la puerta.

Shuichi le preguntó qué tenía que decirle. Rantaro le dijo, que había visto cómo Kaede y Kokichi lo estaban espiando antes cuando estaba en la biblioteca. El detective se quedó pasmado al enterarse de eso, se cuestionaba por qué, simplemente "¿por qué?". Los dos intentaban encontrar alguna respuesta que provenga de su cerebro.

––– ¿Qué tal si Akamatsu está enamorada de tí y Kokichi sólo la siguió?

––– ¡¿Qué?!

Continuará...

𝘌𝙉𝖠𝗠𝖮𝗥𝘈𝗗𝖮𝗦 𝘗𝙊𝖱 𝗡𝖠𝗗𝘈 ᵒᵘᵐᵃˢᵃⁱ ˢᵃⁱᵐᵃᵐⁱ ˢᵃⁱᵐᵃᵗˢᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora