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Kaede, poco a poco, empezaba a rendirse, no podía escuchar nada. Los tres chicos sabían que ella seguía detrás de la pared.

– Bueno... chicos. ¡Vamos al...baño! – Dijo Rantaro fuerte para que Kaede pensara que realmente irían.

Mientras los chicos fingían ir al baño, Kaede estaba convencida de que no iba a poder descubrir de qué estaban hablando los chicos antes.

Realmente, los chicos sí estaban en el baño, pero no hicieron nada. Rantaro suspiró y comenzó a hablar.

Uff...tenía miedo de que Akamatsu supiera que sabíamos que nos espiaba, o de lo que estábamos hablando.

– ¡¿Y si nos está espiando ahora?! – Preguntó Kiibo.

Y...si estaría espiándonos, no tendrías que gritar así. – Le dijo Shuichi con los brazos cruzados.

No...no creo que este espiándonos... – Decía Rantaro.

Claro, usa tu cerebrito, anciano. – Le dijo Shuichi a Kiibo.

¡¿Anciano?!

– Lo digo porque tu cabello es gris.

– Ay, qué gracioso.

– Bueno, no es momento de pelear, ¡es momento de pensar! – Les dijo Rantaro.

Se dice "hora de pensar" no "momento de pensar" – Le corrigió Shuichi.

Rantaro puso una mirada seria y resongó con algo de enojo.

Oigan...¿Creen que deberíamos hablar con Ōma-kun? – Les preguntó Kiibo.

Pero, ¿qué le diremos? – interpeló el peliverde.

¿Qué tal si le preguntamos si sabe por qué Akamatsu-san me espía? Supongo que sabrá algo. – Opinó el detective.

¡Esa es una buena idea! ¡Ōma-kun seguro lo sa-... – Kiibo no terminó de hablar, debido a que, repentinamente, Kokichi se apareció en la puerta del baño.

¿Así que van a preguntarme por qué Akamatsu-chan espía al detective? – Preguntó Kokichi poniendo su típica pose de su dedo cerca de su boca y una ceja levantada.

¡AAAHHH! – Gritó Kiibo asustado por la repentina aparición del líder supremo.

¡Ōma...! Jejeje...¿c-cuánto llevas escuchando la conversación...? – interpelaba Rantaro.

Lo suficiente como para escuchar eso...ahora, escuchen con atención. Es muy obvio que sé la razón de Akamatsu-chan, pero...

– ¿"Pero"...? – Murmuró Kiibo confundido por la pausa en la explicación de Kokichi.

Peeero...hemos hecho una...pequeña promesa. ¡Así que no puedo contarles!

¡No te hagas el tonto con nosotros!Le gritó Shuichi.

¿Tonto? ¿Yo? Puff...sólo mírate a tí mismo. Es algo fácil de comprender, me sorprende que el detective definitivo ni siquiera lo entienda. Hasta Amami-chan supo deducirlo.

– Entonces...¿es lo que yo dije...?

– ¡Eeeexacto! Oh my god, lo dije, lo publiqué.

– Lo que estás tratando de decir es que... ¿A Akamatsu-san le gusta Saihara-kun? – Preguntó el peligris.

Kokichi soltó una risa burlona y corta, miró a Shuichi y le preguntó qué opinaba...

Continuará...

𝘌𝙉𝖠𝗠𝖮𝗥𝘈𝗗𝖮𝗦 𝘗𝙊𝖱 𝗡𝖠𝗗𝘈 ᵒᵘᵐᵃˢᵃⁱ ˢᵃⁱᵐᵃᵐⁱ ˢᵃⁱᵐᵃᵗˢᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora