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Rantaro y Shuichi estaban por besarse, hasta que alguien los sorprendió.

- ¡LO SABÍA! - Kiibo repentinamente apareció en el pasillo detrás de los chicos.

- ¡¿KIIBO?! - Rantaro soltó delicadamente a Shuichi y volteó a ver a su otro amigo.

- Perdón si los asusté, pero no pude soportar quedarme viendo en el momento en el que los encontré. Sé que ustedes tienen algo A ESCONDIDAS. - Kiibo sonreía mientras señalaba a los chicos.

- ¿A-A escondidas...? - El detective inclinó su cabeza para un costado.

Rantaro tomó a Kiibo de los hombros, lo dió vuelta, y con sus manos lo iba arrastrando hacia afuera del pasillo desde su espalda mientras decía:

- Sí, sí, como digas, Kiibo.

- ¡Le voy a contar a Akamatsu-san!

- Ajá.

Una vez que Kiibo llegó a la salida del pasillo, Rantaro volvió a donde estaba Shuichi.

Pasaron las horas y se hicieron las 9:40, todos entraron a clase, había cambio de lugares... Kaede quedó casi al fondo teniendo a Kiibo detrás suya.

Kiibo estaba entrando al aula mientras tenía audífonos y escuchaba música, como siempre, iba a su asiento, el de detrás de la pianista.

- You have stolen my heart, oh yeaaah... - Cantaba Kiibo mientras se sentaba.

- Kiibo-kun, haz cantado esa canción como 11,037 veces. - Le dijo Kaede mientras se daba vuelta y le quitaba un audífono a Kiibo.

- ¿Qué? Uff...continuaré porque la práctica hace al maestroo~ - Kiibo se volvió a poner el audífono. - Never let it go, oh, oh. No, never let it go, oh, oh, oh... - Kaede se tapaba los oídos al escuchar a su amigo cantar, le volvió a quitar el audífono y a criticarlo.

- Kiibo-kun, eso no es cantar, para nada. Es sólo un ruido QUE ATORMENTA.

- Akamatsu-san, ¿sabes? me ofendes. ¿Cómo no reconoces el talento de esta futura súper estrella? ¿Acaso tienes los oídos sucios?

Kaede cortó un pedazo de cinta y se lo pegó a Kiibo en la boca mientras le hacía "shh". Inmediatamente su amigo se lo quitó.

Finalmente, a Shuichi le tocó sentarse al lado de Kaede, cosa que a él no le gustó nada. Estaban en matemáticas e hicieron 30 puntos, a Kaede se le dificultaba el 15, así que le preguntó a Shuichi cómo se hacía.

- ¿Cuánto te dió en la 15?

Shuichi la miró seria y fijamente y le dijo silenciosamente la respuesta.

- Me dió +5.

- Oh...bueno, ¡gracias, Saihara-kun!

- ...

A Kaede le sorprendía el hecho de que Shuichi le de una respuesta tan fácilmente... de repente, ella notó que a Shuichi se le dificultaba el 28... Se le veía un poco desesperado.

Saihara-kun...el 28 da 0, es fácil porque los números son opuestos.

Shuichi levantó las cejas en forma de sorpresa, miró a Kaede, la cual estaba sonriendo dulcemente.

Y-Ya lo sabía... – Respondió el detective disimuladamente.

La clase duró hasta las 11:40, salieron al receso...pero algo pasó...

¡Akamatsu, espera! – Exclamó Shuichi.

¿E-Eh?

– Quería decirte algo antes de que salgas al receso... – el detective, misteriosamente se acercó al oído de la pianista. – dile a Ōma que los espero a los dos en el patio, y que sea lo más pronto posible... – al decir eso, Shuichi se retiró con una sonrisa desafiante.

Kaede, en ese momento, salió corriendo y fue a hablar con Kokichi. Ella haría cualquier cosa que Shuichi le dijera.

– Bieeen, ¿qué tenías que decirnoos? – Preguntó Kokichi acercándose a Shuichi. El detective puso su mano en la cara del líder supremo, empujándolo lejos de él.

Saihara-kun, ¿es importante lo que tienes que decirnos? – Preguntó la pianista.

Bueno...el asunto es...el asunto es que yo...escuchen. Yo sé que ustedes dos gustan de mí, y tengo algo que comentar al respecto. – El detective estaba cruzado de brazos con los ojos cerrados, abriéndolos al decir la última frase.

¿Qué...? ¡¿AKAMATSU, POR QUÉ LE CONTASTE?!

– ¡YO NO LE CONTÉ NAD-

– Cierren el hocico, yo lo investigué y descubrí por mi cuenta. Ahora sí, mi comentario: ...Me gusta Rantaro.

¡¿QUÉ?!

Continuará...

𝘌𝙉𝖠𝗠𝖮𝗥𝘈𝗗𝖮𝗦 𝘗𝙊𝖱 𝗡𝖠𝗗𝘈 ᵒᵘᵐᵃˢᵃⁱ ˢᵃⁱᵐᵃᵐⁱ ˢᵃⁱᵐᵃᵗˢᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora