Chloe's point of view
Justin se sentó frente al volante, a mi lado. Me miró, pasando su lengua a lo largo de sus labios en un gesto nervioso, con su mandíbula tensa.
Vi que tenía una caja alargada entre sus manos, de un color gris muy suave con puntitos blancos.
"¿Qué es eso?" le pregunté, observando cómo él apretaba la caja entre sus manos antes de mirarme, con las mejillas sonrojadas.
"Para ti" me lo tendió, y pude ver que le temblaba un poco el brazo cuando me la dio. Tomé la caja y la apoyé en mi regazo "Es una tontería, probablemente ni siquiera te guste, de verdad, no sé por qué..." se empezó a hacer un lío con sus propias palabras.
Posé mi mano sobre la suya, haciendo que él se calmara al instante bajo mi tacto.
"¿Puedo abrirlo?" le pregunté, dándole caricias sobre la palma de su mano y mirando la caja con curiosidad.
No pesaba apenas nada, y por mucho que la agitara, no sonaba ningún ruido. Casi parecía que estuviera vacía.
"Si, claro. Es tuyo" respondió, sonriéndome de lado y jugueteando con mis dedos "Ábrelo, mi amor"
Abrí la caja, y cerré los ojos, una costumbre que yo tenía cuando me daban un regalo. Siempre cerraba los ojos y trataba de adivinar con mi tacto qué era lo que me habían regalado.
Cerré mis ojos y, con una sonrisa tonta, metí mis manos en la caja. Mis dedos pasaron por algo blandito, peludo e increíblemente suave.
Solté una risita porque me pude imaginar lo que era.
"¿Es lo que creo que es?" le pregunté a Justin, aún con los ojos cerrados.
"Sólo hay una forma de averiguarlo, cariño" me respondió, y su voz sonó aún más ronca que de costumbre.
Sostuve aquel regalo en mis manos un segundo más antes de abrir mis ojos. Una sonrisa recorrió mi boca de punta a punta, a la vez que notaba que se me humedecían los ojos al ver lo que tenía en mis manos.
Eran dos pingüinos de peluche, que tenían sus manos unidas. Uno de ellos tenía un papel colgando de su pata, así que lo cogí y miré la letra de Justin.
Le dirigí una mirada emocionada al rubio, apretando su mano antes de comenzar a leer su nota :
Dicen que los pingüinos eligen una pareja con la que pasar el resto de sus vidas, y que son una representación del amor en muchas culturas. Cuando un pingüino macho se enamora, busca la piedra más bonita que encuentre en toda la playa para ofrecérsela a su amada, como muestra de su amor.
Si ella acepta la piedra, significa que acepta su propuesta de amor.
Yo no voy a regalarte una piedra porque me parece un regalo algo raro, pero te regalo esta cosa cursi ,que sé que te gustará más que una piedra, como mi propuesta de amor.
¿Qué me dices, Chloe? ¿La aceptas?
Miré a Justin, con los ojos empapados de lágrimas y totalmente conmocionada.
No hizo falta ninguna palabra, me incliné sobre el asiento de Justin y me abracé a él con fuerza, sin querer soltarle. Sin querer separarme de ese hombre que cada vez quería más y más.
Justin me acogió en sus brazos, rodeándome la cintura con ellos y dejando que apoyara mi cabeza en su pecho.
"Me encanta" susurré, besando el centro de su pecho "E-es lo mejor que me han regalado nunca"
Justin se rio, apretando sus brazos alrededor de mi espalda y dándome un beso en la coronilla.
"No lo creo, Chloe" dijo él, sonriendo de lado, pero yo negué con la cabeza, secándome los ojos.
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Nightmare ~ Jb ~ (Terminada)
FanfictionUno de los delincuentes más peligrosos de Canadá, según la policía, buscado por todo el país. Y lo tenía ante mí. "No te voy a hacer daño, amor" me susurró, aunque pude ver una pistola en el bolsillo de sus jeans. Si estuvieras en mi lugar, ¿le cr...