13

178 18 4
                                        

✩。:*•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✩。:*•.───── ❁ 13❁ ─────.•*:。✩

El tiempo siguió pasando y cuando Aurora menos se dio cuenta, ya habían pasado casi dos años desde la llegada de los Cullen al pueblo. La familia que puso de cabeza su vida. En realidad, lo que hicieron fue recibirla con los brazos abiertos y la trataron como familia.

Quien puso su mundo de cabeza fue uno de ellos, Edward. Tan hermoso como una escultura griega, tan inteligente que era molesto, tan atento con ella que la hacia sonrojar cuando nunca antes lo había hecho.

Por eso, llegó a la conclusión que Edward Cullen resulta peligroso para ella.

La hacia sentir mariposas pero también le tranquilizaba como ninguna otra persona. Como la vez que Lauren soltó un comentario sobre la ausencia de su padre durante la clase de Química y Aurora estuvo a punto de arrojarle el dióxido que estaban manipulando cuando la fría mano de Edward se poso sobre su hombro y con su voz aterciopelada le dijo:
No le des la importancia que no merece.

Y después le guiñó el ojo.
¡Le guiñó el maldito ojo!
Estuvo a punto de besarle ahí mismo pero se contuvo.

Lauren al igual que el resto de la clase vio esa interacción. Los rumores sobre una relación entre ellos se esparcieron como pólvora pero a ella no le importó, en especial porque disfrutó ver lo molesta que estaba Lauren.

Edward resultaba peligroso por el impacto que su sola presencia ejercía sobre ella.
Y Aurora no quería eso. No le gustaba sentir que no tenía el control sobre si misma y sus emociones. Tampoco quería ser como esas chicas que están tan enamoradas de sus novios que dejan de prestar atención a su alrededor, bajan sus notas en la escuela y cuando menos lo esperan terminan siendo abandonadas o peor resultan embarazadas, teniendo que dejar atrás sus metas y sueños, modificándolos para esta nueva personita que esperan.

No, gracias.

Así que lógicamente con el propósito de sacar a Edward de su mente empezó a salir con otros chicos. Sin embargo ninguno se comparó a él.

Salió con Tyler, uno de sus antiguos amigos, durante un par de meses, pero él la terminó engañando con alguien más.

Más que sus sentimientos fue su orgullo el que resultó herido. No lloró al enterarse, aún así comió helado que Rosalie y Alice le llevaron. Ambas estaban enojas. En realidad, todos los hermanos Cullen estaban enojados con Tyler, por lo que cuando al día siguiente Tyler apareció con un ojo morado y llevando un yeso, no se sorprendió para nada.

También salió con uno de los camareros del restaurante en Port Angeles en el que empezó a trabajar un par de meses después de su cumpleaños número 17. Pero cuando el chico dejó de trabajar ahí, cualquier relación terminó.

En dicho restaurante conoció a Theodore, un chico un par de años mayor que ella, cabello castaño en rulos y con acento británico. El encargado de los camareros. Fue él quien la entrevistó para el puesto. Desde el primer momento se llevaron bien, la química fue instantánea, pero no de forma romántica sino en sus personalidades eran muy parecidos. Siempre estaban hablando o bromeando.

𝓦𝓲𝓵𝓭𝓯𝓵𝓸𝔀𝓮𝓻|Edward Cullen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora