Pandillas

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Viernes 20 de mayo (20:00 hs)

Un Honda Civic de los años 90 color rojo era cuidadosamente camuflado para no levantar las sospechas de ciertos cuidadores del orden; la fuerza policial antidisturbios había sido creada para combatir a las pandillas que actuaban como gángster americanos en el país. Pero ellos no eran así; ese tipo de pandillas  no  eran lo que querían para su pequeña organización, a pesar de sus cortas edades, sus objetivos estaban más que definidos. No querían vivir cómo locos y morir a temprana edad o pasar la mayor parte de su vida en prisión. Ellos querían perdurar en el tiempo y ser distinguidos por los mayores.
Por eso el auto más popular de los 90 no llamaría la atención.

Narra Gaara

----¿No había otro color más llamativo?.------pregunté.

---¡Hace juego con el color de tu pelo! Además si la policía te detiene lo único que dirá ¡Mi papá tenia uno asi!. O... quieres un deportivo, con nitrógeno y con el escape liberado!!! --- Contestó mi hermano Kankuro que junto con Yahiko seguían camuflando la mercancía.

------Tienes razón, terminemos con esto--- no quería arruinar el trabajo de que me había confiado Hiruzen "El Viejo" ese es su apodo, uno de los jefes yacuzza más antiguos y respetados.

--¡Chicoss!!!-- interrumpió Tenten brincando sobre la espalda de mi hermano, dándole un beso en su cuello-- Acá esta la lista de los clientes y la cantidad que necesitan, todos ordenados geograficamente ¿Qué? No me felicitan ¡me queme el cerebro con la logística!.------todos la miramos sonriendo a  Tenten, ella es la encargada de  logística.

--¿Quién te acompañara esta vez? Esa rubia hermosa-- pregunto Yahiko.

--No--contesté rápido--No  pude contactarme con ella, así que  busqué a otra chica que necesitaba dinero y  le ofrecí el trabajo.--- La chica  a la que se refiere mi compañero, era una rubia  hermosa y muy complaciente, pero sus problemas con la droga era un obstáculo para mí;   y no lo tomó muy bien cuando rompí con ella.

--Suerte con eso --Dijo Tenten.

Hoy toca repartir a dos grupos Temari y Tenten, yo y la nueva. Yahiko y Kankuro lo hicieron el fin de semana pasado, y si queremos ser discreto tenemos que rotar las actividades. Este trabajo parece sencillo pero no lo es. No para los que no quieren terminar en la cárcel.

Tocan el timbre del galpón donde trabajamos, aparece mi hermana y una muchacha castaña de pelo corto hasta los hombros de aspecto para mi decente tirando a humilde.

La saludo y la presento.

----Ella es Matsuri, va a trabajar conmigo-- los demás saludan amable, parece que cayó bien a todos.

Ya en la ruta toda va bien, el trabajo es rápido y sin problemas.
Cerca de la tres de la mañana todo acabo para nosotros. Mi hermana y Tenten hacen el trabajo más lerdo, ellas consiguen los clientes a medida que reparten.

--¿Te llevo a tu casa? --- pregunto.

----Yo... quería... preguntarte si puedo quedarme con ustedes este fin de semana..-- dice mientras juega con  sus dedos, quedamos un rato en un silencio incómodo, más para ella que para mi.
No le pregunte el ¿Porqué? Tampoco me interesó. Pero  recordé que la hermana de Yaiko nunca está en los fines de semana.

----Hee... si!! Hay un lugar para ti este fin de semana.-- ella sonrió, le acomodo un mechón de pelo detrás de su oreja y le doy un suave pellizco en su mejilla. Creo que esta vez tendré algo útil de ella.  

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Narra Naruto

--¿Porqué tiene que ser a la noche este trabajo?--- pregunté

--Tienes algo mejor que hacer--Me contestó Kiba cargando una gran caja con ropa de ancianas al camión estacionado al frente del barrio obrero.

--¡Si, tengo algo mejor!-- conteste como si tuviera cinco años.

--Dejen todo para mañana, hay que terminar råpido, el lunes viene el arquitecto para empezar a remodelar.--Dice con su tranquila voz Iruka. Yo sonrío, la linda hija del arquitecto, pienso, mientras suspiro.

Nos dedicamos a los negocios inmobiliarios, con eso ganamos lo suficiente para vivir bien. El negocio es redondo.
Compramos barato, lo ponemos bonito y brindamos una financiación única con nuestro amigo Sai. Después... vamos viendo los pormenores. La idea es gastar lo menos posible y venderlo muy caro.

Aunque todo es una fachada. La inmobiliaria sirve para lavado de dinero. Nuestra verdadera entrada de dinero son las apuestas.

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Narra Shihima

Si la pobreza fuera un castigo, en mi vida anterior alimente a fieras con niños y ancianos. Mi familia es de una pequeña aldea, mi padre un borracho que nos golpeaba si no le traiamos dinero, eso pasaba cuando eramos niñas, pero llegando a la adolescencia nuestro cuerpo cambio y la mirada de nuestro padre también. Todo paso una noche.
¿Tuve opciones? No.
¿Me arrepiento? No.
El griterío seso cuando hablo la Smith&Weeson calibre 38 special, robada, desparramo por todo el comedor los sesos de mi padre, fue un grito único y ensordecedor. Desde ese día no vi más a mi familia. Me escape y aqui estoy. Trabajando para Orochimaru.
¿Mi vida cambio? Si.
¿Se algo de mi hermana? En eso estoy.

-¿Qué van hacer, tarados?--pregunto a Jugo e Ittetsu mientras entro a su habitacion, viendo como desfilan frente a un gran espejo.--¿Saben que no se trabaja? Ordenes del soplon de la policia--digo mientras pruebo varios perfumes de hombres.

--Si!! Vamos a salir con dos lindas muchachas-- dijo Jugo mientras acomodaba su remera ajustada, haciendo que sus músculos salieran a la luz.--¡Quizás mañana tengamos lindas noticias para ti!-- hago un gesto de sonrisa. Ellos saben lo que esta noche tienen que hacer.

YACUZZA NO SAMURAIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora