YACUZZA NO SAMURAI

El lado oscuro de Sasuke I

--Siempre hay una oveja negra en la familia-- era el  discurso del viejo psicólogo al que Sasuke escuchaba  con desinterés.
Pero  él  no era la oveja negra de la familia. Él había tenido el valor de infiltrarse en lugares donde su familia no deseaba. Ahora resulta  que  soy la oveja negra, pensaba,   pero  cuando había que hacer el trabajo sucio para sacar de apuro a varios parientes  no dudaban  en llamarlo. Si, grandes valientes los Uchihas, era  a la conclusión que Sasuke sacaba mientras el doctor finalizaba la consulta y lo citaba para el mes siguiente.  Que después le quedarán algunos vicios, (por el cual estaba ahí), o  tener amigos  del under, no se le podía  culpar.  Aún no había egresado de la academia de  policía cuando tuvo que socorrer a su hermano de un escándalo con una  periodista,  que a su vista no era más que una furcia;  fue en ese acontecimiento que  conoció  a un tal Orochimaru, este era uno de esos amigos   con los que nadie queria  ser visto,  pero siempre es conveniente tenerlo de su lado. 

Orochimaru se convirtió en una especie de maestro,  lo más importante que  le  enseño  fue que la vida solo es un intercambio  de favores. 
En medio del escándalo,  Sasuke se había cargado a un yacuzza que amenazaba con apropiarse de los  terrenos pertenecientes  a Orochimaru, éste  en agradecimiento  lo salvó de la humillación en la que su hermano lo hundia. Orochimaru movió   los hilos necesarios  para hacer  creer a todos  que  la culpa no era del principiante,  sino  a una obsesión  de la  periodista por los inexpertos novatos.

Después de vagar por la ciudad y hacer un cambio de coche, Sasuke arribo a una   mansión escondida en los suburbios  de la ciudad.

  Sasuke fue recibido por un  empleado  que lo hizo pasar  al despacho, Orochimaru  ya  estaba ahí con una taza de café humeante, café traído especialmente para el  jefe desde Etiopía.

---Me siento celoso, no has venido especialmente por mi; pero aún así aprovecho tu visita para darte un trabajo, exijo total discreción. Quiero que averigües sobre la muerte que hubo en el puerto, hay algunas pruebas que deben desaparecer, obvio  que pagaré bien por eso; hasta ahora  lo único que se es que el juez está por morirse y que tras ese puesto está el fiscal A,  éste  tiene fama de ser incorruptible y eso no es  conveniente para nadie, no quiero que muera, obvio, por el momento ... Bien, ahora buscare  a Shijima, no estara felíz por unos días.-- Orochimaru apuro su café y salió tras el paradero  de la mencionada.

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Cuando se despertó temprano en la mañana y vio el mensaje de Sasuke en el teléfono Shijima  supo que no sería un  día feliz.
Ahora cerca del mediodía lo estaba confirmando.

Sasuke  la observaba sin disimular,  no encontraba  ninguna semejanza entre ella y   la rubia de la morgue, no se esforzó  mucho en sacar conclusiones,  de seguro una  de las hermanas era fruto de alguna relación pasajera de la madre con cualquiera, le importaba un rábano, pero a veces lo divertía hurgar en la basura familiar, más  cuando no era la suya, muchas veces todo se aclaraba hurgando en la basura.

-- No tengo tacto para esto, pero he encontrado el cadá... perdón, he encontrado a tu  hermana, ella hace un par de meses  que está muerta.-- Shijima estaba acostumbrada a la muerte  pero era obvio que  no a la  de su  hermana, su mirada quedó clavada en los ojos negros del policía y  unas lágrimas rodaron por su mejilla. Sasuke al ver esto se levantó  para acercarse a ella y darle un abrazo consolador.

-- Murió de una sobredosis-- continuo  el policía  mientras le acariciaba los hombros,  Shijima no había terminado los estudios pero comprendía cada terminología forense y policial --una tía tuya vendrá a buscar el ... Bueno vendrá a darle sepultura-- Shijima asintió  con la cabeza, ya sabía quien era esa tía, la que permitió que por el quinto o septimo mandamiento la juzgaran como a un verdadero criminal separando las por siempre.

-- Y esto.-- pregunto con una mirada que alejo a Sasuke de ella.

-- No tengo palabras, solo se que lo están buscando ---  Sasuke volvió a acercarse, la tomo de los hombros nuevamente  y comenzó con su  discurso motivacional, repetía cada palabra  que una vez había escuchado  decir al psicólogo,  agradecía  haberlo hecho, éste era el  momento preciso  de decir esas sarta de estupideces y sacar provecho de la situación, con sexo o información Sasuke nunca se quejaba.--- No sientas culpa, todo paso cuando apenas estaban creciendo, no podías hacer mucho, primero tenías que ayudarte, tenías que crecer tenías que levantarte, curarte, tu no podías hacer nada--
Shijima  suspiro, tenía razón el policía no podía ayudar a su hermana si primero no se ayudaba ella;  agradecía que Orochimaru la sacará del mierdero que era el hogar en que estaba,  la única lamentación era haber perdido tanto tiempo por testaruda.

El discurso de Sasuke fue interrumpido por el mismísimo Orochimaru.

- Te  quedas a almorzar Sasuke?

- No, discúlpenme pero debo seguir trabajando.

--Bien traeré tu paga.-- dijo Shijima saliendo del despacho de su jefe mientras se secaba las lágrimas derramadas.

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Sasuke ya se encontraba en  su auto particular, debería reunirse con la pelirroja para obtener  información de su nuevo  trabajo, todavía estaba ofendido por qué no  dejo que la acompañará a ese pueblo, se había ido sola;  debería darle un castigo, no le hablaría por un par de días.
  Buscare otra línea, pensaba, iré con mi hermano;  todavía sentía que le debía el trabajo que Itachi  pudo perder  gracias   a su  gran  alegre  pene que se para cuando no devia;
llamo varias veces al celular pero no contestaba, mirando a todos lados decidió probar suerte  con la compañera de Kari,  la de pelo negro largo, de seguro no se resistiría a sus encantos pero recordó que pateaba  en contra, piensa piensa se repetía una y otra vez, hasta que su mente se acordó de alguien,  iría con la forense,  esa si que caería rendida a  sus encantos.