↬ CAPÍTULO 28↬↬

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Los Wang una familia particular

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Tal y como había dicho el doctor al pasar los días el vientre de Zhan comenzó a notarse más, parecía que de un día para el otro el bebé había dejado de ocultarse y ahora quería que todos lo noten haciendo que sus padres salten de alegría al empezar a ver como su pancita día a día crecía y así paso el tiempo hasta que en dos meses se escuchó el grito de un conejo.

—¡¡Bo Booooo no me entra nada!!—, se quejaba al ver que sus pantalones no le cerraban y ya era quinto que se probaba.

Yi Bo escuchaba sus quejas y solo miraba divertido ya que de alguna forma se divertía al ver a su conejito mientras peleaba con sus jeans para entrar en ellos.

—Mira mi panza Bo—, decía mientras hacía un puchero.

—Es tu hijo que te quejes—, dijo Yi Bo mientras lo abrazaba por la espalda y apoyaba su cara en su hombro.

—Ya lo sé, pero no pensé que me vería así—, seguía quejándose, —...¡¡estoy gordo!! —.

—Yo creo que te ves hermoso—, comentó Yi Bo dándole un beso en su mejilla.

—Me seguirás queriendo si parezco una pelota y estoy todo relleno—, pregunto con una mirada de cachorro abandonado.

—Y porque no lo haría, así estes a punto de estallar te seguiré queriendo, además tus cachetes son adorables—, comentó el castaño.

—Mas te vale—, amenazó el conejo buscando el único jean que le entraba alejándose de su leoncito recibiendo una queja de este.

—Zhan, estás seguro que quieres ir a la reunión que organizo mi mamá—, decía Yi Bo mientras estaba tirado en la cama.

—Realmente me siento cansado, pero ya les dijiste que iríamos así que tenemos que ir, aunque sea un rato para la ceremonia y ya después no vamos—, contesto Zhan mientras peleaba ahora con su camisa, la cual tampoco le cerraba cosa que lo hacía frustrarse.

—Y si mejor les digo que te sentías mal—, insistió Yi Bo, tenía flojera de alistarse.

—Wang Yi Bo si no estás listo en cinco minutos el que dormirá conmigo hoy será Jianguo—, advirtió el conejo con las manos en la cintura intentando parecer amenazante, pero con el pantalón que no le cerraba junto con la camisa a medio cerrar daba más risa que miedo por lo que Yi Bo comenzó a reírse, pero dejo de hacerlo cuando vio que su conejito lo fulminaba con la mirada.

—Bien, bien me alistare no quiero que me remplaces por ese gato—, bufó y se paró dándole un beso en la punta de la nariz a Zhan, —...no te enojes, ¿sí? —, lo miro haciendo un puchero.

Xiao Zhan le dio una sonrisa mientras negaba con la cabeza y volvía su atención a vestirse de una manera presentable, si es que eso podía lograr ya que estaba considerando la opción de Yi Bo al ver que nada le quedaba.

Pasada una hora ya estaban llegando al lugar donde se estaba realizando la reunión que había organizado la señora Wang, esa reunión era para celebrar que su empresa se estaba expandiendo a nivel internacional y querían compartirlo con su familia y amigos cercanos realizando una reunión que además era un motivo más para poder reunirse y pasar un tiempo en familia, ya que muy rara vez se juntaban todos.

Al término de la ceremonia todos estaban comiendo y riendo muy tranquilos, Zhan se sentía cansado y a cada rato quería ir al baño cosa que también lo irritaba, pero se repetía que solo tendría que soportarlo dos meses más y su tortura acabaría, por lo que sin más tuvo que resignarse a ir al baño por decima vez en el día.

Los Wang una familia de locosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora