Después de haberle "ayudado" a Jay en las clases y que todo terminara en desastre por su culpa... Al salir corriendo del salón; me dirigí al baño para procesar lo que acaba de pasar. En definitiva Jay me pone los nervios de punta... Pero no puedo descifrar el porqué, es una mezcla de sentimientos que no logro comprender y la parecer lo transmito con rabia.
Me quedé en el baño hasta que sonó la última campana que avisaba en fin de las clases y salí para coger mi mochila en el salón esperando que este ya estuviera vacío.
Efectivamente, el salón ya se encontraba vacío... ¡Pero totalmente vacío! ¿Dónde está mi mochila?. Me dispongo a buscar en los casilleros o bajo las mesas y nada... ¿Quién pudo habérsela llevado?
Lo primero que pensé fue que Sunoo la cogió creyendo que yo me había olvidado de ella. No me queda de otra que ir hasta su casa.
Iba caminando por las solitarias calles rumbo a la casa de Sunoo a preguntarle por mi mochila, realmente no quería hablar con él... No ha hecho más que fastidiarme desde que está con el molesto Jay, pero tengo deberes y él no los va a hacer por mí.
Mientras iba sumido en mis pensamientos; choqué con alguien un poco más alto que yo.
—Oh lo siento mucho —digo inclinándome hacia la persona por haberla chocado.
—tranquilo pequeño, entre más cerca mejor. —escucho esa voz y levanto rápidamente mi mirada, encontrándome con un Jay que está muy cerca a mi rostro.
—ah... Eres tú —digo cortante y dispuesto a seguir mi camino... Hasta que me detiene.
—tengo algo que puede interesarte. —dice sonriendo de medio lado.
—no me interesa nada que venga de tu parte —intento irme de nuevo y este se posa en frente mío mostrando mi mochila que cuelga de su hombro.
—¡mi mochila! ¿Por qué la tienes? Devuélvemela. —le digo intentando quitársela, pero él evita que la coja.
—¡pero que modales! ¿Ni siquiera las gracias piensas darme?. —dice con falsa molestia.
—gracias por devolverme mi mochila —le digo tan rápido que es casi inaudible, nuevamente intento quitársela y este vuelve a evitarme.
—si quieres de vuelta tu mochila tendrás que acompañarme a casa y ayudarme con los deberes —dice escondiendo la maleta tras él.
—¿por qué haría eso? La hubieras dejado en mi silla, nunca te pedí recogerla.
—creí que ya te habías ido... ¿Siempre ves lo peor de las personas? —dice mirándome serio y logra intimidarme.
—n-no es eso... Yo solo... No sé, yo iba a ir por ella. —digo apenado.
—bueno, ahora por haberme juzgado mal no tienes más opción que hacer lo que te dije; si es que la quieres devuelta claro... —dice yéndose esperando que lo siguiera.
—¡Jay, no tengo tiempo para esto! Yo debo hacer mis deberes. —comienzo a caminar tras él.
—por eso, vamos rápido... Así terminamos rápido y rápido te vas a casa, así que camina más rápido —dijo tantas veces rápido que me confundió y aceleré el paso al ver que él también lo hizo.
A este paso ya no podía refutar porque íbamos casi corriendo y yo trataba de seguirle el paso para no perderme... Pues no sabía dónde vivía Jay.
Jay empezó a desacelerar el paso a medida que llegábamos a un conjunto residencial que se veía bastante acomodado... Al parecer Jay es de moditos.
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Maldita secundaria | JayWon
Teen FictionEsta historia está basada en una experiencia personal utilizando al Jaywon para salir a la luz 💫