Siento que peleamos por nada -prosiguió Milo, derramando lo que sentía-; creo que... creo que ni siquiera tú sabes por qué es que peleamos. Aunque trates de disimularlo, veo duda y ensombrecimiento en tu mirada. Estoy perdido ¡Estoy perdido! Por favor, para... -repitió las palabras de hace unos momentos.
Flor empezó a titubear y desvió la mirada a un lado. Ahora ya no trataba de ocultar su duda, pero luego, volvió a clavar su mirada fiera en Milo
—Tu... tu me traicionaste —escupió Flor con rabia.
—Pero, ¡no lo entiendo! ¡¿Qué te hice?!
-¡No te hagas! ¡Sabes bien lo que hiciste! —su ira se convirtió en inseguridad y una sombra de inquietud paró por su rostro y luego añadió en voz baja—: ¿verdad?
Milo seguía perdido.
—¿Q-qué? —tartamudeó de pronto, sobresaltando a Flor— no sé de qué hablas —su tono de voz revelaba desesperación— ¡Nunca quise hacerte nada! ¡Ni sé qué es lo que hice!
—¿En serio tan cabeza hueca eres? —es su voz había furia, pero también desconcierto— ¿En serio no lo sabes? —luego cambió a su postura testaruda, lo que era al parecer, parte de su carácter— ¡¿Piensas que me voy a tragar eso?! ¡No! —dejó escapar una risa despiadada que hizo estremecer a su adversario.
En su desesperación, Milo trató de huir, esquivando a Flor, pero las piedras colgando en el techo dijeron "No". Estas cayeron encima de la cabeza del joven, aturdiendo lo suficiente como para que Flor llegue y le lance otro ataque.
Milo dio una brusca vuelta, como la que había hecho Flor Oscura anteriormente, sólo que en el suelo, con una daga, una piedra y Flor encima, tratando de asesinarlo. Nada de otro mundo.
Librándose de Flor de esa forma, volvió a correr hacia la salida, esta vez logrando su cometido.
—¡Sí! ¡Perfecto! ¡Huye de aquí! ¡Huye! —gritaba Flor en sus espaldas con una sonrisa triunfal.
Corrió, corrió y corrió, hasta estar muy lejos de allí. Ahora estaba en Bocasucia. Fué directo al banco, allí podría ordenar mejor sus ideas y descansar.
Luego de uno minutos, se incorporó y ya menos exaltado se lamentó:
—Ay no ¡Mi padre me va a matar cuando vea cómo estoy! ¡Me dará todo un sermón! y va hacer que coma esas horribles hojas— lo último lo dijo con asco.
—No creo que un sermón y algo de hierbas medicinales te mate, jovencito —Elderbug se estaba aproximando lentamente hacia Milo y al estar más cerca, pudo apreciar las heridas de batalla de este último— ¡Oh, por Wyrm! ¿Qué te sucedió ahora? No deberías andar de aquí para allá peleándote con lo que veas.
—Pero, ¡si no fué mi culpa! —se apresuró a defenderse Milo— ¡Ella me atacó primero! —gruñó.
—Bueno, jovencito, descansa aquí unos momentos. Te traeré algo y puede que te cuente una de esas historias.
A Milo se le brillaron los ojos. Siempre eran de lo más entretenidas sus historias. Tal vez eso lo alivie, aunque sea un poquito.
. . .
Cojeando, Milo regresa a su hogar. Entra y se prepara para una ráfaga de preguntas. Toma aire y pasa.
Allí estaba su padre adoptivo, sentado, meditando con la cabeza gacha.
—H-Hola —saludó Milo con timidez.
Mato levanta la cabeza, entonces al mirar el estado de Milo, abre bien los ojos y se le acerca. A decir verdad, las heridas ya no están muy sangrantes, y los cortes más pequeños pasaban desapercibidos. Aún así, era raro que Milo se metiera en peleas con aguijones y fuertes contrincantes y que aquello pasara en un plazo corto, era preocupante. Se solía lastimar por no ser cuidadoso, pero los cortes que presentaba eran los de un aguijón.
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Otra oportunidad (está saliendo del hiatus poco a poquito)
FanfictionEsta es mi primera historia, pero haré lo mejor posible. La mayoría de estos personajes pertenecen a Team Cherry y también está basado en su videojuego Hollow Knight. Bueno, sin más que decir, disfruten la historia